La ruta literaria que sigue los pasos de Camilo José Cela en la Alcarria: un camino por las tierras de Guadalajara

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Ruta literaria, otoño y una tierra con nombre de miel: el plan perfecto para quienes buscan un viaje de autor por la Alcarria sin masificaciones. El itinerario recorre pueblos, castillos y paisajes de Guadalajara que inspiraron uno de los libros de viajes más célebres del siglo XX. Diez jornadas condensadas en un camino que hoy se puede rehacer con calma, entre murallas, plazas porticadas y miradores sobre el Tajo, manteniendo el misterio de aquel relato que arrancó en 1946.

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Sara Castellanos

El hilo conductor es Viaje a la Alcarria, obra emblemática del Nobel Camilo José Cela, quien partió de la capital alcarreña y dejó frases que siguen guiando al visitante: "El viajero, de nuevo en la carretera, recién descansado, piensa en las cosas en las que no pensó en mucho años, y nota como si una corriente de aire le diese ligeramente en el corazón". La propuesta turística arranca en Guadalajara —torreones medievales, palacios renacentistas y la Concatedral— y se abre paso hacia Torija, “puerta natural” de la comarca, donde el castillo del siglo XV alberga el Museo de Viaje a la Alcarria, primer espacio dedicado íntegramente a un libro. De ahí, el camino salta a Brihuega, conjunto histórico con muralla árabe, Real Fábrica de Paños y el castillo de Peña Bermeja.

Tras Brihuega llegan paradas que dibujan la geografía emocional del libro: Masegoso de Tajuña y su museo del pastor; Cifuentes, con plaza y portada románica de Santiago; y Trillo, ya a la vera del Tajo, con su puente del XVI, balneario histórico y las Tetas de Viana en el horizonte. La ruta se asoma a Chillaron del Rey, Durón y Budía —de rollo jurisdiccional y plaza con fuente— antes de perderse por El Olivar y los parajes del embalse de Entrepeñas. En Pareja, la Plaza Mayor y la Olma Centenaria marcan el ritmo de las tradiciones; en Sacedón, la estampa del 'Mar de Castilla' invita a deportes acuáticos y a catar vinos de Mondéjar.

Del sabor de los oficios a las huellas del Medievo

El tramo final reúne la esencia alcarreña entre oficios, dulces y arqueología: Auñón y su puente medieval; Alhóndiga y su picota; Tendilla con soportales y confitería; Fuentelviejo y su almazara; Hueva con la torre inclinada; y la monumental Pastrana, del Palacio Ducal y el convento carmelita. La despedida llega en Zorita de los Canes, con su alcazaba del IX y, enfrente, los restos de Recópolis, ciudad visigoda única. Así, esta ruta literaria por la Alcarria propone redescubrir Guadalajara pueblo a pueblo, fiel al espíritu del autor: contar “a la pata la llana” lo que el viajero ve, siente y guarda para siempre.