Una excursión de cuento en Madrid: el sendero circular entre bosques y arroyos ideal para disfrutar con niños

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La ruta entre El Hospitalillo y El Berrueco, en plena Sierra Norte de Madrid, se ha consolidado como una de las escapadas familiares más encantadoras de la Comunidad. Su recorrido circular, de apenas 6,5 kilómetros, ofrece un paisaje cambiante entre bosques, arroyos y el embalse de El Atazar, perfecto para disfrutar del aire libre sin grandes exigencias físicas.

Lejos del ruido de la ciudad y a poco más de una hora del centro de la capital, este itinerario invita a descubrir una cara más pausada del norte madrileño. Un trayecto donde el sonido del agua y los tonos verdes del matorral acompañan a los caminantes en una experiencia tranquila, accesible y pensada también para quienes buscan iniciarse en el senderismo. Una escapada ideal para respirar aire puro y redescubrir el valor de los pequeños detalles, donde cada paso invita a dejar atrás la prisa y dejarse llevar por la serenidad del entorno.

Un recorrido circular de fácil acceso y gran belleza

El camino arranca en El Hospitalillo y se dirige hacia El Berrueco, un pintoresco pueblo de origen medieval situado junto al embalse de El Atazar. La ruta, integrada en la conocida Senda del Genaro, apenas presenta un desnivel de 215 metros, lo que la convierte en una opción perfecta para realizar con niños o en familia. Su trazado combina tramos de pista y sendero, entre dehesas, pinares y vistas al valle del Lozoya.

La duración media del recorrido ronda las dos horas y media, ideal para una escapada matinal o una caminata al atardecer. El trayecto incluye puntos de gran interés ambiental y etnográfico, entre ellos el entorno de la presa de El Villar, construida en 1873 y considerada una de las primeras presas abovedadas de España.

Una ruta para disfrutar del patrimonio natural de Madrid

Más allá de su sencillez, la ruta entre El Hospitalillo y El Berrueco forma parte de un territorio privilegiado por su biodiversidad. Encinares, jarales y fresnedas se suceden en un paisaje que alterna zonas de monte bajo con miradores naturales desde los que se divisan las aguas del embalse. Este entorno, además, constituye uno de los pulmones verdes del Canal de Isabel II, con caminos históricos vinculados al abastecimiento de agua de Madrid. Un escenario que seduce por su equilibrio entre la calma del entorno y la fuerza del paisaje serrano, ideal para quienes buscan una experiencia auténtica en plena naturaleza madrileña.

Los senderistas más curiosos pueden alargar el recorrido hasta Manjirón o acercarse a la Dehesa de Santillana, mencionada ya en el Libro de Montería de Alfonso X. Se trata de un tramo algo más exigente, pero de gran valor paisajístico, que permite adentrarse en la historia rural y ganadera de la comarca. Este tramo adicional permite descubrir rincones menos transitados, donde el tiempo parece detenerse entre muros de piedra, prados y viejas sendas que conservan el espíritu de la sierra.

El encanto de El Berrueco, final perfecto para la ruta

El regreso al punto de partida se realiza por el mismo camino de servicio del Canal, con suaves pendientes y vistas panorámicas sobre la sierra. De nuevo en El Berrueco, el viajero puede recorrer sus calles empedradas, visitar la iglesia de Santo Tomás Apóstol o disfrutar de la calma que ofrece su entorno natural, dominado por el granito y los reflejos del agua.

Con una dificultad técnica baja y un recorrido perfectamente señalizado, esta ruta de senderismo en Madrid se presenta como una de las mejores opciones para quienes desean desconectar sin salir de la región. Un paseo de cuento entre montes, agua y piedra que demuestra que, incluso a pocos kilómetros de la capital, todavía existen lugares donde la naturaleza conserva su propio ritmo.