Rajoy reconoce el fracaso del Código de Buenas Prácticas de la banca para frenar los desahucios

"No ha funcionado como debería". "Es necesaria una nueva vuelta de tuerca". "Si los bancos no lo ponen en práctica, hay que tomar otro tipo de medidas que pasen por la obligatoriedad". Éstas son las declaraciones que los máximos dirigentes del Gobierno y el Partido Popular han realizado en los últimos cinco días en torno a la aplicación del Código de Buenas Prácticas aprobado por el Ejecutivo a principios de año suscrito con la banca para intentar frenar los desahucios en España.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la secretaria general del Partido Popular y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal o la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, han reconocido con estas afirmaciones el fracaso del código al tiempo que han anunciado la necesidad de establecer "medidas complementarias" y de 'obligado' cumplimiento para el conjunto del sector financiero.

"Estamos dispuestos a hacer lo que nunca se ha hecho", afirmaba con rotundidad "el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano. Para salir de la actual crisis económica hay que tomar medidas que "nunca" antes se habían adoptado.

Para frenar la 'sangría' de desahucios y ejecuciones hipotecarias, el Gobierno pretende contar con el apoyo del principal partido de la oposición. Mariano Rajoy ha adelantado que Soraya Sáenz de Santamaría se reunirá mañana el miércoles con "una de las máximas responsables" del PSOE para abordar medidas relacionadas con esta problemática, una de las "caras más gráficas de la crisis", ha dicho.

La idea, según Rajoy, es tomar una decisión "equitativa y justa" y para su "aplicación inmediata". "Queremos tomar esta decisión a la mayor celeridad posible", ha afirmado.  Defiende la ayuda a los bancos

Por otro lado, Rajoy ha querido defender la reforma del sector bancario y las ayudas al sector financiero argumentando que los bancos son el "aparato circulatorio" de la economía española, pues sin crédito "no hay inversión ni empleo".

"Un país sin bancos no podría funcionar", ha dicho el presidente, que ha insistido en que el Gobierno "no puede dejar que quiebre un banco" porque estaría perjudicando al conjunto de la economía española.

"Se trata de ayudar a los depositantes. Si quiebra un banco, ¿qué pasa con el dinero de los depositantes? ¿qué pasa con los acreedores de los bancos? ¿con sus accionistas?", se ha preguntado Rajoy, que ha recordado que España está ayudando a sus entidades financieras "como hacen todos los países del mundo".