Leonor dice adiós a Gales: una experiencia que marca un antes y un después para la heredera

Desde bien pequeña, Leonor había oído hablar en casa de los United World Colleges, ligados desde hace décadas a la familia real española. Quizás por eso a nadie le extrañó que, llegado el momento, la Princesa de Asturias manifestase su intención de estudiar allí el Bachillerato Internacional. Conocía a antiguos alumnos que le habían hablado maravillas de su sistema educativo, y la idea de estudiar en el extranjero se le hacía atractiva. Los Reyes estuvieron de acuerdo desde el primer momento, aunque en ellos había el sentimiento de nostalgia de cualquier padre al ver 'volar' a su hijo.

La decisión de qué centro elegir no fue fácil para Leonor, quien tenía sus dudas. El UWC tiene más de diez internados repartidos por todo el mundo, así que las posibilidades eran múltiples. Tal como cuentan a Vanitatis, la Princesa quería un sitio en Europa, no muy lejos de casa, reduciendo así los posibles centros. Sabía que otros royals, como el rey Guillermo Alejandro de Holanda, Haya de Jordania o su homóloga Elisabeth de Bélgica, habían tenido muy buenas experiencias en el Atlantic, situado en Gales; además, eso le permitía mejorar su inglés, ya en un nivel muy alto gracias a las clases particulares y los veranos que había pasado en campamentos de EEUU.

El proceso de selección se llevó en absoluto secretismo. Mientras en la prensa se hacían cábalas de cuál sería el futuro más inmediato de Leonor, ella se presentaba en Madrid a las pruebas, en las que se incluyeron entrevistas personales y redacciones sobre temas de actualidad. A los pocos días recibió la buena noticia: había sido seleccionada. Ahora tocaba el turno de hacerlo público. Para ello, Casa Real elaboró un detalladísimo comunicado en el que dejaban claro que el coste del internado correría a cargo personal de don Felipe y doña Letizia.

El Atlantic College se mostró encantado con la noticia, emitiendo incluso un anuncio de lo honrados que se sentían de que la futura Reina de España pasara a "formar parte de la familia". Meses antes de que en agosto de 2021 Leonor hiciera las maletas para poner rumbo al centro, los miembros de la seguridad de Zarzuela viajaban a Gales para la evaluación de qué medidas se necesitaban tomar. Aunque lo habitual es que los alumnos duerman en habitaciones de cuatro, se decidió que Leonor lo hiciera en una de dos, para mayor protección. Estarían junto a ella, durante los dos años, tres guardaespaldas, velando por su seguridad.

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N.Tiburcio

Leonor se integró muy bien en la escuela, en la que, según nos cuentan, ni a profesores ni a alumnos "les importa que seas princesa o la mismísima reina". Si bien la Princesa quería una experiencia normal, había ciertas medidas que había que respetar, como la de mantener a salvo su intimidad, por lo que era raro que apareciera en las fotografías tomadas por el centro. O bien hacían la foto sin que ella saliera, o bien se le pedía a ella que fuera la que tomara las fotos. También, y por decisión propia, decidió no participar de forma activa en actos que pudieran resultar polémicos, como la fiesta en ropa interior celebrada por la semana terf.

Dos años después, Leonor abandona el centro con un pequeño pero unido grupo de amigos que ha ido forjando durante estos meses. Incluso con algún compañero de pupitre tuvo una "amistad entrañable" que no llegó a mayores. Procedentes de distintos países, la Princesa los invitó el pasado verano a pasar unos días a Mallorca, y en Navidad estuvieron en Madrid, tal como publicó Vanitatis en primicia. Ahora es el turno de separar sus caminos, pero antes de ello lo festejarán por todo lo alto en la graduación que tendrá lugar este sábado, 20 de mayo, y a la que asistirán los Reyes y su hermana.

La infanta Sofía tomará el relevo de los Borbón en Gales el próximo curso. Fue, de hecho, Leonor quien la convenció de que viviera ella también esta experiencia. La benjamina de los Reyes tenía entre sus ideas quedarse en España para poder seguir con su 'carrera' como futbolista. Sin embargo, tanto sus padres como su hermana la animaron a ir al UWC Atlantic College. Allí viviría numerosas experiencias, dos años de libertad en un ambiente seguro, como ya habían comprobado con Leonor. Y finalmente Sofía se sometió a las pruebas bajo el alias de Dune, demostrando así su pasión por la ciencia ficción.

En el Atlantic no habrá muchos cambios. Sofía ocupará la misma habitación en la que ahora dormía Leonor, junto a una nueva compañera. Este sábado, la Infanta vivirá su primera toma de contacto con el castillo de St. Donat's, la que será su residencia durante los próximos dos años, en la graduación de Leonor. No contará Sofía, al contrario que su hermana, con otros royals. La Princesa de Asturias ha compartido aulas con Alexia de Holanda; sin embargo, la pequeña de las hijas de Guillermo Alejandro y Máxima, Ariane, de la misma generación que Sofía, ha optado por otro centro, el UWC Adriatic, ubicado en Trieste (Italia).

El futuro de la heredera

Mientras Sofía comienza su aventura galesa, Leonor iniciará en España su formación militar, ingresando en la Academia General Militar de Zaragoza, del Ejército de Tierra. Allí estará el curso 2023-2024; en 2024-2025, en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), donde se embarcará también en el buque escuela Juan Sebastián Elcano; y en el 2025-2026, en la Academia del Aire de San Javier (Murcia).

La heredera del trono no comenzará sus estudios universitarios hasta 2026. Al quedar tanto tiempo, desde Casa Real no quieren informar todavía acerca de la carrera que elegirá Leonor. Lo que sí sabemos es que si las normas educativas se mantienen como están en la actualidad, la Princesa no tendrá que realizar las pruebas de acceso a la universidad. Eso se debe a que los alumnos con titulación de Bachillerato Internacional no tienen que pasar la EBAU.

Quienes cuentan con este bachillerato, como Leonor, deben obtener una acreditación expedida por la UNED, al igual que otros estudiantes extranjeros con sistemas educativos reconocidos. El diploma del Bachillerato Internacional se homologa al bachillerato español obteniendo una nota máxima de 10 según una fórmula preestablecida. Esto es así porque la nota del IB va sobre 7 mientras que la nota en el bachillerato español va sobre 10.

Leonor deberá comprobar si las asignaturas cursadas en su bachillerato son compatibles con la carrera que quiere cursar y si es así entrará directamente en la universidad. Si no es así, tendrá que enfrentarse a exámenes de asignaturas en concreto. Pero eso no ocurrirá hasta dentro de tres años, cuando termine en la Academia de Aire de San Javier. Ahora le toca disfrutar de su graduación y un verano en familia.