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La sentencia de las cláusulas suelo afronta un retraso a la espera de que se pronuncie la UE
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alivio para los bancos castigados en bolsa

La sentencia de las cláusulas suelo afronta un retraso a la espera de que se pronuncie la UE

Los afectados por cláusulas suelo hipotecarias se las prometían muy felices ante la macrodemanda de Madrid, pero tendrán que esperar para tener una sentencia, y se abren dudas sobre su sentido

Foto: Cláusulas suelo.
Cláusulas suelo.

La macrodemanda de unos 15.000 afectados por cláusulas suelo quedó vista para sentencia en el Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid en junio del año pasado, pero todavía no hay sentencia. Y, según fuentes cercanas al proceso, los afectados por estas estipulaciones, que les impiden beneficiarse de los bajos tipos de interés, tendrán que seguir esperando todavía un tiempo hasta que la jueza Ana María Gallego resuelva. Hay dos razones para ello: el deseo de no contradecir a la sentencia que también va a dictar sobre este asunto el Tribunal de la UE y la enorme complejidad de un asunto con numerosas aristas económicas y jurídicas.

Este retraso supone un alivio para los bancos, que están sufriendo un durísimo castigo en bolsa en este arranque de año. Porque, en caso de sentencia condenatoria que les obligue a devolver las cantidades cobradas indebidamente de forma retroactiva, las entidades tendrán que provisionarlas aunque recurran el fallo y no empiecen a pagar realmente, ya que los principios contables y sus auditores les obligarán a ello. Eso significa apuntarse la pérdida de golpe (si finalmente no tienen que devolver el dinero, lo revertirán a beneficio); una pérdida que puede ser muy importante si la retroactividad es total, es decir, desde la firma de cada hipoteca.

Si son condenados, los bancos tendrán que provisionar de golpe lo cobrado de más aunque recurran la sentencia, lo que elevará sus pérdidas

Como adelantó El Confidencial en octubre, el Tribunal de Luxemburgo tiene abierto un procedimiento sobre el tema al ser consultado por varios tribunales españoles, en el curso del cual pidió opinión a la Comisión Europea. Su respuesta fue que la retroactividad debe ser total, no solo hasta mayo de 2013, como estableció el Supremo en su condena de BBVA, Novagalicia (Abanca) y Cajamar de esa fecha. Ahora bien, matizó que esa retroactividad solo se aplicaría en los casos en que haya sentencia, no de forma generalizada, y a partir de ahora, para preservar el principio de cosa juzgada de dicha resolución del Alto Tribunal.

En esa tesitura, la titular del juzgado madrileño no quiere dictar una sentencia que se oponga al criterio de la UE y que, en consecuencia, sería anulada con una probabilidad muy alta por una instancia superior. Por ello, prefiere esperar a que se pronuncie el Tribunal de Luxemburgo, algo que puede demorarse unos cuantos meses más, según las fuentes consultadas.

Una cuestión más compleja de lo que parece

A esto se suma, siempre según las fuentes consultadas, que la magistrada se ha dado cuenta de que esta cuestión es mucho más compleja y espinosa que la que planteó Adicae (la asociación promotora de la macrodemanda) en el juicio y en los medios; es decir, no es tan sencillo como que todos los bancos sean malos y engañaran a sus clientes indefensos para 'colarles' estas cláusulas, por lo que todas serían nulas.

Entre esas complejidades, cabe destacar que no todas las cláusulas son iguales -cada entidad tenía las suyas, y unas son más transparentes que otras- ni tampoco lo son todos los clientes, en función de sus conocimientos y su experiencia. Asimismo, se está cuestionando seriamente la labor de los notarios, que en muchos casos leyeron la cláusula al cliente y hasta le preguntaron si la comprendía y estaba conforme con ella. Es decir, es muy cuestionable que se pueda hacer tabla rasa para todo el sector en vez de ir caso por caso. Tampoco hay que olvidar que estas estipulaciones contractuales se ajustaban a la ley vigente. Además, la retroactividad total tendría visos de inconstitucionalidad y la banca usaría ese argumento para recurrir una eventual condena.

El tribunal y la banca optan por la prudencia

Con todo esto, el juzgado ha optado por la prudencia y por tomarse el tiempo necesario para analizar la cuestión en todos sus extremos y, sobre todo, para tener claro cuál será el criterio del Tribunal de la UE. De ahí que acumule ya un retraso de más de seis meses que puede prolongarse algunos más. Los más perjudicados por estas dilaciones son los afectados, ya que este proceso atravesó numerosas vicisitudes y tardó casi cinco años en llegar a juicio.

En todo caso, por si al final hay una condena con retroactividad total, el sector se está curando en salud proponiendo a sus clientes acuerdos para suprimirles la cláusula de ahora en adelante a cambio de que renuncien a reclamar en los tribunales, como también adelantó El Confidencial. Recordemos que las entidades con mayor exposición a las hipotecas con suelo son Caixabank, Sabadell, Unicaja y Popular.

La macrodemanda de unos 15.000 afectados por cláusulas suelo quedó vista para sentencia en el Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid en junio del año pasado, pero todavía no hay sentencia. Y, según fuentes cercanas al proceso, los afectados por estas estipulaciones, que les impiden beneficiarse de los bajos tipos de interés, tendrán que seguir esperando todavía un tiempo hasta que la jueza Ana María Gallego resuelva. Hay dos razones para ello: el deseo de no contradecir a la sentencia que también va a dictar sobre este asunto el Tribunal de la UE y la enorme complejidad de un asunto con numerosas aristas económicas y jurídicas.

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