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La empresa de frío industrial que consiguió crear un respirador

Jaume Esteve

La gasística GasN2 apuesta por la innovación en el sector de los gases. Gracias a su conocimiento en la materia ha podido poner su granito de arena para combatir el covid-19

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uando Oriol Martínez puso en marcha GasN2, hace casi una década, abrió una empresa en un sector en el que, en su opinión, “la prioridad de las empresas no era la innovación”. Para este ingeniero industrial el mercado tenía unas necesidades que las empresas no estaban cubriendo. Vio un nicho y decidió crear la suya con una apuesta estratégica clara por las nuevas tecnologías, cimentada en tres pilares. “Que sean más beneficiosas para el medio ambiente, más fáciles de usar —cuánto más básica, mejor— y más económicas”.

Hoy la compañía emplea a cerca de 60 personas y ya ha instalado más de 400 máquinas en el mercado. Hablamos de generadoras de nitrógeno u oxígeno que se necesitan en el ámbito sanitario o farmacéutico pero también para tratamientos térmicos, corte por láser o inyección de plástico. La industria de la alimentación también recurre a estas máquinas para generar frío, aunque lo que diferencia a GasN2 de otras empresas es que son capaces de captar el CO2 que se genera en ese proceso para reutilizarlo.

Algunas empresas necesitaban mantener sus productos a unas temperaturas muy bajas. “Hay quien lo hace con nitrógeno y quien lo hace con frío mecánico. El nitrógeno puede enfriar más mientras que el frío mecánico se queda en unos -35º”. El equipo de I+D de GasN2, apuesta estratégica de la compañía, dio con una solución que permitió llegar hasta -80º empleando gases refrigerantes, que generan un efecto similar al que se produce en una nevera, pero que tienen la ventaja de ser respetuosos con el medio ambiente.

El cuidado del entorno es uno de los asuntos que más preocupa a la firma. Uno de sus últimos proyectos está destinado a reducir la huella de carbono de una fábrica de leche con una tecnología que no solo permite recolectar el CO2 que emite el productor sino que lo utilizan para limpiar sus aguas antes de verterlas o devolverlas al sistema.

“Necesitan CO2 para regular el PH de las aguas residuales y limpiarlas antes de verterlas —ilustra Martínez—. Es un proceso en el que no se puede usar lejía directamente, porque acidifica el agua. El método que usaban hasta ahora era mezclarla con ácido sulfúrico pero les propusimos que lo hicieran con ácido carbónico”. ¿De dónde salía este nuevo compuesto? De las chimeneas de la fábrica, de donde se recogía, se transformaba para convertirlo en ácido carbónico que se mezclaba con un agua y que, además, no contenía sulfatos. “La parte industrial queda resuelta, la medioambiental, también, y reutilizan cosas que ya tienen”, certifica Martínez.

Un respirador contra la pandemia

Como en la mayoría del país, hace pocas semanas que en las oficinas de GasN2 la actividad sufrió un giro de 180º por culpa del covid-19. Uno de sus trabajadores se dio cuenta de que su pareja podía estar en situación de riesgo si se producía una situación de escasez de respiradores en el ámbito sanitario. Y la actividad de GasN2 estaba muy ligada a ese propósito de un respirador, que “mezcla oxígeno con aire, lo dosifica y lo suministrar en ciertas cantidades”. El equipo se encerró un fin de semana entero y a mediados de la semana siguiente ya tenían un prototipo. Trabajando con el equipo del Hospital de Terrasa pudieron obtener información para completar su producto.

El equipo se encerró un fin de semana entero y a mediados de la semana siguiente ya tenían un prototipo de respirador

El resultado fue el DAR, un ventilador mecánico invasivo —que ayuda a combatir la insuficiencia respiratoria través de un tubo endotraqueal—, del que se han fabricado “unas cien unidades” que se han repartido entre hospitales de Cataluña y Andorra. En una situación excepcional como la vivida en los últimos meses, en GasN2 se han topado con una realidad que les ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de cubrir determinados sectores de manera estratégica.

“Necesitamos hacer un respirador que no tenga nada que envidiar a lo que se hace en el mercado y, más importante, que todos los componentes con los que está hecho se produzcan aquí”, explica Martínez. “Hay ciertas empresas que son básicas en la estrategia de un país. Durante los meses de crisis sanitaria, los países que tenían respiradores decían que no salían de allí”. Cuando GasN2 se lanzó a la búsqueda de materiales, la compañía dio por hecho que encontrar componentes médicos para fabricar su respirador iba a ser complicado. Pero lo que no esperaban es que también hubiera escasez de componentes industriales. “Algunos países consideraban que eran materiales estratégicos y no se deshacían de ellos”, recuerda Martínez.

El proyecto logró salir adelante, entre otros, gracias al apoyo financiero y asesoramiento del Fondo Smart de Banco Santander —“nos dieron barra libre de disponibilidad económica”— y al duro trabajo de sus empleados que decidieron poner todos los recursos al servicio de las necesidades sanitarias del país.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

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