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Conquistando por el gusto

El ‘foodtruck’

ecológico,

vegano y

sostenible

que despierta

conciencias

El ‘foodtruck’

ecológico, vegano

y sostenible

que despierta

conciencias

Por EC Brands

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oy nos han dicho que tendréis fajitas, ¿es verdad?”, pregunta una mujer morena a la chica que asoma medio cuerpo de un colorido ‘foodtruck’. Son las 12 de la mañana de un día de octubre. Esto es Marbella y las chanclas en otoño son el escenario ideal para los extranjeros -ingleses y alemanes- que viven en esta zona de España y que pasean por el Ecomercado de El Pinar de Elviria donde está Berta con una furgoneta adaptada para dar comidas, lo que hoy se conoce como ‘foodtruck’.

Que sea octubre y haga calor de verano no es lo único atípico en este escenario. Esas fajitas por las que preguntaba la mujer morena son veganas y ecológicas y se van a repartir desde una furgoneta que respira espíritu hippie de los 70 gracias a la decoración que ha puesto la madre de Berta. Dentro, ella y su pareja, Philip, se afanan por dejar todo listo para atender a los clientes a mediodía.

Aquí ofrecen comida vegana -todo está hecho con productos que no proceden de origen animal. No hay huevos ni leche- pero también ecológica certificada, es decir, que en su producción se hayan utilizado sustancias y productos naturales. Son AguaViento WaterWind, un ‘foodtruck’ eco-vegano. Hay desde chorizo para los que no comen carne -elaborado con calabaza y pimentón-, wadas -unos buñuelos de la India- o queso elaborado con pipas de girasol. También hacen tortilla de patatas -sin huevo- o hamburguesas que no son de carne. “Todo lo que puedas pensar, nosotros lo hacemos en vegano. Solo hay que elegir los ingredientes y hacerlo bueno. Es fácil ‘engañar’ a la gente si lo que te estás comiendo está rico”, explica Berta Pérez, su propietaria.

Intentan generar

el menor plástico

posible y han instalado

placas solares

Intentan generar el menor plástico

posible y han instalado placas solares

Esta furgoneta es puro empeño de esta gaditana que estudió pedagogía infantil con el objetivo de cambiar la educación. Pero la vida da muchas vueltas, Berta conoció a Philip y acabaron viviendo en el campo de la familia de Berta con la intención de vender los productos de la tierra. Pero la tierra no producía tanto, así que, mientras pensaban cómo ganarse la vida, también empezaron a interesarse por el mundo vegano, aunque ya eran vegetarianos. “Los restaurantes de la zona empezaron a pedirnos tartas veganas para venderlas y empezamos a darnos cuentas de que la gente demandaba este tipo de comida”, explica. Probaron con la venta de sus recetas en mercadillos. Y la aceptación fue buena, pero la idea de un restaurante era demasiado, así que optaron por la furgoneta.

“Es una forma de llegar a diferentes pueblos y festivales y crear conciencia. Queremos que la gente conozca qué es ser vegano”, apunta esta emprendedora. A la ecuación final para decantarse por ‘la comida en movimiento’ se sumó el nacimiento de su hijo con el que quería pasar el mayor tiempo posible “y con un restaurante era inviable. La furgoneta es la solución para estar tiempo con él y para generar conciencia sobre el veganismo. Siempre hay alguien que se interesa por lo vegano, te pregunta cómo hacer esta u otra receta, y por esa sola persona ya merece la pena este trabajo”.

La conciencia de la pareja no acaba ahí. Intentan generar el menor plástico posible con envases de madera o cartón reciclado, utensilios de acero inoxidable o, en caso de que no sea posible, plásticos que duren en el tiempo, rechazando los de un solo uso. Y, para cerrar el círculo, la ‘foodtruck’ lleva placas solares, lo que quiere decir que cuando se mueven por los mercados no necesitan enchufarse a la red para que la nevera o las luces continúen funcionando.

“Todo lo que puedas

pensar, nosotros

lo hacemos vegano”

“Todo lo que puedas pensar,

nosotros lo hacemos vegano”

Hoy Berta mira con orgullo su proyecto que ganó Gira Mujeres, una iniciativa de Coca-Cola que busca fomentar el espíritu emprendedor entre las mujeres y ayudarles a desarrollar sus ideas de negocio. “Aquello fue el empujón definitivo. La idea la tenía pero no sabía si apostar por ella o no”. Además, reconoce, fue mucha promoción. “Cuando al ayuntamiento le decía que quería poner una ‘foodtruck’ vegana, se extrañaban de que no vendiera ni un poquito de chorizo. Pero fue ganar el premio y me empezaron a animar, todo fue mucho más fácil”, reconoce.

La idea es redonda y da sus frutos pero Berta es sincera, el trabajo es duro. Con ese empeño de que la comida sea rica, asequible, artesanal, creativa y, además, lo más natural posible, pasan mucho tiempo en la cocina durante la semana para preparar parte de los productos que luego irán a vender con su furgoneta a diferentes mercadillos. Además, aunque el campo no les da para vivir sí que plantan tomates y otros productos que luego utilizan en sus recetas. Eso también es tiempo, pero la recompensa ha llegado pronto. Pueden vivir de ello gracias a que no pagan alquiler por vivir en casa de los padres de Berta, algo por lo que la gente les tiene como referente.

En Marbella sus clientes habituales les han preguntado varias veces en una sola mañana por qué no estuvieron en la anterior edición del mercadillo y dos veces tiene que justificar su ausencia por haber participado en otro evento.

Coca-Cola, con la mujer

emprendedora

Coca-Cola, con la mujer emprendedora

Berta Pérez fue la ganadora de la primera edición de Gira Mujeres, el proyecto social de Coca-Cola que busca fomentar su espíritu emprendedor a través de asesoramiento, formación, mentoría y un dinero para comenzar. Este proyecto también ayuda a aquellas que ya tienen su idea en marcha o quieren hacer crecer su negocio y a las mujeres que, en situación de vulnerabilidad, están en búsqueda de empleo, a través de orientación, formación e intermediación. Desde que echara a andar, el impacto de GIRA Mujeres ha sido grande. El proyecto ha brindado una oportunidad de futuro a más de 13.800 mujeres de 385 pueblos y 177 ciudades de toda España. En su tercera edición ha llegado a más de 4.600 mujeres, además de extenderse a las ciudades portuguesas de Lisboa y Oporto. La cuarta edición de GIRA Mujeres, en marcha desde octubre de 2019, prevé alcanzar a otras 4.000 mujeres antes de 2020.