Mejor la dura vida rural que la contaminación de la ciudad
En Bielorrusia muchos prefieren seguir viviendo de la tierra: plantando, cosechando y manteniendo vivas viejas tradiciones populares. Los habitantes de los pueblos eligen la dura vida
El festival de mayo en honor a la divinidad pagana Yurya en el pueblo de Pogost, Bielorrusia. (Reuters)
Estudiantes caminan hacia el colegio en el primer día del curso, en el pueblo de Khrapkovo. (Reuters)
Nikolay Skidan ara un terreno en el que plantará cebada en el pueblo de Khrapkovo, Bielorrusia. (Reuters)
Oleg (izquierda), Lada y Ulyana Skidan antes del primer día del curso en el pueblo de Khrapkovo, Bielorrusia. (Reuters)
Madejas de hilo en la casa de Ekaterina Panchenya, de 75 años, en el pueblo de Pogost, Bielorrusia. (Reuters)
Valentina Zhih, de 77 años, cuelga la colada en su casa en el pueblo de Danilovichi, Bielorrrusia. (Reuters)
Ekaterina Panchenya, de 75 años, borda en su casa, en el pueblo de Pogost, Bielorrusia. (Reuters)
Dos niños juegan en el río Stviga en un día de agosto en el pueblo de Pogost. (Reuters)
Mujeres bailan durante una boda en el pueblo de David-Gorodok, Bielorrrusia. (Reuters)
Niños juegan en el pueblo de Khrapkovo, Bielorrusia. (Reuters)
En Bielorrusia muchos prefieren seguir viviendo de la tierra: plantando, cosechando y manteniendo vivas viejas tradiciones populares. Los habitantes de los pueblos eligen la dura vida rural antes que la contaminación de las ciudades.
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