Es noticia
Santander acapara el 40% del ladrillo tóxico de la banca cotizada tras comprar el Popular
  1. Vivienda
HEREDA CASI 17.000 MILLONES BRUTOS

Santander acapara el 40% del ladrillo tóxico de la banca cotizada tras comprar el Popular

Con esta operación, la entidad cántabra asume una importante herencia de activos tóxicos vinculados al ladrillo en manos del Banco Popular, el más expuesto del sector

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. (Reuters)
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. (Reuters)

La compra del Banco Popular por parte del Banco Santander incluye un nuevo lastre inmobiliario para la entidad que preside Ana Patricia Botín. Con esta operación, cerrada por el precio simbólico de un euro, la entidad cántabra asume una importante 'herencia' de activos tóxicos vinculados al ladrillo. En concreto, hablamos de casi 17.000 millones de euros -10.300 millones netos-, según los datos remitidos por el Banco Popular a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre de 2016.

Una cifra que se suma a los 10.700 millones presentes ya en el balance del Santander a finales del año pasado, que aumenta hasta 27.700 millones de euros su exposición inmobiliaria tras esta operación corporativa. Una cifra que viene a representar prácticamente el 40% de todo el ladrillo tóxico que reconocen tener en sus balances los grandes bancos cotizados y que, a cierre de 2016, ascendía a 70.000 millones, como se puede apreciar en la tabla inferior.

Y es que, a pesar de la limpieza de adjudicados realizada en los últimos años, -ya sea mediante la venta directa de los inmubles, de carteras u al cierre de operaciones como el traspaso de viviendas a Testa-, las entidades financieras siguen teniendo en sus balances una importante cantidad de ladrillo. Y, entre todas las cotizadas, el Popular era el más expuesto. En términos netos, alcanzó los 10.305 millones netos; una cifra muy superior a los 6.876 millones de CaixaBank; los 6.244,7 millones de Sabadell; los 6.012 millones de BBVA; los 4.787,2 millones de Santander; los 2.251,2 millones de Bankia, o los 260,2 de Bankinter.

Además, solo en suelo, el valor brutos de sus activos roza los 8.000 millones de euros, la mitad de toda su exposición al ladrillo y, de nuevo, la cifra más abultada entre los bancos cotizados.

No obstante, el valor bruto exacto de esos activos inmobiliarios ha sido, precisamente, uno los aspectos que mayor incertidumbre han generado en el mercado y uno de los principales escollos ante una operación corporativa que finalmente ha asumido el Santander. Un incremento de las provisiones sobre la cartera inmobiliaria de Popular tras el proceso de retasación elevaría la ratio de cobertura sobre estos activos, actualmente en el 38,5%, si bien reduciría su valor contable neto, que ascendía a 10.900 millones a 31 de marzo.

El ladrillo sigue constituyendo un importante quebradero de cabeza para las entidades financieras a pesar de la limpieza realizada durante los últimos años. De hecho, a pesar de todo el desagüe inmobiliario, el G-7 de la banca apenas ha conseguido rebajar en un 2,3% su cifra global de adjudicados durante 2016; y un 0,73% en el caso de los suelos.

No obstante, durante el pasado ejercicio, y ante la vuelta de tuerca que ha supuesto la nueva circular del Banco de España, se elevaron un 6% las provisiones, lo que ha permitido que, en términos netos, el valor en libros de los adjudicados de la gran banca se haya reducido en un 8,8% en total; y en un 10% en el caso de los suelos.

La compra del Banco Popular deja en el aire -al menos por el momento-, la venta de una cartera inmobiliaria de hasta 2.000 millones que estaba preparando Emilio Saracho junto a KPMG, con el objetivo de reducir de forma acelerada el elevado volumen de activos improductivos -los recibidos en pago de deudas- de su balance.

Foto: Botín se deshace en solo cinco meses de los pisos heredados de 'El Pocero' en Seseña

La entidad no ha sido, precisamente, una de las más activas a la hora de limpiar 'ladrillo' de sus cuentas. Incluso cuando aún controlaba su servicer inmobiliario Aliseda, llevó a cabo una política muy conservadora de venta de activos. Posiblemente uno de los casos más llamativos se produjo con la venta de los pisos heredados de El Pocero en Seseña, donde, precisamente el Banco Santander rebajó fuertemente los precios para librarse de ellos. En todo 2016, Banco Popular vendió un total de 10.214 inmuebles con un valor contable de 2.028 millones de euros, según consta en el informe anual de la entidad.

La compra del Banco Popular por parte del Banco Santander incluye un nuevo lastre inmobiliario para la entidad que preside Ana Patricia Botín. Con esta operación, cerrada por el precio simbólico de un euro, la entidad cántabra asume una importante 'herencia' de activos tóxicos vinculados al ladrillo. En concreto, hablamos de casi 17.000 millones de euros -10.300 millones netos-, según los datos remitidos por el Banco Popular a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre de 2016.

Banco de España Balance Deudas Ana Patricia Botín Emilio Saracho Banco Popular
El redactor recomienda