El silencioso adiós al fotógrafo más fiel al rey Juan Carlos

Es muy difícil buscar en el archivo de imágenes del Palacio de la Zarzuela y dar con un retrato que no esté firmado por Santiago Borja. Es muy posible que el nombre, de primeras, no nos diga nada, pero la historia de la familia real en las tres últimas décadas no se habría conocido de la misma manera sin sus cámaras. Porque él era el fotógrafo más fiel al rey Juan Carlos I, un hombre de su absoluta confianza y que fallecía hace solo unos días, tras cuatro años de enfermedad, que le diagnosticaban poco después de despedirse de Zarzuela.

Su fallecimiento no había trascendido hasta ahora y no se conocen detalles de cómo fue el sepelio o si la Casa Real trasmitió a la familia sus condolencias, aunque lo que sí hemos podido confirmar es que ni don Felipe ni doña Letizia se acercaron al tanatorio, a pesar de que fueron varios los años que Santiago Borja estuvo trabajando para ellos, incluso tras convertirse en Reyes por la abdicación de don Juan Carlos. Tampoco, lógicamente, el propio Rey emérito ha viajado desde Abu Dabi, donde se instalaba hace ya más de dos años.

Trabajó con don Juan Carlos desde sus primeros tiempos como monarca, llegando a la Casa Real de la mano del otro gran fotógrafo de confianza, Antonio Dalda, que acompañó al ahora emérito desde que era Príncipe. Pocos años después de ganarse la confianza del Rey tras conocerse en una entrevista y comenzar a trabajar con él, quiso que su compañero Santiago Borja fuera otro de los fotógrafos habituales del Palacio de la Zarzuela. Así lo fue hasta 2018 cuando, por razones desconocidas, don Felipe y doña Letizia decidieron rescindir su contrato.

Pero hasta entonces fueron más de tres décadas de trabajo junto a los reyes Juan Carlos y Sofía y el actual monarca y su esposa, siendo espectador y transmisor de los momentos familiares e institucionales más importantes de las últimas décadas. Su cámara captó algunos momentos únicos de la boda de los entonces Príncipes de Asturias, como también fue testigo de excepción de las presentaciones oficiales de sus dos hijas, además de sus bautizos. También fue el responsable de que tuviéramos las fotografías del primer cumpleaños de la princesa Leonor, algo excepcional con la privacidad con la que la familia real suele celebrar esas fechas señaladas.

De igual forma, también estuvo presente en algunos momentos históricos de la vida de nuestro país. Quizá el más importante de los últimos años: fue uno de los primeros en conocer que el rey Juan Carlos tenía previsto abdicar, ya que fue una de las pocas personas que estuvieron presentes durante la grabación del discurso en el que el entonces monarca anunciaba que dejaba el trono en manos de su hijo. Su cámara también captó esa firma del acta de abdicación, el 18 de junio de 2014, tras la que don Juan Carlos dejaba de ser Rey, o algunas de las imágenes más icónicas del día siguiente, cuando su heredero le cogía el relevo en el trono.

Con la proclamación de don Felipe como Rey, cambiaron muchas cosas en Zarzuela, entre ellas algunas de las personas de máxima confianza que habían trabajado al lado del rey Juan Carlos. Don Felipe y doña Letizia querían una institución más moderna y, para eso, también había que renovar a parte del personal. Fueron muchos los nombres importantes que salieron de la Casa Real y otros muchos los que entraron y que siguen a día de hoy. No fue el caso de Santiago Borja, que fue uno de los que resistieron esa primera criba.

Los que conocen bien el funcionamiento del Palacio de la Zarzuela aseguran que su relación con los actuales Reyes, especialmente con doña Letizia, no era muy estrecha. Y claro, teniendo en cuenta que el fotógrafo oficial acompaña a los Reyes en cada momento público -y también algunos privados-, el tener cierta confianza y complicidad suma muchos puntos. Así, sin que se anunciara de forma oficial ni se explicaran los motivos, Casa Real dejaría de contar con los servicios fotográficos de Santiago Borja a finales de 2018, un dato que se sabe gracias a esas cuentas que se publican anualmente, atendiendo a esa transparencia que prometió el nuevo monarca al acceder al trono.

Solo unos meses después de dejar de prestar sus servicios a la Casa Real, Santiago Borja se enteró de que estaba enfermo, conviviendo con el diagnóstico hasta que falleció, hace solo unos días. Sus retratos, su trabajo y su lealtad al rey Juan Carlos quedarán para el recuerdo.