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10 perfumes clásicos (y las curiosidades que esconden) que debes conocer
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AROMAS

10 perfumes clásicos (y las curiosidades que esconden) que debes conocer

Porque tras cada uno de estos aromas hay una historia que debe ser contada, un secreto que conocer para conocerlos mejor

Foto: Una plantación de la rosa centifolia de Dior. (Reuters)
Una plantación de la rosa centifolia de Dior. (Reuters)

Seguro que has usado alguno de ellos. Mejor dicho: varios. Estas diez referencias olfativas forman parte del selecto club de aromas eternos que puedes reconocer al instante. Se han hecho un hueco en la historia de las fragancias por méritos propios y sus ingredientes forman la alquimia perfecta que enamora a cualquier generación. Pero hay más. También encierran curiosidades y secretos que harán las delicias de una beauty freak. ¿Preparada para descubrirlos?

1. El primer gran aroma 'para todos'

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Calvin Klein.

Ck One, de Calvin Klein (63,50 €). Nació en 1994 para convertirse en el primer perfume unisex universal. Además se erigió como el de toda una generación gracias a que el propio Calvin Klein se inspiró en su propia hija para ponerse en la piel de los adolescentes de la época. Un año después había vendido más de quince millones de fragancias. Manteniéndose al margen de los cánones tradicionalmente femeninos o masculinos, tras 25 años sigue manteniendo su status de un caldo inconformista y energético donde los matices cítricos incluyen toques florales y notas verdes con un fondo ligeramente amaderado. La imagen de Kate Moss y la estética compuesta de vaqueros y camisetas blancas marcó una era y su mensaje de inclusión, diversidad, libertad y unidad se mantiene tan actual como entonces.

2. Una referencia de cine

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Chanel.

Chanel Nº5 Eau de Parfum, de Chanel (131 €). Desde finales de los años 20 es el perfume más vendido del mundo. ¿La clave de su éxito? Es un caldo de Ernest Beaux creado en 1921 que resiste a las modas y guarda infinidad de secretos. Su nombre viene porque fue la quinta muestra del nariz la que encandiló a Mademoiselle (también porque era su número de la suerte, relacionado con su signo astrológico, Leo, que es el quinto del zodiaco). Su éxito se inició en Estados Unidos, por lo que era habitual encontrar una fila de soldados americanos en la puerta de la boutique de la rue Cambon para hacerse con un ejemplar. Con más de 80 componentes, donde destacan los aldehídos, contiene ilang-ilang, nerolí y rosa de mayo y las grandes cantidades de jazmín de Grasse que Gabrielle añadió para dar con su jugo ideal. Quizá uno de sus momentos estelares fue en 1954, cuando Marilyn Monroe le confesó a un periodista que para dormir solo se ponía unas gotas de Nº5.

3. La esencia del New Look

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Miss Dior.


Miss Dior, de Dior (114 €). Christian Dior tenía como objetivo crear una fragancia que complementara sus creaciones textiles bajo la máxima de oliese a amor. El maestro perfumista Paul Vacher le presentó la esencia del New Look con un mix de notas verdes y frescas con un fondo chipre. Su nombre fue un homenaje a su hermana favorita, Catherine, su propia ‘miss Dior’, y para crear expectación en torno al perfume, el diseñador gastó un litro al día durante la semana previa a su desfile de febrero de 1947. Allí lo presentó oficialmente y regaló un frasco a cada invitada. Así, pueden decir que es la única maison que nació el mismo día como casa de costura y casa de perfumes. Y ahora cuenta con seis versiones para encandilar a cualquier nariz.

4. El cóctel de lo prohibido

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L'Interdit.


L’Interdit, de Givenchy (91,50 €). La amistad entre Audrey Hepburn y Hubert de Givenchy traspasaba los patrones que el diseñador hacía para su musa. Una de las colaboraciones más aclamadas fue la creación de un perfume para la actriz que encapsulara la elegancia de cada uno de sus looks. Con el paso de los meses, él le comunicó su intención de comercializarlo, a lo que Audrey le respondió: “Je vous l’interdis!”(“¡Se lo prohíbo!”), dando el nombre a una fragancia icónica. Ella fue la primera imagen de un perfume e inspirándose en ese caldo con aldehídos, rosa damascena, jazmín, pimienta rosa, sándalo… La maison diseñó en el año 2018 un nuevo capítulo olfativo (bajo el mismo nombre) donde triunfan los contrastes de las flores blancas con acordes más oscuros como el vetiver o el pachulí.

5. El de la flor sin olor

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Kenzo.

