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De 200€ en Burela a 2.800 en Punta Prima: el coste de una semana en la casa de la playa
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INFORME DE TECNITASA

De 200€ en Burela a 2.800 en Punta Prima: el coste de una semana en la casa de la playa

El veraneante decide quedarse más tiempo que años anteriores y busca zonas en las que sea más sencillo mantener las medidas de distanciamiento

Foto: Vista de la playa de Punta Prima, en el municipio de Sant Lluís, Menorca. (EFE)
Vista de la playa de Punta Prima, en el municipio de Sant Lluís, Menorca. (EFE)

Las vacaciones de verano se encuentran a la vuelta de la esquina y el hecho de que miles de españoles hayan pasado un largo periodo de confinamiento encerrados en casa y con muy pocas posibilidades de viajar, especialmente al extranjero, ha impulsado el interés por alquilar un apartamento en la playa. Y la búsqueda de zonas que han tenido bajos niveles de contagio en coronavirus está primando entre los veraneantes que, por otro lado, están contratando estancias más largas por si se produce un rebrote del virus durante los meses estivales que pueda obligar a un nuevo confinamiento.

Así lo ha detectado TecniTasa (Técnicos en Tasación) en su informe anual sobre el mercado del alquiler en la costa española. "El covid-19 está trasladando incertidumbre a la hora de la decisión definitiva y a la vez cambiando la fórmula habitual de veranear, en muchos casos, alargando plazos, con seguros de cancelación del 100% y mayor volatilidad tanto de oferta como demanda", señalan desde la compañía.

Muchos propietarios quieren disfrutar de sus propios inmuebles para pasar el tiempo estival y esto hace que la oferta disminuya

El incremento de los alquileres respecto a los precios del año pasado es, a grandes rasgos, un 3% superior respecto a los 750 euros semanales de renta media semanal del año pasado. Eso sí, el veraneante decide quedarse más tiempo que años anteriores y busca zonas en las que sea más sencillo mantener las medidas de distanciamiento. No obstante, el mercado de alquiler turístico en costa es muy heterogéneo con gustos y posibilidades para todos los bolsillos.

Así, por ejemplo, Menorca, Palma e Ibiza (Islas Baleares), Puerto Banús y Marbella (Málaga), Illa da Toxa y Sanxenxo (Pontevedra), Sotogrande y Puerto de Santa María (Cádiz), Sitges (Barcelona), Hondarribia y San Sebastián (Guipúzcoa) o Benidorm (Alicante) tienen los precios más caros de los alquileres por encima de los 1.300 euros a la semana. Por el contrario, lo más económico en Burela y Vicedo (Lugo), El Saler (Valencia), Pontedeume (A Coruña), Motril (Granada), Playa de las Canteras y Puerto de la Cruz (Islas Canarias) en donde se pueden conseguir estancias entre 200 y 380 euros semanales.

Foto: Playa de Salou. (EFE)

"La pandemia está ocasionando que cambien nuestras habituales costumbres a la hora de pasar nuestro tiempo de descanso. La oferta y demanda es irregular pues por una parte el hecho de que vayan a venir menos extranjeros podría hacer que los precios bajen, pero se está dando la circunstancia de que muchos propietarios quieren disfrutar de sus propios inmuebles para pasar el tiempo estival y esto hace que la oferta disminuya", señala José María Basañez, presidente de TecniTasa.

Para este experto, "muchas familias que tenían apartamento en la playa ponían en alquiler su propiedad en julio y agosto para obtener una mayor rentabilidad. Ahora quieren disfrutar ellos mismos del apartamento la mayor parte del verano por lo que no lo ponen durante varias semanas en alquiler y se reduce la oferta. Y además, a las familias no les importa pagar algo más y alargar el tiempo de estancia, por si se produjese un repunte del virus poder quedarse más tiempo teletrabajando desde la playa".

Foto: Promoción en Marbella que comercializa Engel & Völkers.

Lo más caro para veranear…

Como casi todos los años, la diversidad de posibilidades de alojamiento en las distintas costas españolas es muy amplia según el estudio de TecniTasa. Las Islas Baleares siguen siendo uno de los destinos más caros: Punta Prima en Menorca (2.800 euros la semana), Port Alcudia o el puerto de Ibiza (2.200 euros) o 100 metros cuadrados en una urbanización exclusiva en Sa Rapita (2.000 euros) son algunos de los precios más exclusivos. No le van a la zaga Puerto Banús (2.600 euros) o Marbella donde un apartamento en el Centro supera los 1.750 euros a la semana con un incremento del 10 % con respecto al año anterior.

