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No solo para las familias: el coche eléctrico es el futuro de las empresas

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Un coche eléctrico recargándose
Un coche eléctrico recargándose

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a Ley de Cambio Climático pretende que en España solo circulen coches no contaminantes a partir de 2050; los coches de empresa podrían ser la clave

Por Jaume Esteve

Combatir el cambio climático pasa, ineludiblemente, por la reducción de emisiones. En esta carrera en la que todos tenemos que arrimar el hombro, cambiar nuestros hábitos de movilidad se ha convertido en un acto de responsabilidad para atajar el CO2 que enviamos a la atmósfera. Un informe del Parlamento Europeo publicado en 2019 certificó que los coches emitían el 60% de gases contaminantes en el sector del transporte por carretera.

La alternativa al vehículo de combustión ya circula entre nosotros. El coche eléctrico gana terreno de forma todavía lenta, pero con pasos seguros. Entre los motivos se encuentran el progresivo abaratamiento de las baterías (y del precio de los utilitarios), el aumento de la autonomía y también de los puntos de carga en la vía pública que están facilitando dicha transición. Todo ello va de la mano del ahorro que supone no depender del precio del petróleo.

El Gobierno se ha marcado el objetivo de lograr un parque de vehículos eléctricos de cinco millones en 2030

Las cifras, sin embargo, demuestran que al coche eléctrico todavía le queda camino por recorrer. El pasado mes de septiembre se matricularon 2.045 vehículos eléctricos, según cifras de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). El dato supuso un crecimiento del 152% respecto al mismo periodo del mes anterior, lo que sin duda se puede interpretar como una cifra positiva, pero que palidece cuando se pone en conjunto con todo el parque automovilístico español. En esa clasificación, los eléctricos solo suman el 1,6%.

El Gobierno español se ha marcado el objetivo de lograr un parque de vehículos eléctricos que llegue a los cinco millones en 2030. El pasado marzo, el número de coches ‘limpios’ se cifraba en algo menos de 24.000 unidades, una cifra muy alejada de las previsiones para finales de la década.

Coches aparcados al aire libre en un parking

La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) o la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico creen que debe ser el sector empresarial quien dé un impulso a este sector. “Muchas empresas de transporte en la última milla están empezando a tirar de ello. Supermercados, reparto a domicilio… Para ellos es una forma de economizar gastos” —explica Sergio Dávila, delegado de Asturias de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos— “Hay un margen que no siempre están explotando quizá porque no se tiene esa visión de futuro”.

En este sentido, en nuestro país ya hay iniciativas de este estilo en marcha como el Proyecto MARES, con el que Correos Express ha querido fomentar métodos alternativos (bicis y coches eléctricos, vehículos a gas) para la entrega de paquetería. Es un paso importante ya que, según un informe de Deloitte, el 25% de las emisiones totales de gases contaminantes en España proceden del transporte de mercancías. Además, el 20% de los atascos que se produce en zonas urbanas viene provocado por este tipo de transporte.

Más de la mitad de matriculaciones de eléctricos en 2019 (5.779 coches) fueron para uso corporativo, un hecho que ilustra hasta qué punto la empresa también está tirando del carro del vehículo sostenible. En los últimos meses se han puesto en marcha iniciativas para fomentar esta transición. Un ejemplo es el renting OneElectric, de Endesa X, que incluye todo en un mismo paquete: el alquiler de un vehículo electrificado (también incluye los híbridos enchufables) y la instalación de puntos de carga tanto en la oficina como en los garajes de los empleados, más el tradicional seguro, mantenimiento y neumáticos.

Tráfico en una autovía al atardecer

Más ayudas para el eléctrico

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en mayo por el Gobierno establece que en nuestro país solo podrán circular coches no contaminantes a partir de 2050. Además, prohíbe la venta de vehículos de gasolina o diésel a partir de 2040. Un objetivo ambicioso para impulsar la adopción de vehículos sostenibles. Para ello, el Ejecutivo anunció un plan de ayudas de 3.750 millones de euros de los que 100 millones se destinaron a ayudas a la compra para particulares. ¿Es suficiente para impulsar la transición?

“Se necesitan más ayudas porque, las que hay, son escasas y se agotan muy rápido”, lamenta Dávila. Entre las medidas que cree que deberían ponerse sobre la mesa, además de las subvenciones, se encuentran “reducciones en los impuestos, como se hace en otros países”, así como un mayor labor pedagógica acerca de las ventajas de conducir eléctrico: “Se piensa que el coche es caro. Pero hay que hacer muchos números cuando compras. No solo es el coste inicial sino la vida útil, el combustible que vas a gastar o el mantenimiento. Son factores que la gente no tiene en cuenta al principio porque se echa para atrás al ver el precio”.

Más de la mitad de matriculaciones de eléctricos en 2019 fueron para uso corporativo

Manuel Pazos es un usuario que dio el salto hace algo más de un año. “No ha habido una razón concreta para pasarme a un coche eléctrico, pero sí una mezcla de varias”, explica. “Me gusta la tecnología que ofrece el coche, el silencio y suavidad al conducir, y el poder ‘repostar’ en casa por una décima parte de lo que me cuesta el de combustión. Estoy deseando que llegue el día que no haya humo, ni tanto ruido en las ciudades”, confiesa.

Entre las ventajas de conducir un eléctrico, Pazos resalta el ahorro no solo en gasolina sino en otras partidas: “Tengo un 75% de bonificación en el impuesto de circulación, puedo aparcar gratis en la zona azul, dispongo de plazas reservadas para coches eléctricos en centros comerciales y en la calle. Y la mayoría me dejan cargar gratis”. Además, las compañías eléctricas ofrecen tarifas especiales para vehículos eléctricos. Por ejemplo, Endesa, permite cargar sin costes entre la 1.00h y las 07.00h.

Un padre con su hija recarga su coche eléctrico

Este último punto, la carga, es uno de los grandes caballos de batalla a los que se han tenido que enfrentar los conductores. Una situación que, poco a poco, está cambiando en nuestro país. Este usuario de coche eléctrico cree que, con los progresos que se han hecho hasta la fecha, “desviarse un poco para poder cargar dejará de ser un problema en uno o dos años”. En la actualidad, España cuenta con más de 16.000 puntos para repostar, según Electromaps, y existen planes para ampliar esa cifra, como los 8.500 puntos de recarga de acceso público que Endesa se ha comprometido a instalar hasta 2023.

A las ventajas citadas, Dávila añade una adicional: el mantenimiento. “Al no haber partes mecánicas solo tienes que cambiar el líquido de los limpiaparabrisas, las escobillas, el líquido de frenos que apenas se usa y las ruedas. El gasto de una revisión puede estar sobre los 60 o 70 euros en la casa oficial”, zanja. El mercado español cuenta con una variada oferta y las infraestructuras cada vez llegan a más puntos de nuestro territorio. ¿El siguiente paso? Abrazar el eléctrico al mismo ritmo que en otros países europeos.