La república del LSD
Españoles: ¡Timothy Leary está vivo! De acuerdo, murió en 1996, pero el padre del LSD ataca de nuevo con la reedición de su autobiografía, LSD Flashbacks,
La gran controversia cultural de los años psicodélicos. Carlos Castaneda, escritor peruano que investigó las raíces milenarias de los estados alterados, es para algunos el gran gurú antropológico de la Era de Acuario. Para otros, una charlatán de feria. Para todos: uno de los escritores más influyentes de los sesenta (que se dice pronto).
La rama científica del hippismo. Albert Hofman, químico e intelectual suizo, fue el primero en sintetizar, ingerir y experimentar con los efectos psicotrópicos del ácido. Y vibró para contarlo...
Primera pedrada de Leary a principios de los años sesenta. Señora: si ve usted cómo la realidad empieza a ondularse, déjese llevar: es que va usted por el buen camino, el camino de la psicodelia. O Leary, Ralph Metzner y Richard Alpert contando sus experiencias académicas, religiosas y terapéuticas con las drogas.
Hippies, policías, drogas psicodélicas, ciegos absurdos, revolución exterior y revolución interior, Vietnam, Nixon y el amor libre. Una historia social del LSD y, por extensión, de los frenéticos años sesenta.
El libro que certificó la muerte de la utopía hippie. Hunter S. Thompson se embarca en un viaje por la América profunda cargado con un arsenal de drogas. ¿El Sueño Américano? Ni está ni se le espera. Un hito cómico.
Los sesenta recordados por un hombre al final de sus días. Leary resume su vida sin renunciar a las licencias psicodélicas. De enemigo público número uno a abuelo dispuesto a morir con las botas lisérgicas puestas.
El día que Tom Wolfe se subió al autobús más loco de todos los tiempos... En pleno hype hippie, Ken Kesey montó un tour por EEUU para demostrarle al FBI que uno podía recorrer el país de costa a costa propagando las bondades de la revolución psicodélica. Un clásico del nuevo periodismo.
Españoles: ¡Timothy Leary está vivo! De acuerdo, murió en 1996, pero el padre del LSD ataca de nuevo con la reedición de su autobiografía, LSD Flashbacks, publicada por Alpha Decay. La historia es conocida: profesor de Harvard y Berkeley se convierte en defensor a ultranza del uso del LSD, estalla el hippismo, el Gobierno ilegaliza el LSD en 1966, y así sucesivamente.
Leary tras probar los hongos psilocybe en un viaje a México en agosto de 1959:
“La experiencia psicodélica es un viaje a nuevos realismos de la conciencia. Los alcances y el contenido de las experiencias no tiene límites, pero su rasgo característico es la trascendencia de conceptos verbales, de las dimensiones de espacio y tiempo, y del ego o la identidad. Experiencias de conciencia agrandada pueden ocurrir de varias formas: privación de los sentidos, ejercicios de yoga, meditación disciplinada, éxtasis religioso o estéticos, o espontáneamente. Más recientemente se han vuelto disponibles para cualquiera a través de la ingestión de drogas psicodélicas como LSD, psilocibina, mescalina, DMT, y otras. Por supuesto, la droga no produce la experiencia trascendente, meramente actúa como una llave química que abre la mente, libera el sistema nervioso de sus patrones ordinarios y estructuras”.
Pero Leary no fue ni el primero ni el último en hablar sobre el LSD. Guía de libros imprescindibles para entender el impacto cultural de las drogas psicodélicas en los años sesenta.
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