Los bancos tendrán que pagar 4.000 millones por el impuesto de las hipotecas
La agencia de calificación Moody's estima que el coste excedería el importe total que el sector ha reembolsado a los clientes con motivo de las cláusulas suelo
El Tribunal Supremo ha decidido que finalmente serán los bancos y no los clientes quienes tendrán que abonar los impuestos derivados de la constitución de la hipoteca. El cambio de criterio del Alto Tribunal, que a principios de año eximió a las entidades del pago, supone un mazazo económico para la banca que puede tener un impacto superior a los 4.000 millones de euros, según estima la agencia de calificación Moody's.
Según un análisis de marzo (momento en el que el Supremo le daba la razón a la banca respecto al impuesto), la calificadora de crédito ve "difícil" calcular la magnitud del impacto sobre los bancos españoles, pero estima que este coste excedería el importe total que el sector ha reembolsado a los clientes con motivo de las cláusulas suelo, que según sus cuentas asciende a entre 3.500 y 4.000 millones de euros.
Sin embargo, la publicación de esta sentencia no implica que la banca devuelva automáticamente los gastos hipotecarios, sino que los afectados tendrán que acudir a los tribunales casi con total probabilidad. Además, podría producirse un encarecimiento de las hipotecas para futuros clientes.
No en vano, la primera decisión del Supremo impidió que se produjera una auténtica avalancha de reclamaciones, en tanto que el importe final que los afectados podían obtener por reclamar no era lo suficientemente elevado como para que compensara acudir a los tribunales. Abogados consultados por El Confidencial calculan que sólo son provechosas las solicitudes a partir de 2.000 euros.
Los gastos que se derivan de una hipoteca varían según la Comunidad Autónoma, la entidad bancaria y el año de constitución. "Pero, aproximadamente, serán unos 3.000 euros en un préstamo hipotecario de 150.000 euros o unos 2.000€ en uno de 90.000 euros", calculan desde Arriaga Asociados. A todas estas cantidades habría que sumar los intereses que hayan devengado.
El Tribunal Supremo ha decidido que finalmente serán los bancos y no los clientes quienes tendrán que abonar los impuestos derivados de la constitución de la hipoteca. El cambio de criterio del Alto Tribunal, que a principios de año eximió a las entidades del pago, supone un mazazo económico para la banca que puede tener un impacto superior a los 4.000 millones de euros, según estima la agencia de calificación Moody's.