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Este dispositivo evita el despilfarro de agua cada vez que te duchas

Sara Rivas

Aquareturn es un pequeño electrodoméstico que impide la salida del agua del grifo hasta que no alcanza los 35 grados

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radicionalmente, la escasez de agua ha constituido un problema de vital importancia en Alicante. Un día, mientras Alfonso Cuervo esperaba a que saliese el agua caliente de su ducha, pensó en el despilfarro que causamos hasta que logramos la temperatura que deseamos.

Su hobby desde que era muy pequeño siempre fue buscar soluciones a los problemas con los que se topaba en la vida. Una afición que le llevó a estudiar ingeniería industrial -carrera que no terminó- y a ocupar el puesto de director de I+D en diferentes empresas. Aquel agua fría desperdiciada despertó su inquietud y empezó a pensar en posibles soluciones.

Lo que tenía claro era que su idea no podía obligar a hacer un cambio estructural en los hogares. Tras desestimar la instalación de nuevas tuberías pensó en utilizar las ya instaladas para hacer circular el agua impidiendo su salida hasta que esta tuviese a una temperatura superior a 35 grados. En su sótano y con restos de electrodomésticos que encontraba en los contenedores fabricó el primer Aquareturn en tres semanas, un pequeño aparato que se sitúa en el lavabo del último baño del recorrido de la vivienda y hace circular el agua impidiendo su salida hasta que esta no alcanza esos 35 grados.

Imaginemos que queremos ducharnos. Abriríamos primero el agua caliente del lavabo en el que está instalado Aquaretum, que bloquea ese agua para evitar el derroche. Mientras esperamos, el agua circula por las tuberías hasta que alcanza la temperatura deseada. Cuando llega a los 35 grados, el dispositivo emite un sonido para indicarnos que podemos empezar a usar el agua caliente, que ya está disponible en cualquier grifo de la casa.

Aquareturn es capaz de ahorrar 28 litros al día por persona, lo que equivale a 10.000 litros al año

“Hablamos de sostenibilidad, de ciudades inteligentes, de ahorro de energía pero estamos desperdiciando el 23% del agua que llega a nuestra vivienda, algo que, sobre todo en la Comunidad Valenciana, no nos podemos permitir”, afirma Alfonso. Con la aspiración de poder marcar la diferencia, este ‘inventor’ decidió dejar su puesto de trabajo como director de I+D en una empresa de productos químicos para dedicarel 100% de su tiempo a Aquareturn. “Fue un paso complicado porque tenía dos hijos pero mi mujer, Alicia, me apoyó. Si no hubiese sido por ese soporte no hubiese podido salir adelante”, asegura.

Tras su primer prototipo, decidió examinar su proyecto. Un comité comandado por el CSIC le otorgó el documento de idoneidad técnica, lo que le avaló para poder comercializarlo con la seguridad de que podía ser instalado en cualquier hogar.

Además certificaron que este dispositivo es capaz de ahorrar 28 litros al día por persona, lo que equivale a 10.000 litros al año, con un consumo energético de tres euros al año por vivienda de cuatro personas. Pero aún faltaba algo más. “Mi mujer me dijo que era demasiado grande y antiestético”. Una línea de producción de Alcoy consiguió hacerlo más pequeño y atractivo y redujo su fabricación de cuatro horas por aparato a dos minutos.

Tres años después de la construcción del primer prototipo la empresa emplea a 11 personas

El primer Aquareturn fue comercializado en 2013 con apoyo de Banco Santander, tres años después de la construcción del primer prototipo. Hoy la empresa emplea a 11 personas y se distribuye, además de en España, en Italia, Francia, México, Chile, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Brasil, Perú, Grecia y Malta. Pronto abordarán el norte de Europa y los países escandinavos, ya que “allí aunque no tienen problema de escasez de agua tienen mucha conciencia ecológica”. “Sus más de 20.000 usuarios han ahorrado en estos años 1.000 millones de litros de agua”.

Desde aquel primer Aquareturn, el mercado ha visto tres diferentes modelos. “En todos se han ido introduciendo mejoras”, asegura Cuervo. Un ejemplo es su versión N8ICE, pensada para los lugares más fríos, como el mercado ruso. Su gran diferencia es su utilidad a la hora de evitar la congelación de tuberías. “Cuando el aparato detecta que el agua es inferior a cinco grados comienza a hacerla circular a una temperatura mayor con su simple movimiento y el apoyo al calor que transfiere la bomba de circulación”, explica.

La línea de producción de Alcoy actualmente permite fabricar 200.000 equipos al año. “Estamos preparados para abordar el mercado”, afirma Cuervo. ¿Su objetivo? Que ningún hogar “desperdicie un bien tan escaso como el agua”.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

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