El pasado de Lavapiés y El Rastro
Lavapiés y El Rastro forman parte del barrio madrileño de Embajadores que tiene sus límites en la calle Atocha, Concepción Jerónima, Toledo, Ronda de Toledo, Ronda
Lavapiés y El Rastro forman parte del barrio madrileño de Embajadores que tiene sus límites en la calle Atocha, Concepción Jerónima, Toledo, Ronda de Toledo, Ronda de Atocha y la Glorieta de Carlos V. Ambas zonas, son conocidas como los barrios bajos de Madrid, tanto por su disposición geográfica (ya que están situados en unos terrenos que descienden al Manzanares) como por la renta de la población que vive en ellas. Después de una Edad Media agrícola, Embajadores ve surgir en el S. XV su primera industria, con los mataderos y en el S. XVIII y XIX las primeras reales fábricas (de coches, de tabacos, de salitre...) lo que provoca que acuda gente del campo en busca de una nueva vida. La mezcla de andaluces, manchegos o aragoneses hizo que en el barrio convivieran forzosamente culturas diferentes convirtiéndose en una clase de tipos populares que van a caracterizar el casticismo madrileño. Para muchos de los que vivieron en Lavapiés aquel barrio fue el primer escalón para empezar a prosperar y después marcharse. Aunque no sé qué tienen esas calles que los que fueron de allí siempre regresan a recordarlo con nostalgia. Carlos Osorio nos devuelve con este libro –editado por Temporae- el pasado de Lavapiés y El Rastro a través de fotografías y de su historia. Y nos lo presenta como lo que es en sí mismo: mestizaje de culturas, casticismo, autenticidad.
{{ totalrecords }} comentarios
{{ user.alias }}
{{ date }}