Algo más económico, por 1.500 euros semanales, podríamos acercarnos a Sotogrande en Cádiz o a Puerto Sherry en El Puerto de Santa María por 1.300 euros. Si nos vamos al norte de la Península, en O Grove en Illa da Toxa, encontramos un piso de 90 metros que alcanza los 2.000 euros semanales con un incremento de precio a doble dígito y en Sanxenxo un piso de 100 metros en la playa de Portonovo por el que se pagan 1.600 euros siete días.

En Guipúzcoa en el centro de San Sebastián se llega a 1.375 euros 55 metros cuadrados y en Hondarribia a los 1.500 euros, aunque el piso es de unas dimensiones superiores de 110 metros. Por el contrario, si decidimos irnos al Levante, la provincia de Alicante es lo más caro con precios cercanos a los 1.500 euros semanales en Benidorm en la playa de Levante o 1.430 euros más cerca de la capital, en la playa de San Juan.

En Cataluña, Sitges es lo más exclusivo con precios cercanos a los 1.400 euros a la semana y otra opción, por algo menos de 1.200 euros la semana, se puede conseguir un apartamento de 75 metros cuadrados en la playa de Casteldefells. Si se prefiere ir a Girona, los precios han descendido en la mayoría de los casos entre un 10 y un 20% en Blanes, Cadaqués o Port de la Selva.

Foto: Inquilinos de pisos turísticos.

… Y lo más barato

Las posibilidades de poder conseguir un buen veraneo también está al alcance de bolsillos menos pudientes. Encontrar algo entre 200 y 500 euros semanales, según TecniTasa es posible, aunque hay que buscar con más insistencia. Si nos acercamos a Burela o Vicedo en Lugo se encuentran apartamentos de 60 metros cuadrados por 200 y 250 euros, respectivamente. En A Coruña en Pontedeume o en Muros podremos veranear por 325 euros a la semana, y si nos desplazamos a Asturias, a Tapia de Casariego, por similar cantidad tendremos acceso a un apartamento de 55 metros cuadrados.

Ya en Andalucía podremos acceder a un apartamento de 80 metros en Motril (Granada) por 350 euros o en Almería por 425. En la Comunidad Valenciana en la Playa de El Saler en Valencia podemos conseguir un piso por 380 euros a la semana y en Moncofar (Castellón), un apartamento en primera línea por 400. Otra opción muy asequible ya es desplazándonos a las Islas Canarias, tanto en Las Palmas de Gran Canaria en la playa de Las Canteras como en Tenerife en El Puerto de la Cruz se pueden conseguir pequeños apartamentos por 275 euros semanales.

Se buscan ubicaciones con menor incidencia del virus, menor exposición en lugares públicos así como estancias más largas

“Se ha producido un cierto desplazamiento de la demanda. Un factor como que la zona haya estado más o menos afectada por el coronavirus o la necesidad de un mayor o menor desplazamiento son, este año, factores que se tienen en cuenta en la decisión de destino", apunta Fernando García-Marcos, director técnico de TecniTasa.

"El mercado del alquiler de vacaciones es mucho más sensible a factores coyunturales, puesto que, al contrario que en el mercado inmobiliario de compraventa de primera residencia, la decisión es a muy corto plazo”, añade.

"La heterogeneidad de nuestras costas hace, como todos los años, que podamos optar por distintas posibilidades, pero la llegada del coronavirus está cambiando nuestras habituales formas de comportamiento buscando ubicaciones con menor incidencia del virus, menor exposición en lugares públicos —con distanciamiento social— que nos está llevando a buscar estancias más largas en viviendas o apartamentos donde deberemos pagar más, pero que nos lo podremos permitir, ya que gastaremos menos en ocio por anulación de festivales, campamentos de nuestros hijos o salidas nocturnas", concluye este experto.

Las vacaciones de verano se encuentran a la vuelta de la esquina y el hecho de que miles de españoles hayan pasado un largo periodo de confinamiento encerrados en casa y con muy pocas posibilidades de viajar, especialmente al extranjero, ha impulsado el interés por alquilar un apartamento en la playa. Y la búsqueda de zonas que han tenido bajos niveles de contagio en coronavirus está primando entre los veraneantes que, por otro lado, están contratando estancias más largas por si se produce un rebrote del virus durante los meses estivales que pueda obligar a un nuevo confinamiento.

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