Jesús, madrileño de origen, explica que la primera vez que escuchó dentro de la cárcel la palabra RisCanvi cogió un diccionario. “Pensé que era inglés”, dice hoy sonriente sentado en un bar en Sabadell. RisCanvi es en realidad el nombre de un algoritmo que se utiliza en las cárceles de Cataluña desde hace 15 años. Un programa informático —cuyo nombre proviene de la combinación de las palabras riesgo y cambio, en catalán— que trata de medir cómo de probable es que un interno vuelva a cometer un crimen.
Jesús hoy está en libertad condicional y acaba de regresar de Montmeló, una ciudad cercana a Barcelona, donde trabaja para una empresa de muebles. Pero, como todos y cada uno de los cerca de 8.000 presos y presas que hay en las prisiones catalanas, él también ha sido analizado en múltiples ocasiones por RisCanvi.