Como cuenta Jesús Chapado, esta apuesta viene de lejos: “Llevamos trabajando en el InnovaHub aproximadamente dos años, pero el proceso nació un año antes, cuando decidimos cambiar el modelo de innovación, basándolo en la investigación y desarrollo y migrándolo hacia un modelo más basado en el ecosistema, un modelo de innovación abierta”.
En este sentido, las opciones de innovación y desarrollo son cada vez más numerosas: “Hemos trabajado en seis líneas. Una primera línea en la que potenciamos la digitalización avanzada de nuestros activos, buscando fundamentalmente eficiencia en los procesos; una segunda buscando nuevas formas de relacionarnos con el cliente, una tercera ofreciéndole nuevos productos y servicios, una cuarta avanzando en la generación distribuida y el autoconsumo para ofrecer servicios ligados al concepto del prosumidor, una quinta en el ámbito de la movilidad sostenible, intentando imaginar cómo pueden ser los futuros vectores energéticos ligados a la movilidad, y una sexta en el ámbito de la economía circular, intentando avanzar en procesos neutros en carbono, de tal forma que somos capaces de transformar residuos en combustibles ligados al hidrógeno y al biometano”.