Jugada maestra de Dazia en Tetuán para un 'coliving' de 8.000 m2 y 240 habitaciones
Golpe de efecto de Dazia Capital en Tetuán, uno de los barrios de Madrid con mayor actividad inmobiliaria en los últimos años y uno de los más rentables dentro de la M-30
Golpe de efecto de Dazia Capital, en Tetuán, uno de los barrios de Madrid con mayor actividad inmobiliaria en los últimos años y uno de los más rentables dentro de la M-30. La compañía acaba de cerrar, en subasta pública, la compra de un edificio propiedad del Canal de Isabell II situado en la calle San Enrique 3 por 3,52 millones de euros.
Una operación, a priori, pequeña, por su importe, pero de gran relevancia para la compañía, puesto que ya era propietaria de otro inmueble en la calle Anastasio Herrero 9, a menos de 50 metros del comprado, así como de otras dos fincas adquiridas recientemente en San Enrique 5 y los números 10, 12 y 14 de la calle Anastasio Herrero, estos últimos junto al edificio subastado por el Canal de Isabel II.
Este proyecto de coliving -38M de inversión- será uno de los más ambiciosos de Madrid
Operaciones, todas ellas, que permitirán a Dazia Capital levantar uno de los mayores, si no el mayor, proyecto de coliving en el centro de la ciudad. Una propuesta que supondrá una inversión total de 38 millones de euros y que contará con 8.000 metros cuadrados, de los cuales 800 se destinarán zonas comunes -con jardines, piscina o gimnasio, ya que el proyecto está aún por definir- y 240 habitaciones, tal y como explican a El Confidencial Daniel Mazin, CEO de Dazia Capital y Leticia Pérez, directora general de la compañía.
Un proyecto de coliving mucho más ambicioso que el inicialmente previsto en Anastasio 9, una nave industrial de 3.000 metros cuadrados en desuso y vacía que en el pasado acogió la antigua redacción e imprenta de la revista 'Interviú' y que fue adquirida en el verano de 2019.
La compañía tenía previsto transformarlo inicialmente en 32 viviendas para su venta, tal y como contemplaba el plan especial tramitado inicialmente para conseguir el cambio de uso de la nave, pero finalmente Dazia decidió optar por un modelo de coliving. Sobre este edificio, la compañía tramitó un plan especial, aprobado ya por el Ayuntamiento de Madrid, que consolidará la edificabilidad existente y permitirá el cambio de uso de industrial a residencial conservando la estructura del edificio, es decir, no será demolido, sino que se adecuará al nuevo uso.
A esta adquisición se sumó, hace apenas un mes, la compra de otros edificios y naves industriales en San Enrique 5 y Anastasio Herrero 10,12 y 14, ahora vacíos, pero en el pasado okupados por el Centro Social Okupa La Enredadera y otros colectivos y utilizados asimismo para el doblaje y posproducción de películas cinematográficas. Aquella operación, según The Objective, se cerró en poco más de 5 millones a mediados de junio.
Los anteriores propietarios habían tramitado un plan especial para el cambio de uso de industrial a residencial que también recibió el visto bueno del Consistorio, por lo que estaría listo para construir una vez concedida la licencia.
Y para completar la jugada inmobiliaria, Dazia Capital acudía a la subasta celebrada recientemente por el Canal de Isabel II para hacerse con el último activo. Un edificio industrial destinado a oficinas, también vacío sobre el que no es necesaria la tramitación de ningún plan especial, por lo que la compañía solamente necesita tramitar la licencia de obras para comenzar a dar forma a este ambicioso proyecto que contará con el sello de los estudios de arquitectura Cano y Escario y Entreabierto, estudio del exdecano del COAM, José Antonio Granero.
Además, este gran proyecto de coliving se adaptará a la nueva normativa urbanística aprobada inicialmente por el Ayuntamiento de Madrid. "Cumple con el avance de modificación del PGOUM de Madrid, incluyendo la figura del coliving. Por ejemplo, cada habitación tiene más de 15 metros cuadrados y cada salón/cocina/comedor tiene una superficie de 75 metros cuadrados. Además, el inmueble contará con zonas comunes. Ha sido un proyecto pensado y diseñado exprofeso para el coliving", explica Leticia Pérez.
En total, 240 habitaciones -uno de los más grandes dentro de la M-30- con baño incluido, organizadas en clústeres, es decir, cada un determinado número de habitaciones se compartirá un amplio salón y cocina.