Flower by Kenzo, de Kenzo (91,50 €). El espíritu Flower Power es la inspiración de este clásico creado en torno a la amapola, esa flor rebelde y sin aroma que Kenzo Takada homenajeaba en sus colecciones. Con el desafío de crear un perfume en torno a ella, el maestro Alberto Morillas utilizó violeta de Parma, rosa búlgara, casia, espino salvaje, vainilla y almizcles blancos. ¿El resultado? Un caldo empolvado y poético que se ha convertido en un signo de alegría, en un símbolo de cómo la naturaleza se abre paso en las ciudades con acciones artísticas en las principales capitales.

6. Un tesoro olfativo

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Trésor.


Trésor, de Lancôme (95,50 €). La primera edición bajo este nombre se creó en 1952 en un frasco único que simulaba una joya labrada. Pero fue en 1990 cuando la perfumista Sophia Grojsman imagina una fragancia “llena de curvas, como una invitación al abrazo”. Así nació un aroma sensual y aterciopelado con rosa, melocotón, heliotropo, ámbar, musgo y notas de vainilla y sándalo, cuyo primer anuncio publicitario lo capturó Peter Lindbergh con un icono del momento, Isabella Rossellini, como protagonista marcando un hito. Hoy el frasco ha cambiado, se ha modernizado, pero sigue encapsulando el amor a través de la imagen de Penélope Cruz.

7. Todo un icono

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Narciso Rodriguez.


For Her, de Narciso Rodriguez (73 €). Aunque nació en 2004, el alcance de su éxito le ha hecho ganarse un hueco entre los grandes. El objetivo del diseñador era crear un cóctel adictivo y sensual para una mujer fuerte y femenina, y se considera que abrió un nuevo capítulo en la historia de las fragancias con base chipre, el almizcle chipre moderno. Creada por el propio diseñador junto a Christine Nagel y a Francis Kurkdjian, ganó el premio FiFi Francia como la 'fragancia más icónica de la década', considerándose ya como un clásico del siglo XXI.

8. La frescura encapsulada

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Rochas.


Eau de Rochas, de Rochas (79 €). En 1970 Hélène Rochas decidió reinventar el perfume que Edmond Routniska había diseñado en 1948 (L ́Eau de Roche) con el fin de desmarcarse de la tendencia a los aromas de pachulí que marcaban la moda. En su mente estaba lograr una fragancia despreocupada que combinase en un equilibrio perfecto el frescor de un río, una chispeante mezcla cítrica y el olor de los campos en flor. En su misión de simular esa frescura desmedida a través de un frasco que representa el efecto del agua de una cascada cuando rompe en una piedra, el caldo contiene verbena, jazmín, narciso, rosa, chipre, encina, mirra, vetiver y hedione, una molécula inteligente que propulsa la estela aromática. ¿El resultado? Un caldo que se hereda de generación en generación y que puede presumir del ser la número uno en el mercado español.

9. El primer goloso

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Mugler.


Angel, de Thierry Mugler (98 €). En 1992, el enfant terrible de la moda francesa marcó un hito en perfumería: creó la primera fragancia de la historia que no contenía ninguna flor. En su fin de mostrar una mujer alejada a los estereotipos marcados, se centró en su fuerza interior y en los ingredientes golosos como la fruta de la pasión, el melocotón, el chocolate o el caramelo (acompañado también de bergamota y mandarina). Pero el homenaje del diseñador a su infancia fue más allá. Él siempre tuvo devoción por las estrellas a las que, de niño, considera sus primeras y únicas amigas. Por eso, prometió que si un día creaba algo único, le daría su forma, como un homenaje a todas las personas que se sienten diferentes. El diseño del frasco talismán supuso todo un reto para los habituales fabricantes, por lo que tuvo que recurrir a maestros vidrieros con el fin de que lo trabajaran como una joya. Ante tal obra de arte se generaron las primeras fuentes de perfume para potenciar la conciencia ecológica de los clientes.

10. El aroma del éxtasis

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Opium.


Opium, de Yves Saint Laurent (102,70 €). En palabras de Yves Saint Laurent: "Opium, palabra mágica y única que da rienda suelta a las fantasías más ocultas. Llave maestra que abre la puerta de los sueños...". Con un carácter exótico y bajo el título de 'éxtasis fatal', fue creada en 1977. Su nombre (de un narcótico) le prohibió la entrada en Australia y Oriente Medio. Este oriental optó por las notas hespérides clásicas con mandarina, jazmín, clavelito, pachulí o vainilla… Su carácter voluptuoso y su larga permanencia en piel revolucionó el mundo de la perfumería, convirtiéndose en un éxito de ventas cuyas previsiones tras su lanzamiento se multiplicaron hasta por quince.

Seguro que has usado alguno de ellos. Mejor dicho: varios. Estas diez referencias olfativas forman parte del selecto club de aromas eternos que puedes reconocer al instante. Se han hecho un hueco en la historia de las fragancias por méritos propios y sus ingredientes forman la alquimia perfecta que enamora a cualquier generación. Pero hay más. También encierran curiosidades y secretos que harán las delicias de una beauty freak. ¿Preparada para descubrirlos?

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