Es noticia
¿Venderías tu casa en una subasta por internet? y, ¿la comprarías?
  1. Vivienda
ATERRIZA EN ESPAÑA LA PLATAFORMA BIDX1

¿Venderías tu casa en una subasta por internet? y, ¿la comprarías?

La firma irlandesa BidX1 especializada en subastas online aterriza en España. El 30 de octubre se celebra la primera venta: 136 activos desde 19.000 euros hasta 1 millón

Foto: Chalet a subasta en Villanueva de la Cañada
Chalet a subasta en Villanueva de la Cañada

El gancho es perfecto. Un inmueble a subasta con un precio sensiblemente inferior al del mercado. El potencial comprador lo percibe como una ganga y decide pujar por él. Cree que se podrá llevar el gato al agua y, finalmente, el vendedor consigue un precio sensiblemente superior cuando finaliza la puja.

"Es una cuestión psicológica. Cuando alguien está buscando una casa, conoce los precios, la zona que le interesa y ve una vivienda por debajo del precio del mercado, en su cerebro salta una luz roja y se interesa por ella e incluso es capaz de pagar por ella un precio superior a lo que en un principio estaba dispuesto a pagar", explica a El Confidencial, Javier de Pablo, 'head of property', de BidX1 una plataforma de origen irlandés especializada en subastas inmobiliarias online que acaba de aterrizar en España.

Su estreno se producirá el próximo 30 de octubre. Ese día, durante hora y media se podrá pujar por alguno de los 136 activos que saldrán simultáneamente a subasta. Desde viviendas, hasta oficinas pasando por naves industriales con precios muy dispares. Desde una parcela industrial en el polígono de Olloniego, en Oviedo, por 19.000 euros -—l activo más barato—, hasta un edificio de oficinas en Pozuelo de Alarcón, por 3.500.000 euros —el más caro—.

Viviendas, oficinas, naves industriales...

Entre medias, multitud de activos. Como una casa unifamiliar en Villanueva de la Cañada de 260 metros, a subasta por 280.000 euros —para pujar hay que depositar 4.000 euros—, un piso en Torremolinos por apenas 35.000 euros —2.500 euros de garantía— o un chalet en Calviá (Islas Baleares) por 1,2 millones de euros —40.000 euros de depósito—. De momento, al menos en esta primera subasta, ninguna propiedad llamativa como el club Criquet o la chimenea que fueron subastadas hace unos meses en Dublín.

placeholder Daniela Marchesano y Javier de Pablo, responsables de BidX1 en España
Daniela Marchesano y Javier de Pablo, responsables de BidX1 en España

Pero ¿quién es BidX1? Esta plataforma, cuya traducción literal es 'apuesta por uno', nació en plena crisis en Irlanda, uno de los países que, junto con España, sufrió las dramáticas consecuencias de la gestación y posterior estallido de la burbuja inmobiliaria. La firma echó a andar en 2011 y es fruto de la alianza entre la mayor compañía británica de subastas inmobiliarias, Allsop, y Space Property Group, que aquel año decidió entrar en el mercado de las subastas con la compra de acciones de Allsop valoradas en 4 millones de euros. Ese año, la compañía fue rebautizada como BidX1.

Además, el año pasado se produjo la entrada de la firma de capital riesgo Pollen Street Capital con una inversión de 15 millones de libras con el objetivo para extender sus operaciones en Irlanda, Reino Unido y Sudáfrica, e impulsar su expansión internacional en Chipre y España primero, y en Portugal, Grecia e Italia, después, para lo que cuentan con Johnny Horgan, 'managing' director of Europe, quien será el encargado de liderar los planes de expansión de la compañía y quien fue el director de 'capital markets' en Irlanda de CBRE.

Los activos que se subastan en esta web salen a precios ajustados, por debajo del precio de mercado ya que, según los responsables de la compañía, es la mejor manera de optimizar el precio y atraer el interés de potenciales inversores. De hecho, la tasa de éxito de las subastas convocadas hasta la fecha se mueve entre el 70%-80%. Es decir, apenas dos de cada diez subastas quedan desiertas. Y no solo eso, sino que de media se consigue cerrar la operación entre un 10% o un 15% por encima del precio de salida, llegando a alcanzar, en algunos casos, el 20%.

De media se consigue cerrar la operación entre un 10% o un 15% por encima del precio de salida, llegando a alcanzar, en algunos casos, el 20%

"En la ciudad de Galway se produjo una situación muy llamativa. Subastábamos un conjunto de oficinas que comenzó con un precio mínimo de 400.000 euros y acabó vendiendo por más de 2,2 millones", recuerda Javier de Pablo. "Los últimos minutos suelen ser los más intensos. En Reino Unido se subastó una casa en la que, en apenas seis minutos, se realizaron más de 35 ofertas", añade.

