Observatorio Económico

En colaboración con
MAPFRE Economics

Europa se queda atrás

Por qué el crecimiento se ha convertido en una urgencia

Mesa 03. 22 abr.

El continente permanece rezagado frente a China y Estados Unidos ante la dificultad para implantar una agenda común de reformas.

Marcos Lema Javier G. Jorrín Laura Martín María Mateo Luis Rodríguez

Dirigen la mesa:

Carlos Sánchez

Carlos Sánchez

Director adjunto de El Confidencial

Gonzalo de Cadenas-Santiago

Gonzalo de Cadenas-Santiago

Subdirector general de MAPFRE Economics

Ponentes:

José Manuel González-Páramo

José Manuel González-Páramo

Presidente del Consejo de Administración del European DataWarehouse

Alejandra Kindelán

Alejandra
Kindelán

Presidenta de la AEB

Ángel de la Fuente

Ángel
de la Fuente

Director ejecutivo de Fedea

Judith Arnal

Judith
Arnal

Investigadora senior de CEPS y del Real Instituto Elcano

Miguel Gil Tertre

Miguel
Gil Tertre

Economista jefe de la Dir. General de Energía de la Comisión Europea

Arancha González Laya

Arancha
González Laya

Decana de la Paris School of International Affairs

E

uropa se queda atrás. No es una frase hecha, sino una realidad constatada por los datos. Desde el inicio de la Gran Recesión, en 2007, hasta 2022, el PIB de la UE (con Reino Unido) solo ha crecido un 21%, frente al 72% de Estados Unidos y el 270% de China, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El tamaño de la economía del Viejo Continente superaba entonces al de su socio al otro lado del charco, cuando ahora está por debajo.

Y lo peor es que la brecha se está agrandando cada día, debido a la atonía económica que afecta a la eurozona, en especial a su gran locomotora, Alemania, que se ha convertido en el símbolo de la zozobra. “España lleva 15 años perdiendo capacidad de crecimiento en un contexto en el que hay muchas reformas identificadas y pendientes desde hace tiempo”, advierte Gonzalo de Cadenas-Santiago, subdirector general de Mapfre Economics.

Mesa de expertos que conforman el Observatorio
Imagen de la mesa de expertos que conforman el Observatorio

Sin embargo, el problema va más mucho más allá de los datos de PIB. El envejecimiento de la población, la falta de mano de obra cualificada, la dependencia energética y de materias primas críticas, el atraso tecnológico, especialmente en ámbitos como la inteligencia artificial, o la ausencia de gigantes continentales que compitan con los asiáticos y norteamericanos en los sectores más punteros son otros de los factores que amenazan con dejar a la Unión Europea rezagada frente a sus competidores. Incluso en ámbitos en los que hasta ahora ha presumido de estar a la vanguardia, como la transición energética.

Europa va rezagada

Evolución del PIB y previsiones del FMI hasta 2028, en billones de dólares
China
EEUU
Eurozona
Fuente: FMI

Al final, gran parte de los problemas tiene un mismo origen: la gobernanza. Las dificultades para poner de acuerdo a los veintisiete países del bloque, que todavía actúan con una lógica nacional, es el gran palo en la rueda para conseguir una Europa que pueda competir de tú a tú con las otras potencias globales. Y, en vísperas de las elecciones comunitarias del próximo 9 de junio, ha constituido el hilo conductor de casi todos los argumentos esgrimidos en la tercera sesión del Observatorio Económico de El Confidencial y Mapfre Economics, dedicado a las reformas que debe afrontar el continente.

01.

La espoleta de las reformas

A menudo se suele contraponer lo urgente y lo importante, pero en la UE ambos aspectos van de la mano. Si en algo coinciden todos los participantes es que hay que emprender grandes cambios y hay que emprenderlos ya. El problema, apunta Arancha González Laya —decana de la Paris School of International Affairs—, radica en que en los Estados miembros ya no existe esta percepción acuciante, como sí ocurrió durante la pandemia o la crisis energética, que dieron lugar a transformaciones de calado como los fondos NextGenerationEU o la estrategia para independizarse del gas ruso. Como dijo Jean Monnet, uno de los padres fundadores del proyecto comunitario, Europa solo avanza a golpe de crisis.

