Una cosa es lo que uno observa cuando va el cine a ver películas como 'El Gran Hotel Budapest', 'Wall E' o 'Interstellar'. Y otra bien diferente lo que se esconde detrás de los colores de estos filmes. O al menos lo que el artista británico Dillon Baker ha descubierto detrás de estos colores.

"Siempre me ha intrigado el uso del color en las películas como herramienta visual para contar las historias. Así que creé un programa informático que coge cada fotograma de una película y comprime sus colores dominantes en una linea vertical, creando una línea de tiempo con toda la paleta de colares usados durante el filme", explica Baker en su web, a la que el diario londinense 'The Independent' acaba de dedicar un artículo. 

El resultado del experimento bascula entre la abstracción y la psicodelia. Una paradoja colorista que obligará a exprimirse las neuronas a los aficionados al cine.