¿Qué es la neurodiversidad? Un término desconocido hasta ahora para el ser humano

El término neurodiversidad era, hasta hace poco tiempo, un término totalmente desconocido en el ser humano. Con él se describen las amplias y variadas diferencias que se encuentran en el cerebro humano. Ahora, gracias a la irrupción de las redes sociales, muchas personas pueden conocer las diferencias neurológicas que hay entre los individuos.

Muchos usuarios han concluido que, gracias a las redes sociales, han podido darse cuenta de que las personas son neurodivergentes. Sin duda, la pandemia sirvió para que muchos descubrieran este mundo y acabaran conociendo a otros parecidos con las que relacionarse, tal y como cuenta BBC Mundo.

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La neurodiversidad es el reconocimiento de que la mente puede funcionar de diferentes maneras. Estas diferencias se producen de manera natural en el cerebro humano. Lawrence Fang, director del proyecto de neurodiversidad de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), define la neurodiversidad de la siguiente manera: “Es solo una forma de describir que nuestros cerebros son diferentes y, como cualquier ser humano, no serás bueno en todo”.

La clave de las redes sociales

Sin embargo, Lawrence Fang asegura que hay muchas personas “que no son capaces de reconocer que existen fases neurodivergentes en su cerebro. Generalmente, la neurodiversidad es algo que es casi imposible de ver durante la mayor parte del tiempo. Las personas neurodivergentes pueden padecer variaciones cognitivas como el autismo o trastorno por déficit de atención”.

Un movimiento creciente en las redes sociales ha permitido que muchas personas hayan logrado conocer si son o no neurodivergentes. Por ejemplo, Rosie Thomas, que tiene 33 años, ha sido diagnosticada con TDAH, gracias a que, en 2020, entró en un grupo de personas de su misma condición en redes sociales.

Hasta entonces, Rosie reconocía que era incapaz de encontrar una respuesta a sus problemas de comportamiento: “No encontraba la solución. Mi psiquiatra me decía que estaba deprimida y que tenía problemas, pero yo sabía que no tenía depresión. Por fin, pude saber que lo que tenía eran problemas de disfunción ejecutiva”.