"Es necesario que la situación sea crítica y se sienta como dramática", asegura Laya. Para ello, Bruselas ha encargado a dos sabios italianos, Enrico Letta y Mario Draghi, la elaboración de sendos informes que pongan los puntos sobre las íes y hagan reaccionar a las capitales. Ambos saben bien lo que es el estancamiento: su país lo ha sufrido desde que entró en el siglo XXI. Las conclusiones del primero ya se conocen, y van por el camino de reforzar los sectores estratégicos (energía, telecomunicaciones, mercados financieros) a escala comunitaria para poder disputar el partido con China y Estados Unidos. "Un mercado único con dientes", resumió Letta. Las del segundo verán la luz en junio, aunque está previsto que vayan por la misma línea: más protección para lograr una mayor competitividad.

Alejandra Kindelán, presidenta de la AEB, durante la reunión
Alejandra Kindelán, presidenta de la AEB, durante la reunión

Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca, destaca que la Unión Europea tiene una visión clara de futuro, reflejada en ambos informes, y también en el documento sobre autonomía estratégica que presentó la presidencia española del Consejo el pasado semestre. Pero considera que hace falta voluntad política para pasar de las musas al teatro. El problema no es tanto que no se sepa hacia dónde ir como la incapacidad para hacerlo. Y ahí China y Estados Unidos son mucho más rápidos en reaccionar y anticiparse a un mundo cambiante y que requiere de propuestas asertivas.

José Manuel González-Páramo, presidente del Consejo de Administración del European DataWarehouse, se muestra un poco más pesimista. Recuerda todos los debates que se llevan arrastrando durante las últimas décadas, en parte por la ausencia de una idea clara de lo que se quiere hacer. Europa tiene "intuiciones", dice, pero no pone los medios para llevarlas a cabo. "¿Qué es lo que hace falta para que lo necesario sea políticamente posible?", se pregunta. Las elecciones de junio ofrecerán una buena respuesta, con el previsible crecimiento de los partidos que proponen un repliegue nacional y desconfían de las recetas a escala comunitaria. Los hechos, en cambio, indican que están equivocados.

02.

Integración vs fragmentación

Una parte de la Unión Europea dio un salto adelante en la integración a finales del siglo XX con la creación de la moneda única. Sin embargo, la literatura económica ha demostrado que el mayor potencial económico se logró con la creación del mercado común décadas atrás. Todavía queda mucho trabajo por delante, pero el incentivo es evidente: cuando los socios comunitarios han reducido la fragmentación, ha derivado en una aceleración de la economía.

“Hay que reducir el coste que supone la fragmentación, que tiene un impacto enorme sobre la productividad”, explica González Laya. En el horizonte hay muchas palancas que pueden accionar los países de la UE para avanzar en la integración de los mercados. Entre las cuestiones señaladas por los miembros del Observatorio se encuentran la unión bancaria, del mercado de capitales o de la energía.

Las recetas están bien identificadas, pero falta el impulso político para ponerlas en marcha. En esta difícil situación económica, los países del centro del continente están teniendo tentaciones de buscar soluciones nacionales, sobre todo porque cuentan con un margen fiscal del que no disponen los países de la periferia. “Debemos insistir en los beneficios que la integración europea aporta a los mercados energéticos. Un mercado interconectado ha sido muy útil para abordar la reciente crisis energética y nos prepara para una transición energética más eficiente”, señala Miguel Gil Tertre, economista jefe de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea.

Las recetas están bien identificadas, pero falta el impulso político para ponerlas en marcha

Por ejemplo, para financiar la transición energética hacen falta una cantidad de recursos financieros y una profundidad del mercado que en Europa no existen. Por ello, los expertos del Observatorio recomiendan revitalizar el mercado de titulizaciones, que quedó señalado en la crisis financiera por los impagos que se produjeron en EEUU. En Europa apenas hubo defaults en las titulizaciones, pero este instrumento financiero quedó estigmatizado.

