Síntomas y soluciones de los golpes de calor en adultos

¿Qué debemos hacer cuando le da un golpe de calor a alguien de nuestro entorno? Las altísimas temperaturas que estamos soportando están provocando que muchas personas sufran episodios de insolación. Para ello, es muy importante evitar hacer ejercicio físico durante las horas centrales del día y huir de la exposición solar durante un largo tiempo.

Si tenemos que trabajar en la calle, es clave hidratarse constantemente, echarse agua fría por encima de la cabeza y llevar ropa fresca para que nuestro cuerpo no coja mucha temperatura. Pero ¿qué debemos hacer si nos da un golpe de calor? Si una persona sufre hipertermia (temperatura corporal por encima de los 40 grados), es evidente que algo raro sucede. La ausencia de sudoración es el signo clave que nos indica deshidratación y el golpe de calor.

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Además, la frecuencia cardiaca de nuestro cuerpo y la debilidad aumentan varios grados hasta que llegan los mareos e, incluso, los vómitos. Si el golpe de calor es severo, la persona puede perder la conciencia en un momento dado. Ante una situación de este tipo, ¿qué hay que hacer para que el golpe remita?

Síntomas del golpe de calor

No se debe bajar la temperatura de la persona de manera muy brusca. Lo primero, tal y cómo indica La Razón, pasa por llamar a los servicios de emergencia para que operen de manera correcta. Después, es importante aislar al individuo del entorno del calor y humedecer la piel con agua fresca y cambiarle la ropa que esté caliente por otra que esté a una temperatura más fresca. Si hay pérdida de conciencia, no se debe hidratar a la persona por vía oral, sino que serán los médicos quiénes le hidraten por vía venosa.

Evita enfriar de manera súbita la temperatura de la persona que ha sufrido el golpe de calor

Durante el verano, hay que tener especial cuidado con los menores y con los ancianos. Estos dos colectivos son los que menos reservas energéticas tienen y los que más posibilidades tienen de sufrir un golpe de calor. Las personas mayores tienen menos agua en el organismo y, por lo tanto, tienen más posibilidades de deshidratarse y de sufrir una insolación.

No siempre se debe acudir a urgencias tras sufrir un golpe de calor. El primer paso es comprobar la temperatura corporal del paciente. Si está por encima de los 38º, y el paciente no se encuentra bien y no hay una razón de peso para que así sea, si es el momento de acudir a un centro hospitalario para que sea revisado. Un golpe de calor mal atendido puede tener consecuencias muy graves.