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Dónde estarán las Zonas de Bajas Emisiones que afectarán a la mitad de españoles

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Zonas de Bajas Emisiones que afectarán a la mitad de españoles
Zonas de Bajas Emisiones que afectarán a la mitad de españoles

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na de las medidas incluidas en la Ley de Cambio Climático obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a establecer restricciones al tráfico para disminuir la emisión de gases nocivos

Por Jaume Esteve

Ciudades más amables con el peatón. Ciudades menos contaminadas y más sanas, donde el coche cede espacio a otras alternativas de movilidad más sostenible. Estos son solo algunos de los puntos que se esconden detrás de la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que ya están en vigor en ciudades como Madrid o Barcelona y que pronto se convertirán en habituales en buena parte del paisaje español.

La aprobación de la Ley de Cambio Climático el pasado mes de abril —que está pendiente de aprobación por parte del Senado— supuso un espaldarazo para la implantación de esta medida en un buen número de ciudades. Hasta 149, en concreto. La medida pretende atajar la contaminación y disminuir las muertes relacionadas con ella. Lo explica Francisco Guardeño, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANMS): “Según la OMS, las muertes por la contaminación atmosférica ascienden a siete millones anuales en el mundo y, según los ecologistas, a 30.000 al año en España. Teniendo en cuenta que las grandes ciudades son las más contaminantes debido a la densidad de personas, se decide implementar estas zonas de bajas emisiones para poder avanzar en la sostenibilidad con medidas necesarias para el bienestar de la población y para conseguir los objetivos establecidos por Europa”.

Usuaria de BiciMAD

La Ley de Cambio Climático va en sintonía con los objetivos fijados por la Unión Europea, que pretende lograr la neutralidad de carbono —que el CO2 que se emita sea igual al que puede absorber el planeta— para 2050. Es aquí donde jugarán un papel importante las ciudades. Aquellas que superen los 50.000 habitantes tendrán que organizar su propia ZBE para 2023. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 53,1% de los españoles vive en urbes que superan esta cifra, por lo que la medida afectará a algo más de la mitad de la ciudadanía. En el mapa bajo estas líneas puedes consultar cuáles son las localidades afectadas.

¿Qué es una Zona de Bajas Emisiones y cuáles son sus ventajas?

Con la finalidad de reducir los niveles de gases contaminantes en las ciudades, los Ayuntamientos de algunas grandes capitales europeas pusieron en marcha esta medida unos años atrás. “Una menor contaminación de la atmósfera, libre circulación por zonas céntricas o reorganización del espacio público para el peatón y la bicicleta, lo que implica más espacio para los viandantes” son algunas de las ventajas, recuerda Guardeño.

En España, solo dos grandes ciudades han puesto en marcha hasta la fecha una ZBE. Se trata de Madrid y Barcelona, que lo hicieron en 2018 y 2020 respectivamente. Las diferencias entre ambas son notables a pesar de partir de una misma premisa:

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Madrid: la superficie que engloba Madrid Central es relativamente pequeña si la comparamos con otras grandes capitales europeas. El área ocupa unos 4,7 kilómetros cuadrados (la de Londres se extiende más de 1.500 kilómetros cuadrados) y engloba los barrios de Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol, ocupando casi por completo el distrito centro de la ciudad. Las restricciones en esta ZBE son más estrictas que en Barcelona. Así, en la capital española solo pueden acceder vehículos con distintivo cero emisiones por un tiempo ilimitado, vehículos con pegatina ECO durante dos horas u otros medios de transporte con la insignia B o C siempre que se dirijan a un aparcamiento de uso público, un garaje privado o reserva de estacionamiento no dotacional. Para Guardeño, la capital todavía debe mejorar algunos aspectos: “La totalidad del transporte público o aquel que circula por la zona ZBE no es eléctrico, falta infraestructura de recarga de vehículos y facilidades para incentivar a la población para la adquisición de nuevos utilitarios”.

Imagen de un semáforo

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Barcelona: su ZBE tiene una mayor extensión aunque las restricciones a la movilidad son más laxas que las de Madrid. La ciudad condal cuenta con un perímetro de más de 95 kilómetros cuadrados, que engloba a grandes rasgos el interior de las dos rondas y algunos municipios colindantes con la gran ciudad, y cuyas prohibiciones están en vigor de lunes a viernes de 7 a 22 horas. A diferencia de Madrid, en el caso barcelonés los distintivos B y C pueden circular sin problema. Por el momento, las prohibiciones se limitan a turismos, motos y ciclomotores sin distintivo, furgonetas (N1) y entre junio y enero del 2022 se extenderán también a camiones (N2 y N3) y autobuses y autocares (M2 y M3). Para el presidente de la ANMS, el mayor activo de Barcelona son “los más de 95 kilómetros que implican a Barcelona y a los municipios de alrededor” aunque lamenta que los inconvenientes sean similares a los de Madrid.

Futuros proyectos

Madrid y Barcelona fueron las primeras, pero no serán las últimas. Las otras 147 ciudades españolas con más de 50.000 habitantes ya han comenzado a poner en marcha diferentes planes y estudios para instaurar su Zona de Bajas Emisiones según los plazos estipulados por la ley. Valladolid planea restringir la movilidad en la almendra central en el tercer trimestre de 2022, Valencia estudia cómo puede afectar la medida al 73% de desplazamientos laborales a diario que se hacen de entrada y de salida a la ciudad y Vitoria aprobó el pasado diciembre una moción para implantar una ZBE, facilitar los desplazamientos a pie o en bicicleta e impulsar el transporte público.

El proyecto #eCitySevilla pretende lograr que el 20% del parque móvil de la ciudad sea eléctrico en 2025

En el sur de España también se están implantando ya diferentes medidas y propuestas para facilitar esa transición hacia una movilidad más sostenible. Uno es el proyecto #eCitySevilla, impulsado por Endesa junto al Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Parque Científico y Tecnológico Cartuja. Esta iniciativa pretende generar energía 100% renovable para lograr que el 20% del parque móvil de la ciudad sea eléctrico en 2025, a la vez que se aumenta en un 35% la eficiencia energética de 50 edificios inteligentes.

Imagen de Sevilla

Implantar Zonas de Bajas Emisiones es solo uno de los muchos pasos que se tienen que dar para mejorar la calidad del aire, la movilidad de las ciudades y para atajar los efectos nocivos del cambio climático. Pero, como recuerda Guardeño, no son las únicas. Para facilitar esa transición a vehículos más sostenibles, es necesario fijarse en países como Noruega, “que incentiva la adquisición de eléctricos con ayudas fiscales, en el pago de peajes, con impuestos de circulación bajos o aparcamientos municipales gratuitos”. Unas medidas que deben ir acompañadas, también, de actuaciones en el plano de las infraestructuras “que fomenten la compra de dichos vehículos”. El panorama de la movilidad está llamado a cambiar por completo durante esta década y las Zonas de Bajas Emisiones serán la primera gran transformación que vean las urbes españolas.