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Entradas de cine y descuentos a cambio de ser sostenible

Ángela Sepúlveda

La app Liight ofrece premios a quienes reduzcan su huella de carbono cogiendo el transporte público o reciclando

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La recompensa siempre ha sido el refuerzo positivo perfecto para que repitamos las buenas acciones. Desde el punto verde que nos ponía la profesora en los primeros años de colegio hasta pasar la meta de la carrera que llevábamos meses preparándonos. ¿Por qué no hacer lo mismo para combatir el cambio climático? Es algo que se plantearon Santiago Jiménez y Carlos Rosety cuando fundaron Liight, una app que ofrece recompensas como entradas de cine, suscripciones a Netflix y Spotify o menús en restaurantes cada vez que hacemos algo por el planeta. Hablamos de coger el transporte público en vez del coche o reciclar.

“Liight está basado en sistemas de gamificación y ‘smart city’”, explica Santiago Jiménez, CEO de Liight. “Validamos las acciones que llevan a cabo los usuarios -coger la bici, el transporte público, el patinete eléctrico...-, calculamos la huella de carbono que reduce comparándolo con el mismo trayecto en coche y le damos liight, monedas, que te permiten conseguir recompensas o competir en diferentes retos para ganar premios”.

Ese es otro de los puntos que tuvieron en cuenta cuando empezaron a desarrollar su aplicación, la competición. Descubrieron que algunas apps para medir los kilómetros del entrenamiento de los corredores también servían para que los amigos ‘compitieran’, “se picaran” -como dice Santiago- para ver quién hacía más kilómetros o quién bajaba el tiempo. “Queríamos que tuvieran un componente social, de diversión”.

Desde que se puso en marcha hace un par de años han conseguido que los usuarios reduzcan 350 toneladas de CO2 en la Comunidad de Madrid, donde están implantados. Las descargas de la app -unas 4.000- las han conseguido gracias al boca a boca porque apenas han puesto en marcha acciones de marketing. Eso les permite tener un contacto directo con los usuarios: organizan encuentros con ellos para ir mejorando la app. “A algunos les interesa reducir la huella de carbono y las recompensas les dan igual; otros se motivan y deciden bajarse dos paradas antes de la suya para ir andando a casa y conseguir más liights”.

“Algunos usuarios deciden bajarse dos paradas antes de la suya para ir andando a casa y conseguir más liights”

Además de su app, trabajan con el Ayuntamiento de Rivas en un proyecto enfocado en el reciclaje por barrios. El consistorio quería utilizar los datos de los kilos que recogen los camiones de la basura cada vez que vacían los contenedores para motivar a los vecinos a ser más sostenibles a través de un ranking. “No se podía hacer por cantidad de kilos porque donde más gente hay más se recoge, así que le hicimos una plataforma que equilibra estos kilos en función de la densidad de población o la distancia que hay a los contenedores. Con eso creamos un ranking equilibrado para que los barrios puedan competir para saber quién es el que más recicla”. De momento, está en versión beta.

Liight tienen un objetivo claro: pasar de ser una ‘startup’ de carácter universitaria a profesional

Santiago estudió arquitectura y una beca de la Universidad Carlos III le permitió formarse en desarrollo de negocio, marketing, recursos humanos… “Aunque parezca raro, arquitectura es una de las mejores cosas que puedes estudiar si quieres ser emprendedor. Tenemos una parte técnica, pero también debes pensar en el usuario, saber comunicar el proyecto, sostenibilidad…”. Dice este emprendedor que en la carrera proyectó un centro comercial analizando la compra online y offline para unir las dos formas de comprar. “Dos aspectos que se han puesto en marcha en la tienda Amazon Go, que entras y no pagas porque ya saben quién eres, pero mi profesora dijo que no tenía sentido lo que estaba proyectando, que era viable pero como no tenía una referencia no lo pude justificar”.

Su proyecto final de carrera fueron unas cabañas centradas en la experiencia de usuario, con una app para que un dron te trajera el desayuno a la puerta. “Ámbitos que no eran de la arquitectura tradicional sino de experiencia de usuario”, un ámbito que siempre ha estado presente en su corta carrera como emprendedor.

Santiago y Carlos tiene un objetivo claro de aquí a final de año: pasar de ser una startup de carácter universitario a profesional. Eso implica pasos tan simples como tener un espacio común donde trabajar -y dejar el remoto para casos puntuales- o que los siete trabajadores que están volcados en el proyecto y siguen estudiando se planteen si coger menos asignaturas o aparcar los estudios por un tiempo y dedicarse en exclusiva al proyecto de Liight.

El Confidencial, en colaboración con Banco Santander, tiene como principal objetivo dar a conocer los proyectos de personas que transforman la sociedad e impulsan el progreso.

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