El pasado fin de semana, y en medio de una escalada de tensión a su alrededor, Corea del Norte celebró su primer festival aéreo, bautizado como el festival Internacional de Amistad Aérea de Wonsan, y en él se han podido ver escenas cuanto menos sorprendentes.

Por ejemplo, un F-16 en miniatura y por control remoto tomando la pista, así como un J-10 chino, también a escala reducida. La presencia del modelo norteamericano resulta especialmente llamativa, si tenemos en cuenta las virulentas quejas que el gobierno norcoreano expresa a menudo por la presencia de tropas y aviones estadounidenses en las bases de Corea del Sur. 

El espectáculo sin embargo encantó al público, o esa es la impresión en las fotografías del evento distribuidas por la agencia de información oficial, en las que aparecen cientos de personas aplaudiendo y saludando a aviones, helicópteros y paracaidistas. Estos últimos cerraron el evento, cayendo sobre el suelo con enormes banderas del país y del partido del gobierno. 

Si la presencia de un modelo de caza estadounidense resulta sorprendente, lo es más aún la exhibición de varios helicópteros militares Hughes MD 500, también de fabricación estadounidense, que han hecho a los observadores internacionales preguntarse si las sanciones internacionales contra Corea del Norte han sido violadas, según cuenta 'The Guardian'.