Una fianza para poder pujar

Eso sí, la imagen que podemos tener en la retina de la tradicional subasta de una persona trajeada frente a un atril que a golpe de mazo canta las ofertas recibidas por un cuadro, una joya o una obra de arte, ha dado paso a una oficina llena de ordenadores y trabajadores controlando que la subasta se desarrolla correctamente. En esta web, no hay mazo, tampoco se conoce la identidad de quienes pujan ni de quienes venden. Aunque el procedimiento es el mismo. Se deposita una fianza para poder pujar por un activo y se lo adjudica quien realiza la oferta más elevada. Los interesados están allí, pero virtualmente, sentados frente a su ordenador o con su smartphone en la mano en un lugar remoto del planeta. Pujando por el activo que les interesa solo con tocar un botón. De hecho, el 42% de quienes pujan lo hacen desde su móvil, según las estadísticas de BidX1.

Además, se puede pujar desde cualquier parte del mundo. Cuentan, de hecho, que un particular pujó por una casa mientras estaba esquiando. Y, aunque el número de potenciales interesados varía en función de los activos subastados, lo cierto es que siempre hay cientos de personas viendo la subasta en directo.

placeholder Chimenea subastada en Dublín por 136.000 euros
Chimenea subastada en Dublín por 136.000 euros

Antes de la subasta, el posible interesado ha tenido acceso al propio inmueble, si así lo desea, así como a todo la información relacionada con el inmueble: cargas del mismo, nota simple, derramas, etc. De hecho, los activos están durante un mes 'colgados' en la web, de tal manera que hay tiempo suficiente para que pueda visitar los activos y depositar la fianza necesaria para poder pujar, cuyo importe varía en función del valor del activo. También es obligatorio que se registre en la web, un proceso que dura unos 20 minutos y que permite a BidX1 que existe un interés real en el activo.

En España se estrenan con esta primera subasta a la que seguirán, según Javier de Pablo, "muchas más". Para que nos hagamos una idea, en Irlanda pueden llegar a celebrarse seis o siete subastas al año. De hecho, desde 2011 —si bien son completamente digitales desde 2015— han vendido más de 8.000 activos por un valor de 1.500 millones de euros. Actualmente, tiene un base de datos con más de 100.000 usuarios registrados y 1,6 millones de visitas procedentes de 185 países. Entre sus usuarios, firmas de capital riesgo, bancos, gestoras de fondos, promotoras, así como vendedores y compradores privados. De hecho, el espectro de potenciales compradores es muy amplio, desde inversores que pujan por activos comerciales hasta aquellos que buscan una vivienda o un activo para alquilar.

Desde 2011, BidX1 ha vendido más de 8.000 activos por un valor de 1.500 millones de euros

"Una de las ventajas de comprar en una subasta online es que el tiempo de adquisición del activo se reduce", explica Javier de Pablo. De hecho, en el momento que alguien resulta ganador de la subasta, tiene la propiedad del activo. Es decir, la oferta es vinculante para ambas partes. Si bien, el comprador dispone de un mes para formalizar la compra. Es decir, en 60-70 días, la operación se ha cerrado. Sin duda, un plazo muy inferior al que puede demorarse una operación tradicional.

El depósito se descuenta del precio final de compra, mientras que quienes no han resultado ganadores recuperan su dinero. Por todo este proceso, BidX1 ingresa, aproximadamente, un 2% del precio final de venta, si bien, este porcentaje puede variar de la cantidad de trabajo que requiera la subasta del activo, el valor, su tipología... No es lo miso subastar una casa o un piso que un edificio residencial.

El sistema para pujar es sencillo. "Está predeterminado para hacer incrementos mínimos de 1.000 y luego sus múltiplos. Es decir, puedes hacer un incremento de 10.000 euros si quieres. Habrá casos en los que se pueda modificar, pero en principio ese será el mínimo", explica Javier de Pablo. La mecánica el día de la subasta, también es sencilla. Se abren todos los lotes —propiedades— a la vez para ofertar. Una vez abiertos, el Lote 1, se cierra 1 hora y 30 minutos después. Después de este se van cerrando cada 3 minutos. Es decir, a las 10:33, el Lote 2; a las 10:36, el Lote 3, etc. Hasta que se cierre en último. "Con esto, calculamos que el día de ventas de todos los lotes será de unas 6 horas".

La cuenta atrás ya ha comenzado.

El gancho es perfecto. Un inmueble a subasta con un precio sensiblemente inferior al del mercado. El potencial comprador lo percibe como una ganga y decide pujar por él. Cree que se podrá llevar el gato al agua y, finalmente, el vendedor consigue un precio sensiblemente superior cuando finaliza la puja.

Subasta Mercado inmobiliario Irlanda Inversión inmobiliaria
El redactor recomienda