Socorrista, detector de metales, secapistas: los raros, pero necesarios, trabajos de los Juegos
Durante los quince días que duran los Juegos Olímpicos es inegable que los deportistas de todas las delegaciones participantes centran la atención. De las cámaras de
Antes de cada partido de voley playa, aparecen en pista los detectores de metales. Su trabajo está claro, detectar cualquier posible objeto que pueda suponer un problema para el correcto desarrollo del deporte o que pueda provocar culquier lesiones de las jugadoras. (Foto: Reuters/Adrees Latif).
Un primer plano del objeto que utilizan estos trabajadores para detectar las posible piezas metálizas escondidas bajo la arena. (Foto: Reuters/Adrees Latif).
Su presencia es una de las que más ha sorprendido durante estos Juegos de Río, pero la legislación obliga a que uno de ellos esté vigilando las aguas de la piscina aunque los que en ella estén nadando sean los números uno del mundo. (Foto: Reuters/David Gray).
En Río hay auténticas cuadrillas de ellos vigilando en todo momento las pruebas que se están disputando en el Centro Acuático Maria Lenk. (Foto: Reuters/Laszlo Balogh).
Además, como si de una piscina de comunidad se tratase, también se encargan de las labores de mantenimiento del agua. (Foto: Reuters/Stefan Wermuth).
Su imagen siempre resulta curiosa. Antes del inicio del sprint, un lanzador en ciclomotor o en motocicleta lanza a los participantes hasta alcanzar los 50 km/h, momento en el que él abandona la pista. (Foto: Reuters/Eric Gaillard).
Normalmente suelen dar 2,5 vueltas, aunque puede variar según la medida de la cuerda del velódromo. Esta es una de las disciplinas del ciclismo en pista en la que más accidentes se producen por la velocidad y los roces entre los ciclistas. (Foto: Reuters/Eric Gaillard).
Eric se ha convertido en uno de los hombres más queridos a la par que solicitados en la Villa Olímpica de Río. Los motivos son evidentes... (Foto: @rodger_sherman)
Las calles de Río también tienen que estar impecables para, por ejemplo, recibir a las corredoras del maratón. De ellos se encargan hombres como este. (Foto: Reuters/David Gray).
En el Rio Olympic Arena los gimnastas podían desarrollar sus ejercicios sin miedo a resbalones gracias a ellas, que con estos rodillos se encargaban de secar y recoger cualquier objeto, por pequeño que fuese, que pudiese incomodar a los atletas. (Foto: Reuters/Athit Perawongmetha)
Ellos se encargan de que el foso de saltos esté siempre en perfectas condiciones. Una marca fuera de sitio, podría suponer un salto nulo. (Foto: Reuters/Ivan Alvarado).
Esta labor de secado y acondicionamiento de las pistas de Voleyball suele ser realizada por los voluntarios que plagan las instalaciones. (Foto: Reuters/Yves Herman).
Al igual que en el caso anterior, los voluntarios siempre son vitales en el tenis, pero más aún los días en los que la lluvia dejan la pista impracticable y en sus masno recae la responsabilidad de que la competición se pueda reanudar. (Foto: Reuters/Toby Melville).
Todo tiene que estar impecable, así que cada día antes del arranque de la competición, una cuadrilla de limpiadores deja impecable cada cartel de cada recinto olímpico. (Foto: Reuters/Stefan Wermuth).
Tienen siempre un lugar privilegiado a pie de pista, pero nadie se lo cambiaría porque su trabajo consiste en vigilar al público, así que siempre se pierden lo que todos están mirando. (Foto: Reuters/Kai Pfaffenbach).
Durante los quince días que duran los Juegos Olímpicos es inegable que los deportistas de todas las delegaciones participantes centran la atención. De las cámaras de televisión y de los fotógrafos, de los espectadores que se congregan en las gradas, de los fans que siguen fielmente cada competición allá donde estén...
Pero, para que todo esté perfecto a la hora de la verdad es necesario la participación de los otros protagonistas de los Juegos: los trabajadores que hacen que todo esté perfecto en el arranque de cada jornada de competición.
Algunas de sus ocupaciones pueden resultar hasta cómicas, y otras posiblemente nunca imaginaste que existieran, pero todas ellas son tan necesarias como la que más. Sin ellos, los Juegos Olímpicos de Río no serían posibles.
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