Kate Middleton, la duquesa diamante: el misterio (y las teorías) sobre su nuevo anillo

Deslumbrante. Así es como muchos portales de Reino Unido han descrito la última aparición de Kate Middleton, el pasado martes en Buckingham Palace, durante la recepción para el cuerpo diplomático que organizó la reina Isabel II. Y es que sobre el vestido de Alexander McQueen que eligió la duquesa de Cambridge para esta cita, resaltaban sus joyas, especialmente el collar y los pendientes, extraídos directamente del joyero real.

Pero hubo un elemento de su look que no ha pasado desapercibido para nadie y del que, hasta ahora, no se ha confirmado el origen. Se trata de un anillo, también de diamantes, que lucía en el dedo anular de su mano derecha, habitualmente desnuda. Desafortunadamente, coincide que la prensa no tuvo acceso a esta cita y fueron los fotógrafos oficiales los que distribuyeron el material, por lo que las fotografías que hay de Kate Middleton no son muy variadas. Y lógicamente, tampoco hay un plano en el que el anillo se pueda ver con nitidez.

Son muchos los perfiles en redes sociales y páginas web dedicados a los estilismos de Kate Middleton, por lo que cuando hay un elemento nuevo o alguna prenda de estreno, no tarda mucho en ser identificado. Pero no es el caso de este anillo. Algunos apuntan que su origen es el mismo de los pendientes, unas piezas pertenecientes a la reina Isabel que supuestamente recibió como regalo de un gobernante de Oriente Medio -tampoco ese dato ha sido nunca confirmado- y que la monarca estrenó durante la visita de estado del rey Fahd de Arabia Saudita en 1987.

Otros tienen la teoría de que puede ser un regalo del príncipe Guillermo, especialmente por la importancia que la propia Kate le ha dado a la pieza. Es muy raro que lleve otros anillos que no sean sus tres habituales, todos en el dedo anular de la mano izquierda. Por eso, los más entendidos en el estilo y costumbres de la duquesa de Cambridge creen que esta es la teoría más acertada, puesto que tiene que tratarse de una sortija muy especial para que la luzca, llegando a hacer sombra a su anillo de pedida, que es, sin lugar a dudas, su joya más preciada.