¿Cómo evitar el timo del revisor del gas y ahorrar al máximo con tu caldera?

Las temperaturas invernales han obligado a más de uno a encender la calefacción este fin de semana. Coincidiendo con la llegada del frio y con el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores la Asociación Española de Gas (Sedigas) ha publicado un listado de consejos para ahorrar en calefacción y adelgazar la factura del gas con un mejor uso de los electrodomésticos. Además, los expertos de Sedigas ponen a disposición del público una guía para no dejarse engañar por el clásico timo de los revisores del gas.

El falso revisor del gas

El timo del falso revisor del gas es cada día más habitual, sobre todo en las grandes ciudades y en aquellos barrios donde viven muchas personas mayores.La escena es un clásico: un desconocido se presenta en el portal diciendo que pertenece a una empresa energéticay que viene a revisar la caldera. Por sus servicios exige una generosa comisión en efectivo.Desde Sedigas ofrecen una serie de consejos para aprender a identificar a este falso revisor:

- La empresa de gas siempre envía a los particulares un aviso previo de la próxima inspección. Esta revisión se realiza cada cinco años. Si no ha recibido aviso, no abra y sobre todo, no pague.

- El técnico debe estar acreditado por su empresa. Si no enseña su acreditación, no hay que dejar entrar a esa persona en ningún caso. Además, al terminar debe entregar un certificado que dé fe de que la inspección efectivamente se ha realizado. Si no hace ademán de entregar un documento de este tipo, desconfíe.

- Nunca hay que pagar al técnico en efectivo. El cargo por la revisión se incluye en la factura mensual.

¿Cómo usar la calefacción de forma eficiente?

Cuidar el mantenimiento: Sedigas aconseja contar con un contrato de mantenimiento periódico. La normativa obliga a revisar anualmente aquellas calderas de más de 70 kW y las de menos cada par de años (las más comunes). En cuanto a los calentadores, los de más de 24,4 kW deben verificarse cada dos años y los que no rebasen esta potencia, cada 5 años. Además es bueno comprobar que los radiadores no tienen aire y purgarlos cuando llegue el invierno.

Regular la temperatura: lo mejor es utilizar un sistema de regulación de la temperatura con termostato si se cuenta con calefacción individual. Se aconseja tenerla a 20 o 21 grados durante el día y bajarla a 16-18 grados por la noche. Desde Sedigas recuerdan que por cada grado que deje de subir en el termostato se ahorrará entre un 5% y un 8% de energía.

Mejorar el aislamiento: lo mejor es contar con ventanas de doble vidrio y cierre hermético que eviten la pérdida de calor. Además, la ventilación del hogar debe limitarse a diez minutos máximo, ya que más tiempo hace que se pierda el calor. Es una buena idea abrir las persianas cuando de mucho el sol.

Evitar el despilfarro: Sedigas recuerda que es importante cerrar las llaves de aquellos radiadores que estén en habitaciones que no se utilizan y no bloquear el acceso a los mismos con muebles o cortinas. Tampoco es buena idea utilizarlos para secar la ropa, aunque mucha gente lo hace. Suele ocurrir que en aquellas casas donde hay calefacción central la temperatura es demasiado elevada. Si ese es el caso, Sedigas desaconseja abrir las ventanas, ya que eso crearía un despilfarro innecesario y recomienda cerrar la llave de los radiadores.

¿Cómo rebajar el consumo de los electrodomésticos a gas?

La etiqueta energética: Sedigas advierte de que existe la obligación por parte del fabricante de hacer constar la etiqueta energética del producto, que sigue una clasificación de la A (menos consumo) a la G (mayor consumo).

Los fogones: al cocinar es aconsejable ajustar la llama de los quemadores al fondo de los recipientes. Es recomendable también habituarse a cocinar usando latapa porque acelerará la consecución de la temperatura necesaria para la cocción.

Los electrodomésticos bitérmicos: las lavadoras o los lavavajillas bitérmicos utilizan agua caliente que procede de la caldera, suponiendo un gran ahorro en tiempo, energía y dinero.

El lavavajillas: poca gente lo sabe, pero se ahorra más energía lavando los platos en un lavavajillas que haciéndolo a mano con agua caliente.

La secadora: las secadoras de ropa a gas suponen un ahorro de hasta el 40% en cada uso.

La ducha: instalando una ducha llave con termostato o monomando en la ducha se puede obtener de forma constante agua a la temperatura deseada, ahorrando energía.