Dale Altman y su nieto Josh Doran viven en una plantación de 2 hectáreas en lo alto de una colina en una isla de Hawái, donde cultivan marihuana con fines medicinales. Son los últimos residentes de Halekamahina Hill tras la erupción del volcán Kilauea, que expulsó ríos de lavaya que aislaron completamente a la comunidad.

Altman, de 66 años, estima que su campo atesora unos 100.000 dólares en marihuana. Por ello, se niega a abandonar su propiedad.