Mike Tyson rememora en un libro la noche que Brad Pitt le suplicó que no le pegase
El boxeador cuenta en un libro cómo cazó a su primera mujer con el actor en la cama y la reacción del marido de Angelina Jolie para evitar ser golpeado
Mike Tyson siempre ha tenido fama de ser un tipo duro y su condición de mejor boxeador de los pesos pesados no resta credibilidad a esta consideración. Pese a ello, Brad Pitt no tuvo reparos en jugarse el pellejo cuando inició un affaire con su primera esposa, Robin Givens. El problema surgió cuando el luchador se encontró al actor y a su mujer juntos en la cama, en medio de un encuentro amoroso que sacó de sus casillas a Tyson. Pese a lo trágico de la situación, el púgil supo mantener la calma ante las súplicas del actual marido de Angelina Jolie: “No me pegues, no me pegues. Sólo estábamos repasando un guión”.
Este episodio lo ha recordado el propio luchador en un libro autobiográfico, Una verdad indiscutible, que sale esta semana a la venta en Estados Unidos y en el que se repasan los capítulos más oscuros de su vida. Entre ellos, el “malentendido” que le llevó a pasar tres años entre rejas, cuando la joven Desiree Washington le acusó de violación en 1992: “¿Cómo se puede violar a alguien que viene a tu habitación a las dos de la madrugada?”, se pregunta Tyson, quien a lo largo de su vida no ha tenido buena suerte con las mujeres.
De su paso por la cárcel, Tyson recuerda sobre todo los encuentros sexuales que tuvo: “Tenía tanto sexo, que no me quedaban ganas de ir al gimnasio. Me pasaba todo el día en la celda”, afirmaba el boxeador, que recibía numerosas visitas de chicas y tuvo un romance con una rehabilitadora del centro penitenciario. Tan buen recuerdo guarda de su época como presidiario que a veces se sorprende pensando en cómo “volar la cabeza a alguien y pasarse el resto de la vida en prisión”.
Mike Tyson siempre ha tenido fama de ser un tipo duro y su condición de mejor boxeador de los pesos pesados no resta credibilidad a esta consideración. Pese a ello, Brad Pitt no tuvo reparos en jugarse el pellejo cuando inició un affaire con su primera esposa, Robin Givens. El problema surgió cuando el luchador se encontró al actor y a su mujer juntos en la cama, en medio de un encuentro amoroso que sacó de sus casillas a Tyson. Pese a lo trágico de la situación, el púgil supo mantener la calma ante las súplicas del actual marido de Angelina Jolie: “No me pegues, no me pegues. Sólo estábamos repasando un guión”.