El Dash 8 de dos hélices de Air Greenland sobrevoló el fiordo de Qingua, hizo un descenso rápido a lo largo del fiordo de Kangligdlit y viró en dirección este para entrar en aquella estrecha línea de 1.947 metros que conformaban la pista de la antigua base aérea de Narsarsuaq. Un golpe en seco y el ruido de motores eran el anunció de que acababa de aterrizar en la base aéreaBluie West One
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