El exceso de créditos, tarjetas y compras a plazos están detrás del impago de miles de hipotecas
En un 50% de los casos en que el estrangulamiento financiero de una persona o familia desemboca en un ejecución hipotecaria se había producido un sobreendeudamiento
En un 50% de los casos en que el estrangulamiento financiero de una persona o familia desemboca en un ejecución hipotecaria se había producido un
sobreendeudamiento previo o simultáneo cuyo elevado coste -en un contexto en que miles de familias están siendo sacudidas por el desempleo- impidió cumplir con sus compromisos de pago.
Son dato del Observatorio de la Financiación Familiar de Agencia Negociadora, tras el análisis de 16.000 expedientes de solicitud de refinanciación bancaria. De hecho, el monto de los pagos financieros derivados de otros créditos y tarjetas puede llegar a ser el doble de lo comprometido para el pago de la letra mensual de la hipoteca.
Se da la situación, por tanto, de que en casi en tres de cada cuatro de los 16.000 expedientes analizados fue el impago de esos créditos y tarjetas, menores en cuantía, pero con un elevado coste mensual por los elevados tipos de interés y comisiones aplicadas, lo que supuso el principio de la “bola de nieve” que puede terminar en ejecución hipotecaria.
Desde la Agencia Negociadora señalan que, "aunque pueda resultar paradójico, es el propio instrumento hipotecario el que realmente puede evitar la presión del sobreendeudamiento, a través de un proceso de consolidación en el que un plazo más largo y unos tipos más bajos rebajan la presión financiera en el mes a mes a niveles asumibles por los deudores".
Según los expedientes analizados por la empresa, el 70% de los compromisos financieros mensuales provenían de endeudamiento por créditos personales y al consumo y por aplazamiento de compras con tarjetas de crédito, correspondiendo al pago de la hipoteca el 30% restante.
Ante el problema que el sobreendeudamiento puede suponer para las familias, Agencia Negociadora ha elaborado una lista de consejos para tratar de evitarlo, o al menos, mitigarlo:
1. Elaboración de un presupuesto familiar mensual y ajustarse al máximo. Comprobar a qué se dedica cada euro, y no gastar más de lo presupuestado.
2. Dedicar una partida, por pequeña que sea, al ahorro.
3. Evitar el uso de las tarjetas de crédito como medio de financiación y hacerlo sólo como instrumento de pago. Los pagos aplazados automáticos que permiten las tarjetas de crédito tienen unos tipos de interés tres o cuatro veces mayores que los de un crédito al consumo, y se llega a pagar más de la quinta parte del importe de las compras en interesas en operaciones a un año. Eso supone que si aplazamos compras por valor de 6.000 euros al cabo del año
habremos pagado en intereses 500 euros.
4. Agrupar los préstamos en la hipoteca mejorando las condiciones. La agrupación de créditos es una medida que permite reducir hasta un 80% el ratio de esfuerzo de pago.
5. Realizar una previsión razonable de la proyección de mejora económica. Y, sobre todo, evitar el sobreconsumo con cargo a “beneficios futuros”. Este es un consejo que debe primar antes de decidir un aumento del endeudamiento. Los ahorros obtenidos pueden oscilar entre el 15% y el 50% que es aconsejable que se dediquen a reducir endeudamiento.
En un 50% de los casos en que el estrangulamiento financiero de una persona o familia desemboca en un ejecución hipotecaria se había producido un