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Una comunidad de mujeres unidas por una tarjeta de descuentos

Isabel Rodríguez

Womancard es la materialización del proyecto de una joven madre emprendedora convencida del poder de la perseverancia

E

n plena era del empoderamiento femenino, ser mujer, joven, emprendedora y madre sigue dando un poco de vértigo. Sin embargo, de la capacidad para dejar a un lado los temores propios de cualquiera que pelea por sus sueños enfrentando un futuro incierto surge Womancard, una ‘startup’ con nombre de mujer, el de su CEO: Verónica Jiménez Folcrá. Su plataforma de descuentos permanentes para mujeres cuenta ya con la confianza de más de 100.000 usuarias y el aval de más de 300 marcas colaboradoras, unas cifras que van en aumento, con una proyección que parece no tener límites.

Su mente despierta y su experiencia como directora de marketing en una empresa que maneja el carné de descuentos para estudiantes la condujeron a su idea de negocio. “Cualquier sorteo que sacábamos, cualquier acción promocional... Eran directamente las mujeres las que más interactuaban, en un 72%” confiesa la CEO de Womancard con la seguridad de quien ha dado con la receta del éxito.

A partir de ahí, la cuestión estaba clara. Si los descuentos asociados a un carné de estudiante tenían fecha de caducidad (por sus limitaciones temporales o las propias condiciones de sus beneficiarios), había que buscar una solución para esas mismas mujeres que seguían demandando ventajas “durante el tiempo en el que sean madres, vayan a realizar compras familiares…”. Ese fue el germen de lo que es hoy esta plataforma de mujeres que ofrece descuentos permanentes tanto en tiendas físicas como en compras online.

La mecánica es sencilla: visita a la web, registro gratuito con un correo electrónico y contraseña y ¡voilà! Acceso a descuentos disponibles todo el año en más de 300 firmas de ocio, restauración, belleza y otros muchos sectores. “Lo que hace Womancard es cerrar acuerdos de colaboración con las marcas para que la mujer pueda disfrutar todo el tiempo posible” explica Jiménez.

Verónica recuerda sin perder la sonrisa que su primera presentación ante una gran marca fue con un PowerPoint. “Les dijimos: esta es la idea que tenemos, esto es lo que queremos hacer. ¿Cómo lo veis? ¿Entraríais directamente a la plataforma?” Y su respuesta no se hizo esperar. “Nos dijeron: ¿no existe nada como esto? Parecía obvio que tenía que existir y cuando les dijimos que no había ninguna plataforma asociada a descuentos ‘woman’ que pudieran utilizar durante todo el año, se sumaron inmediatamente”.

“Si una idea no la puedes compartir o no sabes compartirla es que no es una buena idea

Pero su aventura emprendedora está llena de momentos clave. “El mejor consejo que me han dado es que me rodee de un buen equipo, que las personas que estén a mi alrededor crean realmente en lo que están haciendo” confiesa Jiménez. Tal vez por eso recuerda con especial cariño el momento en el que creó el suyo. “Hay personas que salen de su trabajo (de un trabajo estable) por creer en una idea e irse en esta aventura conmigo. Eso para mí fue el detonante de decir ‘vale, se están haciendo las cosas bien’”.

Otro punto de inflexión en la historia de Womancard fue ganar en Madrid el premio Explorer Jóvenes con ideas, impulsado por Banco Santander y el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE). Ese fue su billete para desembarcar en Sillicon Valley, una experiencia de aprendizaje, muy enriquecedora, que les permitió reinventarse y mejorar. “Algo que nos comentaban allí es que si una idea no la puedes compartir o no sabes compartirla es que no es una buena idea. Aquí tenemos esa cosa del emprendedor español de ‘no lo voy a contar no vaya a ser que me lo plagien. Sin embargo, si no la compartes, si no abres esa idea a los demás, no puedes tener esa parte enriquecedora de conocer realmente al cliente, cómo es y qué es lo que quiere” explica Jiménez.

La joven emprendedora no duda al afirmar que la importancia de Womancard va más allá de ser una plataforma ‘woman’: “Es un proyecto de una mujer para mujeres. Al final lo que nos está enseñando es que podemos hacer una comunidad entre nosotras, no es solo una plataforma de descuentos para mujeres sino que también interactúan entre sí, pueden hablar entre ellas en la comunidad, contarse sus experiencias de compra… Es importante hacer ver a las mujeres que podemos”.

“Es importantísimo potenciar el emprendimiento femenino y que seamos nosotras mismas las que le digamos a las demás que podemos hacerlo”

En diciembre estrenarán aplicación para el móvil, un lanzamiento que llegará después de “muchísimo trabajo” y con la que, asegura, mejorarán la experiencia de las usuarias. Pero hay más. Su modelo de negocio escalable les llevará, próximamente, a desembarcar en Francia. No obstante, el futuro de Womancard pasa por seguir creciendo en la idea de que una mujer “vaya al país que vaya, pueda tener descuentos asociados directamente en el país en el que esté”, augura la joven empresaria que añade: “Vamos a crecer, estamos creciendo muchísimo y espero que crezcamos muchísimo más”.

Pero para llegar hasta aquí no solo ha tenido que superar retos del entorno empresarial, sino también del familiar. “Es complicado ser mujer, emprendedora y madre pero, al final, lo haces y sobre todo lo haces con muchísimas ganas y muchísima ilusión”, confiesa Jiménez que añade: “Cuando yo empecé esta aventura tenía un bebé de dos meses y lo que te dice el entorno es ‘¿cómo vas a salir adelante con esto?’, tienes una estabilidad laboral, es muy complicado que te metas en esto ahora”. Al final, lo que tienes que pensar es: si quiero trabajar por mis propios sueños, puedo hacerlo y el momento es el que yo pienso”.

Detrás de sus afirmaciones está lo que considera el ‘iceberg del emprendedor’: “Es muy bonito lo que se ve arriba pero muy complicado lo que tenemos debajo del iceberg, todo lo que hemos tenido que pasar para que se vea lo bonito. Pero hay que pasarlo porque al final merece la pena”. Y es que, la experiencia de Jiménez no entiende de techos de cristal, en buena medida, porque en su andadura no le ha faltado tesón. “Es importantísimo potenciar el emprendimiento femenino y que seamos nosotras mismas las que le digamos a las demás que podemos hacerlo. Da igual si tienes familia, si tienes hijos, si tienes una situación estable… Podemos hacerlo. Nadie nos tiene que decir que no” sentencia.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

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