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Racismo en la inmobiliaria: "Si el dueño no quiere alquilar a sudamericanos, no se hace"
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CLAÚSULAS RACISITAS EN EL 99% DE AGENCIAS

Racismo en la inmobiliaria: "Si el dueño no quiere alquilar a sudamericanos, no se hace"

“Que tú quieres perfil nacional, pues nacional.” “Por ejemplo, si me pide que quiere que sea una familia y un niño y que no sean extranjeros y que sean españoles, sin problema”

Foto: "Que quieres un inquilino nacional, pues nacional", el racismo se instala en el alquiler. (Foto: iStock)
"Que quieres un inquilino nacional, pues nacional", el racismo se instala en el alquiler. (Foto: iStock)

“Que tú quieres perfil nacional, pues nacional.” “Por ejemplo, si me pide que quiere que sea una familia y un niño y que no sean extranjeros y que sean españoles, sin problema”. “Sin problema, claro. Evidentemente, si viene, por ejemplo, un sudamericano, tú no le puedes decir, no te podemos alquilar porque el dueño no quiere latinoamericanos, pero si no quieres, nosotros lo hacemos. Claro. Así ha sido siempre”.

¿Somos racistas? La pregunta es sencilla. Sí o no. Y, si nos centramos en el acceso a una vivienda en alquiler, no parece que haya dudas al respecto, ya que el 99% de las agencias aceptan cláusulas racistas en los alquileres. Una discriminación inmobiliaria que, si bien lleva años existiendo, se ha intensificado en los últimos años.

El 99% de las agencias aceptan cláusulas racistas en los alquileres

Los entrecomillados arriba expuestos son solo algunas de las respuestas que recibieron las personas de perfil español que simularon propietarias de una vivienda que buscaba que una inmobiliaria le gestionara su alquiler con premisas abiertamente discriminatorias. Todas ellas participaron en la elaboración de la esta nueva edición del informe "¿Se alquila? (2) Racismo y segregación en el alquiler de vivienda", que presentó este martes Provivienda, una organización sin ánimo de lucro que trabaja desde 1989 para que todas las personas disfruten del derecho a la vivienda en igualdad de condiciones.

En dicho estudio también se realizaron llamadas a las agencias inmobiliarias, ya no como propietarios de un inmueble que se quiere alquilar, sino como un potencial inquilino. A un mismo anuncio llamaron dos personas del mismo género, que simularon un mismo perfil socioeconómico siendo su única diferencia notable el acento: una de estas personas con un perfil español y la otra, extranjero. Las llamadas se hicieron con escasos minutos de diferencia (un máximo 15 minutos) y los resultados fueron igualmente discriminatorios respecto al potencial inquilino extranjero.

Este estudio, financiado por la Dirección General de Gestión Migratoria de la Secretaría de Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y cofinanciado por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), pone sobre la mesa una incómoda realidad que va en aumento, el de la discriminación inmobiliaria. Una situación, cada vez más frecuente y que, además de complicar aún más el acceso a una vivienda, está contribuyendo a a generar procesos de segregación urbana.

Se trata, además, de una actualización del estudio realizado en 2020 y pone de manifiesto un cambio preocupante: en la actualidad, en el 99% de las 100 llamadas realizadas a inmobiliarias en Madrid y Barcelona se aceptaron prácticas discriminatorias explícitas hacia personas extranjeras, frente al 72,5% registrado en 2020.

“La presente situación del mercado de alquiler, caracterizada por una creciente escasez de oferta y un alza histórica de precios, profundiza la exclusión residencial. La práctica totalidad de las inmobiliarias contactadas aceptaban formas explícitas de discriminación. Esto supone un aumento de 30 puntos porcentuales con respecto a 2020", destaca Elena Martínez, responsable del área de Investigación y Evaluación de Provivienda.

Múltiples prejuicios a la hora de alquilar a un extranjero

Esta discriminación se manifiesta de dos maneras. De manera directa absoluta, que contempla prácticas que bloquean directamente el acceso a la vivienda de personas extranjeras. El ejemplo más concreto es cuando los agentes inmobiliarios aceptan no alquilar el piso a personas extranjeras (aun aceptando las visitas, garantizan que no pasarán otras instancias). O directa relativa, que aparece cuando se dificulta de alguna manera el acceso a la vivienda al colectivo migrante. Por ejemplo, el aumento de requisitos exigidos o el ofrecimiento de diferentes alternativas de alquiler con más frecuencia al perfil nacional.

Foto: Foto: Reuters.

Como explica Provivienda en su informe, cuando se realiza una llamada telefónica para alquilar un piso, las agencias identifican a una persona extranjera por el acento y la fluidez oral para mantener la conversación en castellano, mientras que si la visita es presencial, lo determinan en base al color de su piel o su vestimenta. Y, por todo ello, presumen una mayor vulnerabilidad económica y posibilidad de impago. "Una presunción que emerge a través de la constante insistencia de los agentes inmobiliarios hacia la persona extranjera para que verifique que cuenta con los requisitos solicitados frente a una mayor laxitud o directamente la indiferencia respecto a este punto, en el caso del perfil local", destacan desde la asociación. “Habla con tu gente y si cumplís los requisitos llámame para conseguir una visita”, fue una de las respuestas recibidas.

