Hay lugares en España donde el tiempo parece detenerse, pero las oportunidades comienzan a florecer. En ellos, vivir no implica endeudarse de por vida ni renunciar a un proyecto profesional. Algunos municipios, escondidos entre montañas y valles del norte, están demostrando que una nueva forma de vida es posible.
Uno de ellos es Aguilar de Codés, en Navarra, un pequeño pueblo de la Sierra de Codés que se ha propuesto recuperar su vitalidad atrayendo a nuevos vecinos. Con viviendas desde 30.000 euros, ofertas de empleo y ayudas para emprender, se ha convertido en una alternativa real para quienes buscan empezar de nuevo sin las presiones de la gran ciudad.
— Tierra Estella Turismo Lizarraldea (@TierraEstella_) June 30, 2024
Un entorno natural con futuro y calidad de vida
Rodeado de montañas y bosques, Aguilar de Codés forma parte de la comarca de Tierra Estella y se encuentra a menos de una hora deVitoria-Gasteiz, con buenas conexiones hacia Logroño y Pamplona. Plataformas como Holapueblo lo incluyen entre los destinos más atractivos para quienes desean instalarse en el medio rural y disfrutar de una vida más tranquila, con servicios básicos garantizados y una comunidad acogedora.
Su entorno, a caballo entre Navarra, La Rioja y el País Vasco, favorece el desarrollo de proyectos autónomos y cooperativos. Además, el municipio impulsa la revitalización rural mediante programas de emprendimiento y una red de servicios que combina la tranquilidad del campo con el acceso a recursos esenciales.
Uno de los grandes atractivos de la zona es su conectividad digital. La Sierra de Codés dispone de fibra óptica y banda ancha, lo que facilita el teletrabajo y la comunicación con el resto del país. En materia sanitaria, los consultorios locales dependen de los centros de referencia de Los Arcos y Viana, mientras que el sistema educativo ofrece opciones en euskera e inglés, con escuelas cercanas en Mendavia, Santa Cruz de Campezo y Viana. Todo ello convierte a la zona en un enclave ideal para familias y profesionales que buscan estabilidad, servicios y una conexión real —tanto digital como humana— con su entorno.
La vida comunitaria se refuerza con actividades culturales y deportivas: frontones, talleres, sesiones de cine, clases de yoga y festivales tradicionales como el Folk de Desojo o la Semana de la Brujería de Bargota, que atraen cada año a visitantes de toda la comarca.
Con apenas 75 habitantes, Aguilar de Codés es uno de los pueblos más pequeños de Navarra, pero también uno de los más asequibles. Según el portal Indomio (agosto de 2025), el precio medio del metro cuadrado es de 296 euros, muy por debajo de los 1.708 euros de la media provincial. En Idealista pueden encontrarse casas rurales de tres plantas con huerto y siete habitaciones por solo 30.000 euros, además de viviendas reformadas por precios muy competitivos.
El comercio local y la red de pequeños negocios sostienen el día a día, mientras que el municipio promueve la llegada de nuevos emprendedores con proyectos sostenibles. En este enclave donde la calma y la conexión digital conviven, mudarse no es solo un cambio de residencia, sino un cambio de ritmo y de vida.
Hay lugares en España donde el tiempo parece detenerse, pero las oportunidades comienzan a florecer. En ellos, vivir no implica endeudarse de por vida ni renunciar a un proyecto profesional. Algunos municipios, escondidos entre montañas y valles del norte, están demostrando que una nueva forma de vida es posible.