Paradójicamente, el mercado de titulizaciones se ha potenciado en EEUU, pero sigue bloqueado en Europa por la regulación. La consecuencia es que los bancos europeos no tienen margen para sacar activos de su balance para liberar capacidad de financiación. Y sin bancos con capacidad para financiar y la inexistencia de un mercado de capitales único, el resultado es que la transición energética queda colgando de los presupuestos públicos y de la escasa capacidad de inversión de las grandes empresas.

Gonzalo de Cadenas-Santiago, director ejecutivo de Mapfre Economics
Gonzalo de Cadenas-Santiago, director ejecutivo de Mapfre Economics

Ocurre lo mismo con la fragmentación del mercado energético. Los costes de la energía para la industria en Europa son entre dos y tres veces superiores a los de EEUU y China. Esto complica la capacidad de la industria de la UE para competir en un mundo cada vez más tensionado. Por este motivo es fundamental avanzar en las interconexiones entre los países socios y aprovechar la capacidad de generar energía renovable en el sur de Europa. Esto implicaría romper las estrategias nacionales que buscan maximizar los beneficios locales a costa del interés del conjunto de la Unión.

03.

¿Y los fondos europeos?

“Tenemos que utilizar la capacidad fiscal común para invertir en bienes públicos europeos”, explica Judith Arnal, investigadora sénior del Center for European Policy Studies (CEPS) y del Real Instituto Elcano. Por ejemplo, la transición ecológica, la defensa o la digitalización. Esto es, inversiones que no sólo benefician al país que las hace, sino a todos sus aliados. Los expertos del Observatorio consideran prioritario potenciar el presupuesto comunitario para abordar estas inversiones que exceden las fronteras nacionales.

Muchos países tienen una capacidad fiscal muy limitada, no sólo por su elevada deuda, sino también por la exigencia de las reglas de estabilidad. Sin embargo, tanto China como EEUU están incurriendo en déficits de miles de millones para potenciar sus economías. Si Europa no quiere quedarse atrás, debe abrir espacios presupuestarios para la inversión. Y la forma de hacerlo minimizando el coste en intereses es financiarlo a nivel europeo.

Tasa de sustitución de las pensiones, en %

Previsiones del Gobierno para 2050
Fuente: Ageing Report
Si Europa no quiere quedarse atrás, debe abrir espacios presupuestarios para la inversión

Los expertos plantean una segunda edición del programa NextGenerationEU orientado a la inversión comunitaria. Hasta ahora, los fondos europeos no han financiado ningún proyecto transfronterizo, cultivando así los intereses nacionales. En su opinión, si existiese voluntad política para poner en marcha la segunda ronda del programa, esta debería centrarse en inversiones y proyectos a nivel comunitario. En especial en defensa, seguridad, energía y digitalización.

Sin embargo, esta expectativa parece hoy una quimera. Primero será necesario hacer un balance de la primera edición y su aportación al crecimiento potencial de la región. La Comisión Europea se la juega, porque tiene por delante el gran reto de calificar las reformas que han aprobado los países miembros. Y algunas van diametralmente en contra de lo pactado, como es el caso de la reforma de pensiones de España. Los datos del Ageing Report confirman que, lejos de mejorar la sostenibilidad del sistema, la ha deteriorado.

Miguel Gil Tertre, economista jefe de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea
Miguel Gil Tertre, economista jefe de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea

Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), considera que España está perdiendo "una estupenda oportunidad" para hacer las reformas que necesita con el plan de recuperación. Y —entre otras— apunta, precisamente, a la de las pensiones. "La laboral reduce la temporalidad contractual, pero no o muy poco la precariedad real. La de pensiones es un cheque en blanco que podría dejarnos sin margen para otras cosas importantes", asegura.

“Si la Comisión Europea no es estricta en la calificación de las reformas, se cargará el sistema de los fondos europeos basado en el mecanismo tipo NextGenerationEU”, advierte González-Páramo. Si el programa no cumple el objetivo de mejorar la productividad y la competitividad de los países europeos con las inversiones y las reformas, será difícil que pueda producirse una segunda ronda en el futuro, lastrando así la expectativa del avance hacia un gran presupuesto comunitario de inversión.