Las cuatro tecnologías que están cambiando la gestión de activos

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Cuando pensamos en inversiones y gestión de activos a menudo recurrimos a la imagen dibujada en muchas películas: la de un gestor de inversiones que, usando sólo su propio instinto, acaba consiguiendo los mejores múltiplos para sus clientes. Sin embargo, hace tiempo que esa imagen dejó de ser realista.

A día de hoy la tecnología cumple un papel esencial en la gestión de activos, ya que permite no solo analizar el comportamiento de los mismos sino también predecir sus evaluaciones futuras y, en definitiva, racionalizar los procesos de inversión en función de criterios concretos y objetivos. En este sentido, hay cuatro tecnologías que, aplicadas a esta gestión, destacan sobre las demás.

1.- Data Analytics & Big Data

Con el tiempo, la inversión en activos arroja una serie de datos que, bien analizados, pueden ofrecer patrones diferenciadores. Ahí es donde entra en juego el big data y el analytics, que se encargan del “análisis de grandes cantidades de datos complejos para obtener tendencias del mercado y ayudar en la toma de decisiones de gestión”, asegura Javier Muñoz Neira, socio responsable de Asset Management de KPMG en España.

El uso de esta tecnología no ha pasado desapercibida para las grandes firmas de inversión. En cuanto a sistemas un ejemplo es Aladdin, desarrollado por Blackrock, que combina de manera precisa ‘analytics’ con gestión de carteras y operaciones permitiendo a los gestores tomas de decisiones muy soportadas.

2.- Inteligencia Artificial

El análisis de datos constituye un buen punto de partida en la aplicación de la tecnología a la gestión de activos, pero la labor debe ir más allá. Este paso adelante se consigue con la inteligencia artificial y el machine learning, innovaciones que no solo permiten analizar las tendencias actuales, sino que además aprenden de su propia experiencia a lo largo del tiempo

Así pues, ambas tecnologías son capaces de analizar las bases de datos existentes, detectar sus patrones de comportamiento, cruzarlos con otros procesos de inversión y, de este modo, predecir los comportamientos futuros, una tarea que puede ser de gran ayuda para los gestores de inversión en activos.

3.- Robo Advisors

Los Robo Advisors son aplicaciones que, basadas en robótica, automatizan los procesos de inversión de los clientes sin apenas intervención humana. Para ello, el cliente debe indicar tanto sus intereses de inversión como el perfil de riesgo que quiere asumir. Partiendo de estos patrones, los algoritmos determinarán qué inversión es la idónea en cada caso.

En este sentido, Los Robo Advisors ofrecen planificación de cartera automatizada, asignación de activos, evaluaciones de riesgo, reequilibrio de cuentas y otras herramientas digitales. Gracias a ellas, los gestores de activos pueden llegar a nuevos clientes. Todo ello en un mercado que crecerá un 42% de manera anual hasta 2021 según Statista y que tendrá un volumen de gestión superior a 1 billón de dólares en 2020 multiplicándose por cuatro tan solo dos años después.

"Los Robo Advisors son aplicaciones que, basadas en robótica, automatizan los procesos de inversión de los clientes sin apenas intervención humana. Un mercado que crecerá un 42% de manera anual hasta 2021"

“Robo Advisor se está utilizando fundamentalmente en el mundo retail para sugerir las composiciones de portfolios atendiendo al perfil de riesgo de los clientes. Son altamente atractivos para poblaciones objetivo como son los millennials por la competitividad de sus costes y la obtención de retorno razonable”, asegura Muñoz Neira, “pero tiene también otras aplicaciones como Robotic Process Automation (RPA)”, que permite a las entidades gestionar procesos internos de manera automatizada”, asegura Muñoz Neira. El objetivo, en definitiva, es democratizar la gestión pasiva de activos para usuarios o empresas que confían su cartera de inversión en una herramienta automatizada que previamente ha sido configurada por profesionales del sector inversor.

4.- Blockchain

Por su carácter distribuido, el blockchain puede eliminar la presencia de intermediarios innecesarios, permitiendo la conexión directa con el cliente final y facilitando el proceso de cualquier operación. Además, puede eliminar acciones redundantes, agilizar la administración de carteras y reducir los gastos operativos.

Para Muñoz Neira, el blockchain “elimina en las conciliaciones desde el punto de vista operativo y ayuda en el ‘annoying claim’ desde el punto de vista legal, ya que esta tecnología cuenta con parámetros y cláusulas predeterminadas, de forma que, en caso de conflicto, facilita la interpretación de las condiciones de inversión”.

La labor tecnológica de KPMG en la gestión de activos

En este contexto, KPMG pretende ayudar a los agentes del sector a aprovechar dichas tecnologías para analizar los comportamientos de inversión, detectar tendencias, predecir comportamientos futuros, configurar la inversión idónea para un cliente o recurrir a la tecnología blockchain.

“Tenemos un equipo especializado en el mundo de la tecnología para Asset Management: grandes expertos en big data, machine learning, robótica y blockchain. Últimamente estamos colaborando con nuestros clientes en el mundo del Robo Advisor, fundamentalmente en Robotic Process Automation (RPA)”, asegura Jesús Muñoz Neira.

Además, la firma también acumula experiencia en la creación de plataformas blockchain con un uso aplicado a las operaciones financieras. Últimamente ha participado en la plataforma Fundsquare para la Bolsa de Luxemburgo.

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