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Las universidades europeas se unen para competir a nivel mundial

Sandra Carbajo

Una red pretende crear 20 consorcios, formados por diferentes universidades europeas, para que funcionen como una sola y permitir una movilidad casi automática

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a educación es una de las herramientas más poderosas para transformar la sociedad. Nelson Mandela hablaba de “arma para cambiar el mundo”, mientras que Malcom X lo definía como “un pasaporte para el futuro”. Una sociedad educada se traduce en una sociedad más crítica y, por tanto, capacitada para afrontar situaciones complejas.

Bajo esta premisa, nace el proyecto ‘Universidades Europeas’, “una iniciativa que surgió tras el 60 aniversario del Tratado de Roma (1957) con el objetivo de fomentar una educación de calidad y excelencia, tanto para los jóvenes como para los profesores”, explica Coral Martínez Iscar, directora del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE). Sin embargo, no fue hasta el Consejo de Gotemburgo, celebrado en mayo del 2018, cuando se estableció el camino a seguir y cuyo fin reside en alcanzar tres objetivos: “Objetivo de poder competir a largo plazo con las universidades en el ámbito mundial; objetivo de establecer un modelo a seguir para todas las universidades en el ámbito de la Unión Europea y, que duda cabe, un objetivo, sobre todo, de formar a nuestros jóvenes y a nuestros profesores para un mundo cambiante”, afirma la directora del SEPIE.

Pero, ¿en qué consiste el proyecto? ‘Universidades Europeas’, enmarcado dentro del programa Erasmus+, está concebido como una red de consorcios educativos, los cuales están formados en su mayoría por universidades de toda Europa. “La idea es que un estudiante o un profesor perteneciente a una determinada universidad pueda formarse en cualquiera de las otras universidades que constituyan ese consorcio como si fuera una sola”, remarca Coral. De este modo, el proyecto pretende eliminar aquellas barreras (burocráticas, legales, de vivienda, etc.) que dificultan, en la actualidad, la movilidad de los becados Erasmus+, haciendo que ésta sea casi automática.

“Con esto conseguimos competir a largo plazo, puesto que mercados como Asia o EEUU ya tienen redes o alianzas parecidas, además de fomentar los ideales del programa Erasmus: movilidad, tolerancia, ciudadanía y no discriminación, que resultan la clave del éxito del programa Erasmus”, manifiesta Coral Martínez.

El proyecto pretende eliminar aquellas barreras (burocráticas, legales...) que dificultan la movilidad de los becados Erasmus+

El proyecto de ‘Universidades Europeas’ se lanza por primera vez este año, en la convocatoria del programa Erasmus 2019. Es una convocatoria piloto y será gestionada directamente por la Comisión Europea con un claro objetivo: conseguir conformar para 2024 una red de 20 consorcios que compita a nivel mundial en el ámbito de la Educación Superior. Esta primera convocatoria tiene un presupuesto de hasta 60 millones de euros. Con ello, la Comisión pretende “formar 12 consorcios de ‘Universidades Europeas’. Cada uno podrá financiarse con un máximo de cinco millones de euros”, explica la directora. Actualmente se encuentran evaluando las candidaturas a los diferentes consorcios.

¿Y cómo se decidirán estos consorcios? Un comité de evaluadores externos, ausente de conflicto de interés, valorará los requisitos establecidos por la Comisión Europea, a través de un baremo puntuado. Una lista de criterios entre los que se valora el equilibrio geográfico o la estrategia a largo plazo de la propuesta.

Representación española asegurada

España es un referente del Programa Erasmus+. De acuerdo con el último informe anual de la Comisión, nuestro país sigue ocupando el primer puesto en recepción de estudiantes, una posición que mantiene desde 2001. En 2017, fueron 48.595 estudiantes en el sector de Educación Superior, muy por delante de Alemania con 34.387, Francia con 31.727 o Italia con 28.722. Además, en lo que se refiere a emisión de estudiantes, España ostenta la tercera posición con 40.079, justo por detrás de Francia (43.905) y Alemania (40.959).

Ante estos números, la representación española en esta red educativa está asegurada. “Se calcula que en torno al 20% de los consorcios presentados en esta convocatoria de la UE tienen representación española, así que yo creo que vamos a salir muy bien parados”, sostienen desde SEPIE. La labor del organismo, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, es asistir a las universidades españolas. El SEPIE publicó el pasado 6 de mayo en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una convocatoria propia para ayudar económicamente con los trámites administrativos a aquellas universidades españolas que se hubiesen presentado a la convocatoria europea.

Ya desde el impulso del programa Erasmus en 1987, la Comisión Europea ha usado la educación como una herramienta de cohesión. Un exitoso instrumento que ha permitido a nueve millones de personas disfrutar de una experiencia en la que se ha promovido la inserción laboral de los jóvenes y la inclusión social, además de fomentar la libre circulación de personas y la construcción de un sentimiento de ciudadanía europeo, que hoy más que nunca, es necesario en el Viejo Continente.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

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