Imágenes después de la tragedia: cinco años tras el terremoto y tsunami de Japón
En los próximos días se cumplen cinco años del tsunami que azotó Japón, un fenómeno que provocó una de las grandes catástrofes nucleares de la historia
Norio Kimura, de 50 años, perdió a su padre, a su mujer y a su hija en el maremoto. En la imagen, posa con una fotografía de su hija Yuna en un templo en Okuma, en plena zona de exclusión, cerca de la central nuclear.
Norio Kimura visita el colegio de su hija, Yuna, desaparecida durante el maremoto que asoló Japón el 11 de marzo de 2011.
Kimura no ha dejado de buscar el cuerpo de su hija, desaparecida durante el tsunami que siguió al terremoto de magnitud 9 que tuvo su epicentro a pocos kilómetros de la costa oriental de Japón.
Kimura contempla las pertenencias de su familia en un templo situado dentro de la zona de exclusión de la central nuclear.
Kimura cambia las flores en un templo que ha construido a su familia en una colina detrás de su casa. El templo se encuentra a pocos metros de la playa.
Detalle de una zapatilla de Yuna, hija de Norio Kimura, y que desapareció el día del tsunami. Las pertenencias de la pequeña se encuentran en un templo en la zona de Okuma, cerca de la central.
La costa de Natori sufrió la fuerza del mar a consecuencia del maremoto que azotó Japón en 2011.
La ciudad de Natori recupera su aspecto cinco años después del tsunami.
Un voluntario alimenta a un grupo de cisnes en la zona de exclusión de Okuma. Los residentes de la zona pueden acceder cuando las autoridades lo permiten para que busquen a sus seres queridos.
Un reportero de Reuters registra una medición de 9,76 microsieverts, el equivalente a una radiografía dental. La imagen está tomada frente a la escuela Kumamachi, en la región de Okuma.
Kesennuma, a unos 230 kilómetros de Fukushima, recobra la normalidad después de que un buque fuera arrastrado hasta el casco urbano
Takayuki Ueno, de 43 años, busca a sus hijos y sus padres en la zona de exclusión. Sus familiares están desaparecidos desde el 11 de marzo.
Ueno posa frente a su casa, en Minamisoma, que todavía registra las secuelas del tsunami que provocó el terremoto registrado el 11 de marzo.
La residencia de Ueno todavía conserva la decoración del 11 de marzo de 2011. Entre los enseres que se encuentran en la vivienda hay un retrato de Kotaro, su hijo pequeño.
El tsunami arrasó la ciudad de Natori hasta el extremo de que no se pueden distinguir las calles en esta imagen.
Cinco años después, la ciudad está lista para ser reconstruida.
La zona de exclusión de Fukushima permanece inalterable cinco años después del maremoto. En la imagen, un juguete en la zona de exclusión de la central.
La destrucción del tsunami se notó a lo largo de una gran parte de la costa oriental de Japón. La ciudad de Rikuzentakata, a 250 kilómetros de Fukushima, ya muestra algunas señales de recuperación.
En la localidad de Futaba, en plena zona de exclusión, se puede leer, aunque algo borroso, el siguiente anuncio: "Energía nuclear. La energía para un futuro mejor".
Una vivienda en plena zona de exclusión todavía muestra los destrozos causados por la subida del nivel del mar.
Los sacos con tierra contaminada se agolpan en una playa en la zona cercana a la central nuclear de Fukushima.
Una guardería en los alrededores de Fukushima muestra claros signos del paso del tiempo. El césped ha crecido hasta el punto de comenzar a sepultar los columpios y otras estructuras pensadas para que los niños jugaran en sus momentos de ocio.
Un barco destruido reposa a pocos metros del mar en la zona de exclusión cerca de la central nuclear.
La ciudad de Naraha, a cinco kilómetros de la central nuclear, también sufrió la virulencia de las olas.
Se encuentra a cinco kilómetros de la central nuclear de Fukushima, pero la ciudad de Naraha ha logrado recomponer, en parte, su aspecto.
En los próximos días se cumplen cinco años del tsunami que azotó Japón, un fenómeno que provocó una de las grandes catástrofes nucleares de la historia de la humanidad. Sólo el terremoto y posterior maremoto causaron 16.000 muertos y 2.500 desaparecidos.
La central de Fukushima Daiichi sufrió daños a causa de la gran ola que barrió la costa japonesa que inutlizaron por completo los reactores y detuvieron la producción energética hasta la fecha. Hasta cuatro reactores se vieron afectados por el desastre, cuya magnitud se ha comparado con el de Chernobil.
Cinco años después, la normalidad regresa a los alrededores de la central de Fukushima, que se tuvieron que evacuar después del incidente ante el miedo a que la población local pudiera sufrir los efectos de la radiación. La zona de exclusión se abre cuando las autoridades dan permiso para que los familiares de los desaparecidos busquen a sus seres queridos.
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