Los castos retoques del franquismo en el septimo arte
Durante 40 años, el sistema franquista intervino en numerosas películas para 'tapar' aquello que consideraba 'lascivo' o subido de tono. La manipulación de imágenes fue una
En la década de los años 50, los censores decidieron añadir un trozo de vestido a la altura del pecho de la estrella estadounidense Marilyn Monroe con el resultado que puede verse en la imagen izquierda.
A la derecha, portada de la guía promocional de El hijo pródigo (Richard Thorpe, 1955); a la izda., cartel del estreno en España, de 1958. A Lana Turner le han cubierto el escote, el vientre y los muslos, pero el adecentamiento llega también a las señoritas que aparecen en el lado inferior derecho.
Los editores del álbum de cromos que se ve a la derecha usaron la imagen promocional de (Charles Vidor, 1946) de la izda. Eso sí, tapándole el muslo y el vientre y borrando su cigarrillo.
La principal variación entre el diseño original francés (izda.) de La piscina (Jacques Deray, 1969) y el que realizó Jano en España radica en que a Romy Schneider le han colocado un bikini negro.
Dos programas de mano idénticos de Muere una mujer (Mario Camus, 1956) de no ser porque a la bella rubia dibujada por Viciano le han ocultado el enorme busto con una especie de estola de piel.
A la izquierda, un plano de la secuencia de Dos pasiones y un amor (Anthony Mann, 1956) que ilustró el programa de mano (dcha.). A Joan Fontaine le cubrieron los hombros y le quitaron la copa; a Sara Montiel le subieron el escote.
Esta imagen de Sara Montiel ilustraba una información sobre la visita de la actriz manchega a la Mostra de Venecia en 1958. A la izda. se ve tal y como apareció en la revista turca Hayat; a la dcha., como apareció en la española Primer plano. Nótese el escote.
El escote en la fotografía de la izquierda de la actriz estadounidense Ava Gardner resultó intolerable en los años 50 para la censura franquista, que lo dejó como se ve en la imagen de la derecha.
La actriz italiana Sophia Loren posa en una postal promocional en la década de los 50. A la dcha., la imagen original. A la izda., la versión retocada a la altura del busto que se comercializó en España.
Durante 40 años, el sistema franquista intervino en numerosas películas para 'tapar' aquello que consideraba 'lascivo' o subido de tono. La manipulación de imágenes fue una constante en la iconografía de aquella época.
Centenares de carteles, fotogramas y fotografías componen 'La censura franquista en el cartel de cine' (Notorius ediciones). En sus páginas podemos ver las imágenes originales y la versión censurada.
Todo un disfrute para los amantes del cine, para los curiosos, para los coleccionistas de rarezas y para todo aquel que quiera conocer un pedacito, visualmente fascinante, de la historia de España. Si Franco hubiera conocido el 'Photoshop'...
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