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Las hipotecas minoristas, el próximo gran problema de la banca española
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JP MORGAN CREE QUE LA MORA DE PARTICULARES PROVOCARÁ PÉRDIDAS DE 59.000 MILLONES

Las hipotecas minoristas, el próximo gran problema de la banca española

Los problemas de la banca no se circunscriben a su exposición al sector inmobiliario, por mucho que ésta no deje de empeorar. Después de la morosidad

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Las hipotecas minoristas, el próximo gran problema de la banca española

Los problemas de la banca no se circunscriben a su exposición al sector inmobiliario, por mucho que ésta no deje de empeorar. Después de la morosidad de promotores llegará la de las hipotecas minoristas, que hasta ahora se ha mantenido muy contenida por debajo del 3%. Sin embargo, el inexorable crecimiento del desempleo acabará con esa resistencia, a juicio de JP Morgan, y provocará unas pérdidas después de provisiones de de 59.000 millones para el sector. Lo cual dejará muy cortas las provisiones exigidas por el Real Decreto de saneamiento, que sólo se refieren a los promotores.

Los analistas de este banco de inversión achacan la resistencia de la mora de las hipotecas a la fuerte bajada de los tipos de interés en los últimos años, las refinanciaciones adoptadas por muchas entidades (alargando plazos, con períodos de carencia, etc.) y la generosidad de las prestaciones por desempleo en nuestro país.

Pero a medida que se les van agotando estas prestaciones -máximo de dos años- a los hipotecados, espera que la morosidad empiece a repuntar con fuerza. Además, entre estos trabajadores a los que se agota la prestación se encuentran muchos inmigrantes, que pueden optar por volver a su país y abandonar las casas adquiridas en España. Finalmente, los nuevos desempleados se concentran en los grupos de edad con mayor exposición a las hipotecas, lo que empeora aún más las perspectivas. JP Morgan estima que el paro llegará al 30% en nuestro país.

Asimismo, establece una comparación con la situación de Irlanda, con quien cree que España guarda muchas similitudes en la burbuja inmobiliaria, la relación entre desempleo y morosidad, y la protección por desempleo. La mayor diferencia está en la caída del precio de los pisos, del 20% en España y de más del 50% en Irlanda. Extrapolando lo que ha ocurrido en ese país, JP Morgan obtiene que la morosidad hipotecaria provocará unas pérdidas de 59.000 millones. "Como mínimo, esperamos un fuerte incremento de la morosidad desde loe niveles actuales", concluye.

Frente a esas expectativas, nos encontramos con unas provisiones muy reducidas para estos préstamos, que sólo cubren el 15-20% de un importe total enorme: de 656.000 millones al cierre de 2011. Ese bajo nivel se explica precisamente por la reducida morosidad registrada hasta ahora. Además, el Real Decreto de saneamiento no obliga a dotar nada para las hipotecas, ni para los créditos a empresas no relacionadas con construcción y promoción. 

"Obligar a los bancos sólo a incrementar sus provisiones para la exposición problemática al ladrillo no ofrece una solución global y no ha devuelto la confianza de los inversores en el sector", algo que demuestra el nuevo castigo sufrido ayer en bolsa. "Esperamos que tenga que adoptarse una solución más amplia, con varias alternativas que incluyen el 'banco malo' que parece que está en discusión", concluye este análisis.

El sector se opone

En general, la banca española se opone frontalmente a esta visión negativa de las hipotecas de particulares. El Banco de España insiste en todas sus presentaciones en la resistencia de este producto a la morosidad en crisis anteriores, y se empeña en demostrar a los inversores extranjeros que la hipoteca, lejos de ser un activo de riesgo, es uno de los más seguros que tienen los bancos españoles en su balance.

Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, reaccionó furibundamente a una pregunta sobre este asunto que le plantearon en la presentación de los resultados trimestrales del banco: "Aquí las hipotecas se pagan en las coyunturas buenas y en las malas. El 2,6% actual puede ser un 2,9%, pero no me preocupa, no es un problema ni va a serlo", aseguró. "El que suscite este tema como un problema está diciendo una estupidez", añadió.

Los problemas de la banca no se circunscriben a su exposición al sector inmobiliario, por mucho que ésta no deje de empeorar. Después de la morosidad de promotores llegará la de las hipotecas minoristas, que hasta ahora se ha mantenido muy contenida por debajo del 3%. Sin embargo, el inexorable crecimiento del desempleo acabará con esa resistencia, a juicio de JP Morgan, y provocará unas pérdidas después de provisiones de de 59.000 millones para el sector. Lo cual dejará muy cortas las provisiones exigidas por el Real Decreto de saneamiento, que sólo se refieren a los promotores.