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Ni Apollo ni La Finca... Fiasco en la megasubasta de activos de Reyal Urbis (220 millones)
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Ni Apollo ni La Finca... Fiasco en la megasubasta de activos de Reyal Urbis (220 millones)

Este gran lote de activos de la compañía que quebró en 2017, con una deuda de 4.700 millones, incluía activos muy diferentes, desde hoteles, pasando por oficinas, hasta solares

Foto: Hotel RH La Pleta, uno de los activos dentro del 'megalote'. (Cedida)
Hotel RH La Pleta, uno de los activos dentro del 'megalote'. (Cedida)
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La subasta arrancó el pasado 14 de octubre, con una puja mínima de 220 millones de euros, y finalizó el 21 de diciembre. El resultado, ninguna oferta sobre la mesa.

La subasta del 'megalote' de activos inmobiliarios de Reyal Urbis, la promotora que se declaró en concurso voluntario de acreedores en marzo de 2013 tras tres refinanciaciones de deuda fallidas, ha quedado desierta, como aseguran a El Confidencial varias fuentes cercanas al proceso.

Tal y como publicó este diario, Apollo Global Real Estate y Admara Capital, uno de los brazos inversores de La Finca, mostraron su interés por los activos y llegaron a estudiar una oferta por 240 millones que, finalmente, no cuajó. Tampoco terminó por llegar a buen puerto, según las mismas fuentes, la oferta de 225 millones de Cerberus, otro de los grandes fondos de inversión con músculo suficiente para afrontar una operación de estas características.

Foto: Luz verde a la subasta de activos de Reyal Urbis hipotecados por Sareb: 23,6 millones. ( EFE/Chema Moya)

La subasta de este gran lote de activos de Reyal Urbis, que quebró definitivamente en 2017, con una deuda de 4.700 millones, incluía activos muy diferentes, desde hoteles, pasando por oficinas, hasta solares. Un 'mix' inmobiliario que, según expertos del mercado inmobiliario consultados, dificultaba el éxito de la subasta y que llevó incluso a Sareb, uno de los grandes acreedores de la promotora, a oponerse al plan de liquidación, como avanzó El Confidencial.

Un movimiento, el de Sareb, orientado a lograr una subasta de lotes más homogéneos que permitiera maximizar el precio de venta de los activos y que estaría más en la línea de las recientes subastas de activos de Reyal Urbis, hipotecados únicamente por Sareb, que han ido saliendo a cuentagotas desde principios de febrero en el BOE.

Hoteles, oficinas, suelos...

En aquel 'megalote', cuya subasta organizó el Colegio de Procuradores de Madrid y supervisó el Juzgado de lo Mercantil Número 6 de Madrid, encargado de la liquidación de la sociedad, se incluían 19 activos. Varios hoteles Rafael, situados en las zonas de Atocha (245 habitaciones y 110 plazas de garaje), Pirámides, Ventas (estos tres en Madrid), Badalona (142 habitaciones y 283 plazas de 'parking') y Baqueira Beret (el cinco estrellas Hotel Pleta), así como un edificio de oficinas de 10 plantas en Torrelaguna, a las afueras de la capital de España.

La cartera en venta también contenía un suelo en Pozuelo de Alarcón (Madrid), otro en Murcia, cinco solares en Valencia y otros cinco terrenos distribuidos entre Jerez, Málaga, Palma y Vigo, así como un garaje de 319 plazas, cuotas de ampliación de la Castellana y plantas de oficinas en la calle Ayala de Madrid. Todo ello por un precio mínimo de 220 millones. Una cifra al alcance de muy pocos inversores.

"Ante un proceso de estas características, un gran fondo va a buscar maximizar el precio, mientras que un inversor interesado en un activo concreto tenderá a ofrecer el mejor precio para hacerse con él", añaden las fuentes consultadas.

placeholder Hotel RH Pirámides. Uno de los activos dentro del 'megalote'. (Cedida)
Hotel RH Pirámides. Uno de los activos dentro del 'megalote'. (Cedida)

Tras el fiasco de la subasta, ¿qué pasará ahora con esos activos? Estas mismas fuentes apuntan a que "lo lógico ahora sería la subasta individual de estos activos o al menos que se agruparan por tipología: un lote de suelo, otro de hoteles...".

Reyal Urbis presentó concurso voluntario de acreedores en marzo de 2013, y en septiembre de 2017 el juzgado notificó el auto de apertura de la fase de liquidación. Fue la segunda mayor quiebra inmobiliaria de España, tras la de Martinsa Fadesa.

Entre los grandes acreedores de Reyal Urbis destaca la Agencia Tributaria (AEAT), a la que en 2020 debía 343,5 millones. De hecho, es el mayor deudor de Hacienda, que tiene prioridad en los cobros frente a otros acreedores. Sareb es otro de los grandes acreedores tras heredar cerca de 1.000 millones de deuda de las antiguas cajas de ahorros. Su deuda está compuesta por préstamos bilaterales —es decir, en los que el único acreedor es Sareb— y sindicados.

La subasta arrancó el pasado 14 de octubre, con una puja mínima de 220 millones de euros, y finalizó el 21 de diciembre. El resultado, ninguna oferta sobre la mesa.

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