¿Experto en siestas? Así son las cabezadas que tienes que dar si trabajas de noche

Aquellos padres que tengan (o hayan tenido) bebés en casa, saben que en el momento en el que se vuelve del hospital a casa, después del parto, se acaba, al menos durante unos cuantos meses (y en los peores casos, unos cuantos años), el dormir por las noches, que pasa a ser un recuerdo lejano.

Algo similar, menos traumático pero igual de incómodo, puede resultar para algunas personas los turnos de noche, que en ocasiones se nos encasquetan a pesar de nuestra voluntad y que implican cambios muy profundos dentro de nuestro reloj biológico.

"Para empezar, una siesta de 90 minutos para conseguir un buen desempeño mental a largo plazo"

Durante mucho tiempo se ha querido dar una solución concreta a estas personas, que acaban, como es lógico, echando una cabezada aquí y allí, donde pueden, durmiendo de día con todas las persianas cerradas a cal y canto y que, a pesar de ello, se pasan cansadas horas y horas por la noche y por el día.

Es posible pensar que los científicos del mundo jamás prestarían atención a algo así, un problema que, por incómodo que sea para aquellos que lo padecen, no hace que se detenga el mundo; pero estaríamos equivocados. Esto se debe a que la profesora de la Universidad de Hiroshima (Japón), Sanae Oriyama, ha publicado un estudio en el que establece, científicamente, qué tipo de siestas se deben hacer, así como su duración exacta, para reducir al mínimo el cansancio nocturno de aquellas personas que, por su situación particular, no pueden disfrutar de un reparador descanso por las noches.

La solución que propone la investigadora se basa en una serie de investigaciones que tanto la investigadora como su universidad asociada realizaron entre los años 2012 y 2018 para averiguar cómo afectaba el descanso diurno a personas que tenían la obligación de estar despiertos un total de 16 horas (la mayor parte de ellas por la noche).

El primer factor que desecharon puede resultar controvertido en España, pues rechazan la definición de siesta para cualquier descanso que se prolongue más de 120 minutos (nuestras siestecitas de 3 horas, un sábado, después de una comida copiosa, son consideradas por los japoneses como dormir de verdad).

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Después de definir el concepto de siesta, la investigadora descubrió que hacer esos 120 minutos del tirón da peores resultados que partirlo en dos. El reparto, según explica, debe ser del siguiente modo: "Para empezar, una siesta de 90 minutos para conseguir un buen desempeño mental a largo plazo y, después, una pequeña cabezada de 30 minutos para conseguir unos niveles más bajos de fatiga mental, así como mejorar el tiempo de reacción. Esta estrategia de combinación puede tener un gran valor para la eficiencia laboral a primerísimas horas de la mañana, así como para la seguridad laboral de esos individuos".

Por supuesto, en España (aunque la siesta es el prejuicio externo que menos tiene que ver con nuestra realidad, al menos no si tenemos una familia que depende de nosotros, o un trabajo, o algo que estudiar, o hobbies o...) seguiremos echándonos nuestras siestas como nos dé la gana, pero que sepamos que 90+30 es lo que mejor resultado da.