También presuponen malas conductas, "un prejuicio que asocia el origen de la persona extranjera a hábitos y/o conductas determinadas, valoradas de forma negativa". Según Provivienda, por lo general, las nacionalidades asociadas a este tipo de presunción son las que frecuentemente se asocian a la migración económica. Prejuicios que quedaron de manifiesto en algunas de las respuestas recibidas de las agencias: “Hay ciertas nacionalidades que dan muchos problemas y mira los chinos con el cocinado. Los marroquíes cocinan con tantas especias (…) es horroroso cómo dejan las cocinas (…) Pues luego, por ejemplo (…) no te aconsejo que metas gente latina joven porque vas a ir de fiesta en fiesta (…)”.

También se presupone hacinamiento. Como destaca el estudio, en muchos casos, se presume que las personas que alquilarán el piso inicialmente no serán quiénes lo habitarán, pudiendo subarrendar habitaciones y/o promoviendo la agrupación de varios miembros de la familia. “Pero es verdad que, por ejemplo, hay nacionalidades como la africana, en fin, que ya nos pasó hace años en un piso. Le alquilamos, la documentación todo perfecto y cuando fuimos a decirles que se tenían que ir ni estaba el primero, había como 3 o 4 personas dentro que no sabíamos ni quiénes eran”. Ésta fue la respuesta de una agencia inmobiliaria.

¿Clasismo o racismo?

La segunda parte del estudio se centra en la respuesta diferencial de las agencias inmobiliarias ante la búsqueda de piso de personas según nacionalidad. El informe ha demostrado que el aumento de la discriminación no solo se limita a la disponibilidad de los pisos, sino que también incluye a la oferta de viviendas en zonas específicas, generando procesos de segregación residencial y promoviendo zonas con mayor dificultad de acceso para las personas migrantes, especialmente extracomunitarias.

Los resultados se han obtenido, principalmente, a través de técnicas de testing inmobiliario, mediante un total de 600 llamadas realizadas por personas españolas y extranjeras a los mismos anuncios, así como 100 llamadas a agencias inmobiliarias de Madrid y Barcelona por parte de personas que ofrecen sus viviendas para alquilar con la intención explícita de excluir a personas migrantes.

Los nacionales acceden al doble de opciones de vivienda, a más cantidad y diversidad

A lo largo de la investigación, al perfil nacional se le ha llegado a ofrecer hasta cuatro alternativas de piso en un mismo contacto, mientras que, al perfil extranjero, se le ofrece como máximo dos. Es decir, la población nacional accede al doble de opciones de vivienda, así como a más cantidad y diversidad de zonas.

El estudio también pone sobre la mesa otro debate. ¿Estamos ante conductas abiertamente racistas o son más bien clasistas? Así, por ejemplo, recoge que existen perfiles de “potenciales personas inquilinas”, asociados a personas nacionales o extranjeras de países con niveles socioeconómicos elevados, como Alemania, Holanda o Estados Unidos. Mientras que la población migrante económica u originaria de países de las regiones de Asia, África o América Latina, se enfrentan a presunciones estereotípicas negativas.

“A ver, que también gente de fuera, pero no todo el mundo que viene de fuera son iguales, pues alguien que viene, no quiero decir países porque parece que marginamos. Pero claro no es lo mismo un inglés o un alemán o un holandés que de cualquier otro país. Sea del este o de Sudamérica”, fue el comentario de una agencia.

Las experiencias previas de los testing inmobiliarios y la repercusión mediática de los mismos han condicionado de alguna forma la experiencia del testing actua, tal y como reconocen desde Proviviendal. Hasta tal punto que tuvieron que descartarse algunas llamadas ante la negativa de los comerciales de brindar asesoramiento vía telefónica. Además, en varios contactos, los comerciales manifestaron que no deseaban ser tildados de “racistas“, aunque finalmente terminaron aceptando la cláusula de no alquilar a personas extranjeras. “Tenemos muchos casos de clientes que nos piden que a poder ser no sean clientes latinos, rumanos, ese tipo de cosas, ya luego un poco vemos si encaja o no. Muchas veces, tenemos que hacerlo que no se vea que hay algún tipo de racismo. Porque al final nosotros no somos racistas”, fue la contestación de otra agencia.

Foto: Foto de archivo. (EFE / LUIS TEJIDO)

En este sentido, como sostienen desde Provivienda, existe un proceso de “sofisticación” de las formas de la discriminación directa, por la cual, "no solo encontramos engaños vinculados a la disponibilidad del piso sino una serie de estrategias que buscan bloquear de forma inicial el acceso a la vivienda de alquiler. Tal es así que, en un porcentaje significativo (65%) en los que la vivienda se encontraba disponible también para el perfil extranjero, se registró alguna estrategia de bloqueo, por ejemplo, solicitar la documentación previamente bajo la excusa del seguro de impago.

También hay una mayor negativa hacia el perfil extranjero sobre la disponibilidad del piso; una menor frecuencia en la que se ofrecen pisos alternativos (y la cantidad de opciones que se brindan); la existencia de listados con potenciales inquilinos, de los cuáles se hace uso muchas veces de forma simultánea a la publicación del anuncio y que facilitan la jerarquización de los demandantes, son solo algunos ejemplos.

“Que tú quieres perfil nacional, pues nacional.” “Por ejemplo, si me pide que quiere que sea una familia y un niño y que no sean extranjeros y que sean españoles, sin problema”. “Sin problema, claro. Evidentemente, si viene, por ejemplo, un sudamericano, tú no le puedes decir, no te podemos alquilar porque el dueño no quiere latinoamericanos, pero si no quieres, nosotros lo hacemos. Claro. Así ha sido siempre”.

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