Es noticia
Sareb vende la deuda del rascacielos In Tempo al fondo oportunista de un ex BBVA
  1. Vivienda
SVPGLOBAL ESTÁ EN LAS RADIALES Y ABENGOA

Sareb vende la deuda del rascacielos In Tempo al fondo oportunista de un ex BBVA

"La venta del préstamo al nuevo acreedor privilegiado permitirá asegurar la finalización de las obras pendientes, paralizadas desde 2014, y la posterior comercialización de los apartamentos"

Foto: Rascacielos In Tempo, en Benidorm. (Reuters)
Rascacielos In Tempo, en Benidorm. (Reuters)

Un total de 60 millones de euros. Ese es el precio por el que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha conseguido desprenderse de uno de los activos que mayores quebraderos de cabeza le había provocado en el último año y medio. Se trata del edificio In Tempo, el rascacielos residencial más alto de España y el segundo de Europa.

Según fuentes del mercado, la cantidad pagada por el préstamo estaría valorando el activo subyacente por su precio actual en el mercado, y supone 10 millones de euros más de los que Sareb pagó en su día por la deuda. En 2012, el llamado 'banco malo' adquirió el préstamo de 108 millones de euros que Caixa Galicia había otorgado a la promotora Olga Urbana para construir el edificio residencial. Lo hizo con una quita del 50%, es decir, que se habría quedado con dicha deuda por 50 millones de euros.

Foto: Rascacielo Intempo en Benidorm.

El nuevo dueño del préstamo es un fondo 'distressed' llamado Strategic Value Partners (SVPGlobal) que, sin embargo, aún no tiene la posesión del inmueble —de ahí el riesgo de la operación y el descuento sobre el valor de tasación del activo—, cuya adjudicación definitiva está actualmente parada en los tribunales.

El rascacielos está valorado en algo más de 91,6 millones de euros, según figura en el plan de liquidación de Olga Urbana, y Sareb ya reconoció estar dispuesto a aceptar ofertas que alcanzasen el 70% del valor de tasación (es decir, 63 millones de euros), siempre y cuando el pago se realizase al contado. Según las fuentes consultadas, la oferta de SVPGlobal habría cubierto las expectativas del 'banco malo', quien ha aprovechado la ocasión para soltar un pesado lastre inmobiliario.

Un fondo 'distressed'

El fondo, capitaneado en España por José Barreiro, ex responsable de banca corporativa y de negocios de BBVA (estuvo en el banco desde 1998 hasta 2012), está especializado en operaciones 'distressed', es decir, con elevados descuentos. SVPGlobal es un viejo conocido en el mercado español, donde, a través de Barreiro, ha entrado en el negocio de las autopistas quebradas, Abengoa o Pescanova, operaciones todas ellas de alto riesgo.

SPVGlobal ha comprado la deuda a Sareb, pero aún no tiene la propiedad del rascacielos

Dentro del equipo del fondo, también figura David Roca, otro ex BBVA —antiguo 'global head of' Loan Sales—, experto en la compra y venta de 'non performing lonas' (NPL), es decir, deuda de difícil cobro. El fondo ha sido asesorado por Evercore, Gómez-Acebo, Pombo Abogados y Net de Gerrers.

"La venta del préstamo al nuevo acreedor privilegiado permitirá asegurar la finalización de las obras pendientes, paralizadas desde 2014, y la posterior comercialización de los apartamentos", asegura Sareb en un comunicado. Y es que el edificio, de 192 metros de altura y 47 plantas que albergarán 269 apartamentos, está inacabado. Las obras se encuentran al 95% y finalizarlas, según las fuentes consultadas, supondría una inversión de cinco millones de euros.

Sareb tuvo hace meses dos ofertas

Sareb ha recibido en este último año varias ofertas por el rascacielos. Gela Management, compañía tras la que se encuentra un histórico del Banco Santander, ofreció por él 47 millones de euros dentro del plan de liquidación de Olga Urbana. Sin embargo, Sareb, a la vista de que la única oferta apenas alcanzaba la mitad del valor de tasación del rascacielos y ejerciendo el derecho que le brindaba la Ley Concursal como acreedor privilegiado, mejoró aquella oferta hasta 58,5 millones de euros, tal y como avanzó El Confidencial, con la intención de quedarse con el activo y así poder venderlo, posteriormente, a un mejor postor.

No obstante, hubo un segundo interesado. El fondo norteamericano Texas Pacific Group (TPG). Su oferta, sin embargo, llegó con 20 días de retraso y apenas superaba los 50 millones.

Foto: Rascacielos InTempo. (Reuters)

En la actualidad, el activo se encuentra inmerso en plena batalla judicial entre Sareb y varios acreedores más de Olga Urbana. El 'banco malo' posee la deuda que recae sobre el rascacielos, pero aún no es propietario del mismo. De hecho, su adjudicación se ha convertido en una auténtica pesadilla para Sareb, ya que parte de los acreedores de Olga Urbana, liderados por Kono Estructuras —una pequeña empresa alicantina de apenas medio centenar de trabajadores que fue la encargada de finalizar la estructura del edificio—, le han plantado cara en los tribunales al considerar que no debería ser considerado acreedor privilegiado a la hora de cobrar la deuda, sino subordinado. De lo que decidan los tribunales dependerá que Sareb sea el primero o el último en cobrar sus deudas.

El Juzgado de lo Mercantil ya se pronunció inicialmente a favor de Sareb, pero, meses más tarde, el juez de la Audiencia Provincial de Alicante desestimaba el recurso que presentó la sociedad para poder adjudicarse el megarrascacielos In Tempo, en Benidorm, hasta que no se resuelva la batalla judicial. Dicha resolución podría producirse a finales de este mes de noviembre y entonces, si la sentencia da la razón a Sareb, SVPGlobal podrá quedarse con el rascacielos, terminarlo, vender las viviendas o volver a ponerlo en el mercado.

Un total de 60 millones de euros. Ese es el precio por el que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha conseguido desprenderse de uno de los activos que mayores quebraderos de cabeza le había provocado en el último año y medio. Se trata del edificio In Tempo, el rascacielos residencial más alto de España y el segundo de Europa.

Benidorm Sareb Venta Jaime Echegoyen Concurso de acreedores
El redactor recomienda