Más productos saludables y menos comida basura: así es el etiquetado de los alimentos que quiere Consumo en España

La clave de una dieta saludable consiste en una ingesta equilibrada de nutrientes, y para comprar con cabeza con este objetivo es impotante saber cómo leer una etiqueta nutricional. Sin embargo, el nuevo ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha recordado la ausencia de medidas en España que garanticen la información sobre la calidad nutricional de los alimentos, razón por la cual ha anunciado que a lo largo de la legislatura se aprobará un nuevo plan integral de consumo saludable, seguro y sostenible que permitirá impulsar el sistema de etiquetado frontal sobre, precisamente, la calidad de los nutrientes de los alimentes. Con este plan, asimismo, el Gobierno buscará aumentar la fiscalidad en los productos menos saludables.

Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo, el ministro ha recordado, al igual que lo hizo este jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la misma comisión, la "enorme preocupación" que tiene el Gobierno con el aumento de los malos hábitos alimentarios entre la población y, especialmente, entre los más jóvenes. Y es que, tal y como ha señalado, la obesidad y el sobrepeso, enfermedades derivadas de una mala alimentación, reducen hasta 10 años la esperanza de vida y provocan un gasto en el sistema sanitario de hasta el 7%. Por este motivo, el ministro de Consumo ha defendido la elaboración del plan en el que, entre otros aspectos, establece la introducción del etiquetado frontal sobre la calidad nutricional de los alimentos, ya que en países que ya lo han implantado, como por ejemplo Chile, Francia o Portugal, se ha demostrado que ayuda a las familias a la hora de elegir alimentos más sanos.

"En España no hay nada implantado. Queremos seguir las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud y poner en marcha un sistema de etiquetado frontal que incorpore la información nutricional para ayudar en la toma de decisiones de consumo saludable. Estamos estudiando con rigor las ventajas e inconvenientes de cada uno de los modelos para ver cuál sería el más adecuado para implantar en España", ha aseverado en la Cámara Baja el ministro de Consumo.

¿Qué recomienda la OMS?

La OMS insiste en el papel de los gobiernos a la hora de crear "un entorno alimentario saludable" que permita a los consumidores a adoptar y mantener prácticas alimentarias sanas y, entre otras medidas, aboga por "alentar a los consumidores a exigir alimentos y comidas saludables mediante medidas dirigidas a prestar apoyo a la información en los puntos de venta, en particular, a través del etiquetado nutricional que asegure información exacta, normalizada y comprensible sobre el contenido de nutrientes de los alimentos —en consonancia con las directrices de la Comisión del Codex Alimentarius—, mediante el añadido del etiquetado frontal que facilite la comprensión del consumidor".

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Sandra Sánchez

Ya en 2018, Sanidad buscaba promover el modelo Nutri-Score, un modelo de señalización frontal a base de cinco colores, que es el que se usa en Francia y en Bélgica. Detrás de este modelo existe una enorme cantidad de evidencia científica, que ha confirmado que el consumidor puede identificar de una forma sencilla la calidad nutricional. Se trata de un sistema de clasificación de cinco letras asociadas a cinco colores, tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

El grado de Nutri-Score se determina por la cantidad de nutrientes saludables y no saludables: resta la cantidad de energía, grasas saturadas, azúcares y niveles altos de sodio, y suma la proporcion de frutas, verduras, nueces, aceites de oliva, colza y nueces, fibras y proteínas. Este sistema es similar al Traffic Light, que se utiliza en Reino Unido y Portugal, y que ofrece información sobre el valor energético, contenido total de grasa, grasa saturada, azúcar y sal por cada 100 gramos de producto y categoriza cada uno de los nutrientes según un código de colores similar al de un semáforo: rojo, nivel alto; verde, nivel óptimo. Estos no son los únicos sistemas, pero Garzón recuerda el abrumador respaldo científico de la importancia de establecer este tipo de etiquetados.

Desincentivar el consumo de comida basura

Asimismo, la iniciativa establecerá medidas relacionadas con la fiscalidad, con el fin de incentivar el consumo de productos saludables y, por ende, desincentivar el de aquellos "con cierta nocividad" para la salud. No obstante, Garzón ha destacado la importancia de hacer un "buen modelo fiscal" para que no haya "externalizaciones negativas". Otros de los ejes en los que va a pivotar el nuevo plan serán la regulación de la publicidad dirigida a los menores, y la puesta en marcha de campañas de formación e información para que los ciudadanos sean "conscientes" de los riesgos y costes que tiene consumir productos no saludables.

En la lucha contra la obesidad infantil el Gobierno, como ya lo anunció Illa este jueves, va a aprobar también un Plan contra la Obesidad Infantil, que contará con la participación de los ministerios de Consumo y Agricultura, y que se basará en la limitación de la publicidad sobre alimentos y bebidas poco saludables dirigidas a los menores, y en garantizar los requisitos de calidad nutricional y sostenibilidad de los servicios de restauración de los centros educativos, sanitarios o residencias de mayores. Por otra parte, y en respuesta al diputado del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, Marcos De Quinto, el ministro de Consumo ha reconocido que con estas medidas es "obvio" que haya empresas que van a salir "perdiendo", pero ha recordado que el Gobierno tiene que "anteponer el criterio de salud pública" y de la preservación de los derechos de los consumidores vulnerables "ante todo lo demás".

"Y esto implica a veces la cuenta de resultados de algunas empresas", ha apostillado, para mostrar la intención del Ejecutivo de incentivar, generar una estructura de incentivos fiscales, políticos, sociales y comunicativos que empujen que la gente haga un consumo saludable". Finalmente, ha abogado por mejorar el diseño de las máquinas de 'vending' con productos más sanos. Esto está en línea con las recomendaciones de la OMS.