Tetuán, en pleno auge inmobiliario
No es la primera vez que Dazia Capital apuesta por Tetuán, ya que hace unos años puso en marcha la promoción más grande del barrio, Jardines de Cuatro Caminos, un proyecto de 95 viviendas cuya entrega tuvo lugar en 2021. Aquel proyecto englobaba cuatro parcelas y con él, Leticia Pérez aseguraba "haber transformado y revitalizado una de las zonas de Tetuán. La regeneración urbana está en el ADN de Dazia Capital".
Y eso es, precisamente, lo que Mazin y su equipo pretenden con el este nuevo proyecto de coliving: dar una nueva vida a edificios abandonados y en desuso en el barrio y poner en el mercado alojamiento asequible para los jóvenes.
Tetuán y, en concreto, la zona donde se ubicará este gran proyecto de coliving, se encuentra en plena ebullición. Tanto Dazia como el resto de inversores que han apostado por la zona, ven el barrio como una gran oportunidad gracias a su proximidad al estadio Santiago Bernabéu y a toda la renovación del distrito financiero de Azca. Y, en el caso concreto de Dazia, una gran oportunidad de poner en el mercado alojamiento asequible para los jóvenes en una zona con una gran demanda.
No en vano, según datos de CBRE, Tetuán es uno de los distritos madrileños con mayor porcentaje de residentes viviendo de alquiler. En concreto, el 30% de su población vive así, lo que lo convierte en el segundo distrito con mayor proporción de vivienda en este régimen, por detrás del distrito Centro. De ahí que los inversores estén apostando fuerte por diferentes fórmulas, ya sea alquileres tradicionales, turísticos o proyectos de coliving.
Convivencia de naves industriales y viviendas
El barrio, como tal, especialmente la zona más próxima al paseo de la Castellana, comenzó a consolidarse en los años cincuenta, cuando empezaron a aparecer las edificaciones de naves industriales —aunque hay naves en el distrito que datan de los años treinta—, entremezclándose con los edificios residenciales del barrio.
Desde hace casi un siglo, en el distrito conviven bloques de viviendas y naves industriales que, poco a poco, se han ido transformando en edificios residenciales. De hecho, en el pasado han convivido los usos residenciales e industriales de los edificios —algunos con casi un siglo de historia—, si bien, en la última década, ante el desarrollo residencial del barrio, el fuerte incremento de la población y el abandono de buena parte de esas naves, muchas de ellas han sido demolidas o reconvertidas en viviendas o en edificios más modernos por promotoras y fondos de inversión.
Tetuán es el barrio con mayor porcentaje de residentes viviendo de alquiler en Madrid
Según datos de CBRE, el catastro recoge la existencia de más de 780 inmuebles de uso predominantemente industrial, la mayor parte de ellos construidos en los años sesenta del siglo pasado y con una superficie media construida de 180 metros cuadrados. La mayoría de estos espacios forman parte de inmuebles para uso residencial, lo que limita las posibilidades de explotación para actividades puramente industriales o logísticas.
"El distrito de Tetuán ha contado tradicionalmente con un importante tejido industrial. Desde principios del siglo XX, obreros y artesanos fueron utilizando espacios en los patios interiores de las viviendas unifamiliares como espacios de trabajo o ampliando los talleres en las plantas bajas y construyendo vivienda en altura. Estos espacios han perdurado hasta la actualidad, aunque su uso original haya quedado obsoleto y haya hecho necesaria una reconversión de estos inmuebles", apunta Paloma Relinque, directora de la oficina de Madrid de CBRE.
Esta consultora ha identificado más de 15 antiguos talleres y naves industriales reconducidos en espacios principalmente de producción artística. Por ejemplo, en la calle Naranjo 9, una antigua fábrica de sombreros de 778 metros cuadrados, construida en 1965, ha sido transformada en un espacio de 'coworking'. Por su parte, una antigua carpintería en la travesía Bellver 2 —Nave María—, construida también en 1965 y con 3.268 metros cuadrados, es actualmente una escuela culinaria. Por otro lado, en la calle Abel 1, una antigua carnicería del año 1935, de 136 metros, se utiliza actualmente como un espacio de ensayo de danza y teatro.
Golpe de efecto de Dazia Capital, en Tetuán, uno de los barrios de Madrid con mayor actividad inmobiliaria en los últimos años y uno de los más rentables dentro de la M-30. La compañía acaba de cerrar, en subasta pública, la compra de un edificio propiedad del Canal de Isabell II situado en la calle San Enrique 3 por 3,52 millones de euros.