LandCo y Servihabitat, cara a cara en la pugna final por la gestión de suelo de Sareb

LandCo, gestora de suelo del Banco Santander, y Servihabitat, el 'servicer' de Lone Star y CaixaBank, son los favoritos para hacerse con el Proyecto Neo de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), un concurso con el que busca un socio que le ayude en la gestión urbanística de una gran cartera de suelos repartidos por toda España.

Estas dos firmas, junto a CBRE y el 'servicer' Aliseda, son los cuatros finalistas de un proceso del que antes se han caído consultoras como Savills Aguirre Newman, EY y JLL; 'servicers' como Altamira, Almar Consulting, o el constructor Level. Según confirman a El Confidencial varias fuentes, este lunes tiene previsto reunirse el comité de dirección de Sareb, encuentros en el que previsiblemente se decidirá el nombre de estos dos candidatos, propuesta que se elevará al consejo para la reunión de la próxima semana.

También será la semana que viene cuando está previsto que se presenten las ofertas por el Proyecto Darwin, con el que Sareb busca un promotor que finalice más de 5.000 viviendas actualmente en construcción.

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El objetivo de la sociedad que preside Jaime Echegoyen es que el ganador del proceso se encargue de la gestión urbanística de unos 300 suelos con el objetivo de que tengan el carácter finalista en los próximos años. Según adelantó el portal 'Brainsre.news', los terrenos están ubicados, principalmente, en Cataluña y Andalucía, pero también en Comunidad Valenciana y Madrid.

Según explican las fuentes consultadas, LandCo —antes LandMark— ha irrumpido por sorpresa en el proceso. Se trata de la promotora creada hace poco más de un año por el Santander con los últimos 4.500 millones de euros en suelos tóxicos que seguía teniendo en su balance, una especie de banco malo de la entidad presidida por Ana Botín, especializado en la gestión de suelo.

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Sin embargo, la entrada en el proceso de esta compañía ha despertado recelos en el sector debido, precisamente, a su falta de experiencia como 'servicer' y a que Santander es el segundo accionista de Sareb, con el 22,3% del capital, solo por detrás del FROB, que posee el 45,9%. Servihabitat, por su parte, está participada en un 20% por CaixaBank, que tiene otro 12,2% del banco malo.

Las fuentes consultadas destacan como un aspecto que muestra la importancia de contar con amplia experiencia en gestión urbanística de suelo la complejidad de los terrenos que ha sacado Sareb al mercado y el profundo trabajo de tramitación que requerirá. Esto hace que sea muy difícil asegurar cuánto tiempo podría tardar el adjudicatario de este proyecto en conseguir la recalificación de los terrenos y, aunque aseguran que hay solares que podrían obtener el carácter de finalista en uno o dos años, el plazo podría alargarse sensiblemente en otros casos. Y no hay que olvidar que Sareb tiene fecha de caducidad: 2027. Es decir, dentro de seis años.

Sareb, camino hacia la especialización

Tanto el Proyecto Neo como el Proyecto Darwin tienen como objetivo dar salida a todos los activos que tiene aún en cartera la compañía y seguir avanzando en su objetivo de dar salida al ingente número de activos adjudicados.

A diferencia de Neo, el Proyecto Darwin busca un gestor que finalice 5.600 viviendas, la mayoría ya en marcha, en toda España. Una cartera valorada en torno a los 300 millones de euros, aunque podría verse incrementada hasta aproximadamente los 570 millones con la incorporación de nuevos activos en el futuro. El objetivo de Sareb se concentra en terminar las obras de 205 promociones actualmente en curso para la posterior venta de las viviendas, una a una.

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Además, en el punto de mira están los convenios que firmó con Solvia (hoy Intrum), Altamira y Servihabitat dentro del Proyecto Íbero. El gran contrato con el que Sareb esperaba dar salida a 50.781 millones de euros en activos tóxicos que le traspasaron las entidades financieras en 2012. La cuenta atrás para renovar este gran contrato, como adelantó El Confidencial, ha comenzado y se enmarca dentro de la nueva estrategia de la sociedad dirigida hacia la especialización.

Un proyecto, bautizado informalmente como Esparta II, que pretende segmentar la cartera de 31.800 millones de euros en inmuebles y préstamos que tiene actualmente Sareb en contratos de servicios especializados, lo que implicará la búsqueda de especialistas en alquileres, servicios de mantenimiento, gestión de concursos o venta a pie de calle, por ejemplo, frente al modelo más generalista que supuso Íbero y que, a diferencia de este, no está dirigido necesariamente a 'servicers'.