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Hipotecas multidivisa caso real
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Hipotecas multidivisa caso real

“Sabía lo que contrataba. Sabía a lo que me exponía. Lo que jamás me habría imaginado es que cuatro años después de firmar la hipoteca debería

“Sabía lo que contrataba. Sabía a lo que me exponía. Lo que jamás me habría imaginado es que cuatro años después de firmar la hipoteca debería al banco un 40% más de lo que le pedí prestado”.

A.F.L. decidió en 2008 comprarse una vivienda. Los precios de los pisos estaban en máximos y el Euribor, por encima del 5%. No tenía pareja. Con unos tipos de interés tan elevados, la vivienda a punto de caer y una sola nómina, acceder a una hipoteca tradicional no era tarea sencilla.

“Un amigo que trabajaba en un banco me habló de las hipotecas multidivisa. Fui a la entidad a informarme y me pusieron sobre la mesa un documento que me mostraba que por los 220.000 euros que pedía, con una hipoteca tradicional la cuota mensual ascendería a 1.300 euros y en una hipoteca en yenes, a 750.  La diferencia era de 550 euros al mes. Al año, 6.600 euros”.

Con estas cifras en la mano, la decisión estaba tomada. “El banco realizó un estudio de viabilidad y me concedió una hipoteca por el 90%. Eso sí, con doble garantía. Por un lado, la propia vivienda y, por otro, la vivienda de mis padres”, cuenta Alejandro.

Al igual que la mayoría de las hipotecas multidivisa, la suya contaba además con algunas cláusulas abusivas. La más llamativa, aquella por la que la entidad podía ejecutar toda la deuda pendiente cuando el capital pendiente se incrementa en un 10%. “Si mi hipoteca era de 220.000 euros y la deuda se hubiese superado los 242.000 euros, el banco me podría haber exigido la diferencia. Yo llegué a 280.000 y el banco me amenazó con ejecutarme si no contrataba el seguro.

Al igual que sucede con las hipotecas tradicionales, tuvo que contratar un seguro de hogar. También uno de vida. Pero a los pocos meses recibió una llamada “muy desagradable de Bankinter. La directora de la sucursal me dijo que tenía que contratar un seguro de vida por 50.000 euros a lo que me negué. No constaba en las escrituras así que no me lo podía exigir. Tuvimos una discusión muy fuerte y me amenazó con ejecutarme la parte que excedía o ir a por mis padres.

“Fue la última conversación que tuvimos. De eso hace dos años. Me llevé la nómina a otra entidad. De eso hace ya dos años.

Los seguros contratados me suponen 56 euros al mes y el sobrecoste de este otro seguro otros 18 euros más.

“Ahora debo al banco 223.000 euros, 3.000 euros más de lo que pedí pero llevo cuatro años pagando. 

“Sabía lo que contrataba. Sabía a lo que me exponía. Lo que jamás me habría imaginado es que cuatro años después de firmar la hipoteca debería al banco un 40% más de lo que le pedí prestado”.

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