Las tasadoras dejan colgada a la patronal para lavar su imagen ante los ciudadanos

Apenas media docena de asociados. La Asociación Profesional de Sociedades de Valoración (Atasa) ha perdido totalmente la confianza de las tasadoras, que han protagonizado una auténtica estampida de las filas de la patronal en los últimos meses. Sólo 14 empresas del sector mantienen, por el momento, su apoyo a Atasa, cuando, hace algo poco más de dos años, contaba con más de una treintena de asociados.

El pulso lo ha ganado la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV) creada, según su secretario, José Manuel Gómez de Miguel, para recuperar la credibilidad de las tasadoras ante la sociedad y convertirse en interlocutor entre las empresas del sector, el Banco de España y el Ministerio de Economía. La asociación fue impulsada por los tres pesos pesados de la tasación en Españaque ya no formaban parte de Atasa: Sociedad de Tasación, Tinsa y Sivasa.Entre las tres controlaban más de un tercio delnúmero de tasacionesy delimporte total tasado. Solamente Tinsa y Sociedad de Tasación facturan, hoy por hoy, el 40% del conjunto del sector.Junto a ellas, se han asociado otras 15 empresas de tal manera que, en total, suman más del 80% de la facturación.

Atasa fue condenada por Competencia a pagar una multa de 200.000 euros por pactar precios

Esta pérdida de confianza en Atasa se ha producido en medio de la crisis más cruenta que ha salpicado al sector y ha coincidido también en el tiempo con el escándalo que salpicó a la patronal por pactar precios y que se saldó con un expediente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y una multa de 200.000 euros por elaborar un listado detarifas mínimas en el periodo comprendido entre 2005 y 2009. La patronal también fue sancionada por establecer un baremo de horarios orientativos mínimos entre 2010 y 2011 para prestar servicios solicitados por las Administraciones tributarias, juzgados y registros mercantiles.El Confidencial ha intentado ponerse en contacto con Atasa a través del teléfono que aparece en su web, sin éxito.

El nacimiento de la AEV puso de manifiesto el malestar de buena parte del sector con la manera de actuar de la patronal.“El objetivo de la AEV es defender los intereses de lastasadorasy adoptar una forma de trabajar diferente a como se ha estado haciendo hasta ahora, además de actuar como interlocutores ante los organismos reguladores como, por ejemplo,el Banco de España. La manera de laAEV de entender el sector de la tasación en España y de defender sus intereses es muy diferente a la que se estaba haciendo desde Atasa", explicaban hace unos mesesa El Confidencialfuentes del sector.

Conversaciones con el Banco de España y Economía

Su secretario, José Manuel Gómez de Miguel,reconoce a este diario que en los últimos meses ha mantenido contactos muy estrechos con el Banco de España –organismo que conoce muy bien, dado que trabajó en él– y esporádicos con el Ministerio de Economía. “Hemos tenido mucho contacto con el equipo de regulación y de supervisión del Banco de España. Queremos complementar la regulación existente con una autorregulación del sector que permitarecuperar la credibilidad en las tasadoras, ahora sí, totalmente independientes de las entidades financieras”.

"Estamos trabajando en dos objetivos principalmente. Por un lado, en que todas las tasaciones cumplan una serie de requisitos técnicos: cómo se captan los datos, cómo se deben aplicar los datos de la valoración…Ahora que no hay, por ejemplo, un mercado de suelo, es una información que puede resultar muy útil a los inversores. Por otro lado, también queremos que todas las tasadoras se comprometan a tener los medios técnicos y humanos suficientes para poder realizar la valoración de un inmueble".

Elsector de la tasaciónha sufrido en sus carnes los efectos de la crisis. El desplome de las compraventas de viviendas se ha traducido en un derrumbe de la actividad y de la facturación,pero, además, atraviesa una auténtica crisis de credibilidad puesto que desde diferentes frentes se las acusa de haber inflado las tasaciones en plenoboomy de favorecer los intereses de la banca, muy presente en su accionariado hasta la aprobación de la ley hipotecaria que, entre otros aspectos,limitó la participación directa de la banca al 10% del capital de las tasadoras.

Esta supuesta mala praxis ha tenido también una respuesta contundente en los tribunales ya que, por primera vez, el Tribunal Supremo condenaba a finales de septiembre de 2013 a una tasadora por haber 'inflado' el valor de varios inmuebles.